Amor con Amor se paga

He hecho un importante descubrimiento: la lógica no siempre tiene razón.

Soy un codicioso bastardo y te quiero para mí. No puedo imaginarme la vida sin ti, sin tu inquieta lógica, sin tu mente analítica y sin tu perra, aunque tenga un nombre horrible.

Milord, me temo que me he enamorado, de manera absolutamente inesperada y no demasiado feliz, de otro hombre.

—Te necesito, Pippa—suplicó con voz baja y desgarradora—. Necesito que seas mi Orfeo, que me saques del Infierno.

Jamás me sentí digno de mi familia, de mi hermana, de ser feliz… Y de pronto, llegas tú y haces que me dé cuenta de que soy absoluta y totalmente indigno de ti.

—Deseo cada partícula de tu ser… Deseo tu mente, tu cuerpo y tu alma. —Vaciló, mientras sus palabras agonizaban en el aire—. Jamás he deseado nada como te deseo a ti.

No llores, cariño. Yo no valgo la pena, no soy nadie.

Estaba equivocado. Él lo era todo. «Todo lo que no puedo tener».