Del amor y otras pandemias

No negaré que cuando se publicó no me llamó la atención, es más, con eso de que se desarrollara su historia durante el confinamiento no me atraía, no me apetece leer cosas sobre la pandemia, ya tengo suficiente con lo que estamos viviendo y con los libros quiero evadirme. Eso era lo que pensaba, hasta que empecé a ver un montón de opiniones geniales sobre él...y caí, me picaba la curiosidad. Los Reyes Magos lo sabían y me lo regalaron. Y menos mal que cambié de idea porque no ha sido nada de lo que me esperaba ni cuando no me llamaba la atención ni cuando me entraron ganas de leerlo. Es cierto que se desarrolla durante el confinamiento que tuvimos y que en ciertos momentos se menciona el tema del virus, pero para nada es el tema importante, se queda en segundo plano. Digamos que es la causa por la que los protagonistas se vuelven a encontrar, y es que se conocen desde bien pequeños, aunque siempre se han odiado.
Partiendo de esa base nos encontramos con una historia con unos personajes muy bien definidos, diferentes, raros y graciosos, a los que coges cariño, con los que sientes. Y mira que la novela casi no llega a las 200 páginas, además de que posee ilustraciones (muy bonitas y acordes por cierto) y entre una cosa y otra termina siendo cortita, pero diría que intensa y muy bien llevada, se va cociendo a fuego lento. No quiero desvelar mucho pero lo que más me ha gustado es como ha caracterizado a los personajes, sobre todo al masculino, es un hombre real, normal, a ver, con sus peculiaridades pero nada que ver con el prototipo de hombre que suelen meternos en las novelas románticas (que no quiero quejarme, a veces también me apetece) y eso ha hecho que me encante. Tanto él como ella, su historia, la historia romántica secundaria que se forma, parece mentira lo que se puede llegar a sacar de un confinamiento, no me lo esperaba para nada.
Y como está contado, que bonito y que bien escrito, además de la edición del libro que ayuda a separar las partes reales de las que escribe la prota en un bloc, no se, es que me ha gustado todo. La forma en la que se describe el amor, la libertad de amar, todo, ha sido precioso y esperanzador, sobre todo por la situación en la que se narra. Nunca pensé que me sorprendería tanto, que equivocada estaba.
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La historia comienza con el confinamiento que tuvo lugar en España desde marzo de 2020 debido a la pandemia. Cuando se decreta el estado de alarma, David recibe la llamada de su madre, quien le informa de que, hasta nuevo aviso, deberá compartir piso con Lara, una chica de su pueblo. ¿El problema? Que ni uno ni otro quieren convivir juntos, no porque el piso sea pequeño y solamente haya una habitación, sino porque se odian profundamente. Así comenzará esta historia en la que nuestros protagonistas tendrán que soportarse durante un largo período de tiempo.

En primer lugar quiero deciros que no os preocupéis por la ambientación de que tenga lugar durante el confinamiento. Yo también era reacia a leer historias así, pero es más el pretexto de que los dos protagonistas tengan un hilo conductor para vivir juntos que otra cosa. No se habla mucho del tema durante el desarrollo del libro ni hay casos ni nada por el estilo, así que no os tenéis que preocupar por ello. Aunque tenga ese trasfondo y la pandemia esté presente, de forma lejana, es una historia para pasártelo bien y con la que yo me he reído mucho con las invenciones de estos dos personajes que en más de una ocasión intentarán no matarse.

En cuanto a los personajes no pueden ser más opuestos. David es un chico que lo ha tenido bastante fácil gracias a que sus padres son ricos, presumido (tiene un cuadro enorme de el mismo en su casa ajjaja), pero te das cuenta que en habilidades sociales flojea un poco y apenas tiene amigos. Lara es una chica muy sociable y trabajadora ya que para ayudar a sus padres con el pago de la residencia y la carrera trabaja en un supermercado.

Es una novela que por su sencillez, ligereza y pequeñas ilustraciones intercaladas con la narración es muy rápida de leer, también gracias a todas esas situaciones entre Lara y David donde no dejaban de picarse y discutir hasta por las cosas más absurdas. Es un enemies to lovers de manual con el que te enganchas en el primer capítulo y te resulta muy difícil para porque quieres más salseo ejeje.

Ha sido un libro que he leído en LC con Nago después de que Laura no parara de insistirnos para que lo leyéramos y la verdad es que porque teníamos más LCs y nos lo dividimos en tres días, pero literal que las 200 páginas las podríamos haber leído en una sola tarde.
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Esta historia es el perfecto ejemplo de que pase lo que pase hay que buscar el lado bueno de la situación (o simplemente aprender a lidiar con ella de forma creativa... ). Como comedia romántica funciona bastante bien y resulta entretenida debido a la tensión que hay con el cliché "Enemies to lovers". Y aunque se ve de lejos cual va a ser el final, lo recomiendo como una lectura ligera para descansar de otras más densas o simplemente para pasar un buen rato.

Cuando se publicó el año pasado este libro no me llamó nada la atención, por todo lo que estábamos viviendo con el Coronavirus, y ahora le he querido dar una oportunidad.
He de confesar que lo he leído en una tarde sin darme cuenta.
Dos jóvenes que se llevan fatal se ven obligados a compartir piso durante la pandemia. Pasan los días, tienen sus más y sus menos y comienzan a bajar las barreras que existían entre ellos.
Como ya supondréis todos, esta es una historia de amor.
Una pluma ágil y adictiva acompañada por una ilustraciones, al comienzo de cada capítulo, muy bonitas.
Es un libro entretenido con el cliché clásico de enemies to lovers, que no ha llegado a encantarme. He disfrutado leyendolo pero apenas mencionan nada de la realidad que se vive fuera de ese piso.
No es una gran novela, simplemente entretenida. También me hubiese gustado que los protagonistas fuesen algo mayores, apenas tienen dieciocho años, creo que habrían dando más juego.

Del amor y otras pandemias, de Myriam M. Lejardi, es justo lo que iba buscando: una lectura fresca y amena, una historia de amor bonita pero también muy divertida.

La novela nos cuenta la historia de David y Lara, dos chicos que se conocen del instituto y que se odian desde entonces. Pero la pandemia hace que tengan que compartir el apartamento de David (que tiene una sola habitación jeje).
Las personalidades de los dos no pueden ser más dispares, pero ambos son más de lo que muestran de puertas hacia afuera. Sobre todo en el caso de David, que me ha conquistado.

Una historia ligera con la que pasar un buen rato y olvidarte de tus problemas, aunque sea por poco tiempo, porque la novela se lee en un pispas :)

Cuando comenzó la cuarentena, o más bien cuando terminó, dije que no quería leer ni un solo libro escrito en esos aciagos meses que trataran el tema. Hola, Mey del pasado, aquí estás, tragándote tus palabras y fangirleando como una niña tonta. Si es que para qué hablaré…

Últimamente me he empezado a aficionar a la novela romántica, pero reconozco que me cuesta mucho engancharme a estos libros, eso sí, como lo haga… Pues que me duran una tarde y poco más, ¡esto es la ruina!

Y, ahora, fuera bromas, vengo a hablaros de esta maravillosa novela. Puede parecer que le hago la pelota a Myriam solo para que me escriba una continuación (ejem ejem) pero es que su historia me ha encantado de principio a fin y no sé bien por dónde empezar, porque creo que no ha habido nada que no me haya gustado.

Es una novela en cierto modo circular: comienza con Sofía en su casa, regando sus plantas, lamentándose por la situación en general y perdiendo la respiración por cierta persona. Y termina con… Bueno, cómo termina os dejo que lo descubráis vosotros, porque aunque Sofía es en cierto modo la protagonista, no es de ella de quien os quiero hablar, sino de David y Lara.
David es un ser un poco extraño, dramático para mí y drástico según mi móvil. Desde el momento en el que lo conocí me sentí identificada con él. Y oye, aunque a veces me han dado ganas de matarlo, tengo que reconocer que le he cogido muchísimo cariño. Sobre todo por lo de dramático. Es que estaba leyendo el libro en el trabajo y tenía que hacer esfuerzos titánicos por no romper a reír.

Lara es una amiga del pueblo. Bueno, amiga según avanza la historia porque al principio se tiran de los pelos, se odian como solo dos ex compañeros de instituto en un pueblo se pueden odiar. Lara es todo lo contrario a David. Pero por eso son tan perfectos cuando están juntos.
Y luego está Antonio. Pero a este os dejo que lo conozcáis vosotros, que si no os lo cuento todo (pero creo que es el personaje más listo de toda la novela. Mi favorito. Quiero un Antonio en mi vida).

La trama va avanzando de manera muy natural y entre risas, con ciertos momentos de tensión que me han hecho comerme las uñas y no poder parar de leer. Esta no es la primera vez que leo a Myriam, ya lo hice en Olor a menta y con su relato de Fandom of our own, y ambos me encantaron, por eso sabía que esta novela no iba a decepcionarme.

Es un estilo muy directo pero poético cuando tiene que serlo. Mamarracho, descarado, delicado y divertido. Todo esto dicho así puede sonar excesivo y un poco agobiante, pero creo que Myriam ha conseguido entretejer todos los elementos de la historia de manera que quede equilibrada, haciendo que el lector no se canse o aburra y quiera seguir leyendo para saber el desenlace.

Además utiliza un recurso que me encanta y que me ha dejado con ganas de más. Como he dicho, empieza con Sofía, pero después, sus apariciones son estelares… ¿por qué es esto? Porque su historia la conocemos a través de los ojos de Lara y David, que son sus vecinos. Son ellos los que van contando lo que le sucede a Sofía (y a otro personaje del que no quiero hablar para no hacer spoilers).

Así que tenemos dos historias por el precio de una. Y eso siempre está bien.
Ahora, me encanta que el epílogo es de Sofía y así podemos saber un poco cómo termina esa historia, porque claro David y Lara no lo ven todo.
Como apunte para rematar esta parte… Quiero una segunda parte en la que pase al revés, en la que sea Sofía la que nos cuenta cómo vive ella la cuarentena y cómo ve a David y Lara pasar del odio al amor. Ahí lo dejo.
Por cierto, que se me olvidaba comentarlo: la historia está narrada en primera persona. de manera alterna por David y Lara. Y me ha gustado. Creo que no tengo nada más que decir para que os pongáis a leer este libro ya. Porque si seguís mi trayectoria, sabréis que odio las primeras personas. Y las primeras personas alternas más. Pero es que en esta ocasión el recurso está bien utilizado y bien hecho, porque cada uno de los protagonistas tiene voz propia y no se confunde.

Quiero añadir que hay trozos de la historia que aparecen en una hoja de papel escritos a mano por Lara; son los que nos hablan de Sofía.

Un último detalle que quiero destacar es que aparte de que la portada es preciosa, el interior también contiene ilustraciones. Cada comienzo de capítulo tiene una que nos muestra algo de la vida de estos dos seres de luz que me han alegrado la vida y que son súper cuquis (¿es poco serio queda que diga esto en una reseña? Bah, creo que me lo podéis perdonar). Y en cada página aparece Antonio en diversas posturas, en la parte de abajo junto al número de página. Es que como no lo voy a querer.

En definitiva, esta es una historia con enemies to lovers, con una sola cama para compartir y mucho humor. Es verdad que es una historia que no te va a hacer pensar excesivamente, pero también tiene a favor que aunque suceda durante la pandemia no trata el tema del virus de manera repetitiva, sino que se centra en la vida de estos dos idiotas, permitiendo que desconectes de la situación durante el tiempo de lectura. La pena es haberlo devorado tan rápido y haberme quedado sin más.
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