—No me gusta usted. —No, no le gusta la verdad, mi pequeña mentirosa. No le gusta que vea que su absurdo deseo es una falsa amistad con un puñado de aristócratas estirados que no pueden verla como realmente es. Debería sentir una docena de emociones negativas estando él tan cerca y en la oscuridad. Y sin embargo... —¿Y que es lo que soy? —El doble de buena que esos seis. |