Asesino de brujas: La bruja blanca

-Virgen, Madre y Anciana -susurré.
Él asintió con aprobación y una satisfacción cálida se expandió en mí.
-La personificación de la femineidad en el ciclo del nacimiento, la vida y la muerte... entre otras cosas. Es una blasfemia, por supuesto. -Resopló y sacudió la cabeza-. Como si Dios pudiera ser mujer.

Asesino de brujas

¿Dónde estaba la salvación de los míos? ¿Dónde estaba nuestra piedad?...”
“…-No son todas malvadas…Algunas son amables, cariñosas y buenas.
-No…Son malvada.
-¿No lo somos todos? ¿Acaso no es eso lo que tu propio dios predica?

Olvide su venganza. Olvide todo lo que ha aprendido sobre este mundo de sombras y magia. Esas mujeres lo aventajan mucho y usted es tristemente inadecuado para enfrentarse a ellas. La muerte es el tormento más amable que ellas imparten: un regalo entregado solo a aquellos que se lo han ganado

Nuestras almas estaban unidas. Aunque él no me quisiera, aunque yo maldijera su nombre, éramos uno.

Si ella estaba destinada a arder en el infierno, ardería con ella.

Tal vez eran todos hipócritas, pero yo era la más hipócrita de todos.

Que la justicia fluya como un río y la rectitud como una corriente constante.

—No me ruegues que te deje y que me aparte de ti [...] —Donde quiera que tú fueses, iré yo; y donde quiera que vivieres, viviré.

La muerte de su hijas era una advertencia: nadie explotaba a las brujas sin consecuencias.