La Isla de Bowen

Al principio se me hizo muy cuesta arriba. No soy mucho de leer libros de aventuras y la verdad es que me aburre un poco bastante leer descripciones detalladas sobre montañas, barcos, lugares, etc... Nada más llegar a la segunda parte fue un fluir diferente: a pesar de que el autor sigue describiendo lugares con exactitud pasmosa, debo reconocer que no me molestó tanto como en la primera parte puesto que la historia se había puesto súper interesante.

Ambientada en 1920, La isla de Bowen es una novela de aventuras de las clásicas. El profesor Zarco está a punto de partir de expedición con su equipo a Venezuela cuando aparecen en su casa dos mujeres. Madre e hija piden ayuda al profesor para encontrar a sir John Foggart, desaparecido tras encontrar unas valiosas reliquias de un antiguo santo llamado Bowen. Foggart le mandó un mensaje a su mujer diciéndole que corría peligro y que si algo le pasara contactaran con el profesor Zarco.
A su vez, Samuel Duargo llega a la casa del profesor para ser su nuevo fotógrafo, encontrándose de lleno con dicha situación.
Al aceptar ayudar a las dos mujeres, el extraño grupo embarca junto al ayudante de Zarco, Adrián Cairo, en el navío del capitán Gabriel Verne y parten hacia esta nueva y misteriosa aventura.

Este es mi libro favorito de Mallorquí porque me recuerda a Verne y a las películas de aventuras que veía de pequeña.
Me encanta la ambientación y el ritmo fluido, los personajes y el carácter tan diferenciado que tienen. Pero lo que más me gusta es que la historia no gira alrededor de la trama romántica, que es mínima, al en lo que pecan muchas novelas juveniles. Yo quería leer sobre aventuras y eso me encontré en este libro.
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