Asesino de brujas: La bruja blanca

Sé que tienes una boca sucia y estás acostumbrada a salirte con la tuya. Sé que eres vulgar, deshonesta y manipuladora... Pero también eres compasiva, de espíritu libre y valiente. Nunca he conocido a alguien como tú, Lou.

Sabía quién eras. Sabía en qué creías… y, de todas formas, me enamoré de ti.

Estaba en las entrañas de la bestia.
Y pronto, estaría en la cama de la bestia.

Unidos como uno para amarse, para honrarse o para arder.

El amor es una enfermedad.

El arrepentimiento no cambiaba nada.

"Nunca... he visto a nadie disfrutar de algo del modo que tú lo disfrutas todo. Me haces sentir vivo. Tu presencia... es adictiva. Eres adictiva. El modo en que ves el mundo... yo también quiero verlo así. Quiero estar siempre contigo, Lou. Nunca más quiero separarme de ti."
...
"Donde quiera que tú fueres, iré yo."

Me encantó mucho el libro

Tanto brujas como personas. Era lo mismo. Todos inocentes. Todos culpables.
Todos muertos.

Miré a los fieles de alrededor, a los hombres y a mujeres que suplicaban piedad y pedían mi sangre a gritos con el mismo aliento. ¿Cómo era posible que ambas cosas habitaran en sus corazones?