Por las estrellas que escuchan... y los sueños que se hacen realidad. (Pág. 320) |
Por las estrellas que escuchan... y los sueños que se hacen realidad. (Pág. 320) |
Por las estrellas que nos escuchan
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—Ella es mi pareja. Y mi espía —dije con confiada calma—. Y es la alta lady de la Corte Noche. […] -No... no consorte -susurró Amren. Una afirmación. Parpadeó. […] -No consorte..., no esposa. Feyre es la alta lady de la Corte Noche. —Mi igual. Ella iba a usar mi corona, iba a sentarse en un trono junto al mío. Nunca a un lado, nunca dedicada a la concepción y las fiestas y la crianza de los hijos. Mi reina. |
Pero... decidiste pelear por los míos. Por Velaris. —Me besó el cuello- No te merezco. Se me encogió el corazón. Porque él lo decía en serio..., se sentía así. Volví a acariciarle el pelo. Mis palabras parecieron ser los únicos sonidos en la ciudad oscura, silenciosa, cuando dije: -Nos merecemos el uno al otro. Y merecemos la felicidad. |
—Por eso pintaste estrellas en tu cajón.
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—Me enamoré de ti, sabelotodo, porque eras de los nuestros...porque no me tuviste miedo y porque decidiste terminar tu victoria espectacular arrojándole ese pedazo de hueso a Amarantha como una jabalina. Entonces sentí el espíritu de Cassian junto a mí, y habría jurado que lo oí decir: «Si no te casas con ella, estúpido, lo haré yo».
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Está bien, dijo, pero esa voz mental sonaba irregular, sin aliento. No significa nada. Es tu cuerpo que reacciona... |
—Lo que se me clavó en el pecho —replicó él, jadeante fue que le sonreíste.
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«Y mira qué letra tan bonita tienes».
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—¿Te gustó verme arrodillado a tus pies? […] —¿No es eso lo único para lo que servís los machos? —Las palabras me salieron tensas, pronunciadas casi sin aliento. |
Es un retelling de...