Un secreto en las Highlands

Martina intenta encontrar la casa de su amiga Skye en la isla del mismo nombre. Su amiga la ha llamado, enviado los billetes del avión para sus vacaciones y le ha dicho que tiene que ayudarla con algo importantísimo. Pero el GPS no deja de meterla por caminos de cabras por los que no pasa nadie. Así que cuando desesperada por llegar a casa de su amiga, cuando suena su teléfono y lo coge no ve que hay algo en la carretera. Cuando por fin reacciona, una masa informe comienza a berrearle, de esa forma descubre que debajo de un chubasquero zarrapastroso se esconde una persona que no deja de insultarla por su error, pero ella no puede dejarlo estar aunque él tenga razón, porque ha sido muy mal educado.
Cuando al fin llega a casa de Skye, Martina le cuenta toda su odisea para llegar hasta su asombroso castillo, por eso se queda de piedra cuando a la mañana siguiente descubre que el cromañón que se encontró en la carretera es el hermano de su mejor amiga.
Y lo peor no es que se reconozcan, sino que la torpeza de Martina vuelve a entrar en juego y por si eso fuera poco, a pesar de la tensión y atracción que hay entre ellos, no pueden dejar de meterse el uno con el otro.
Pero al mismo tiempo que ellos se ven forzados a pasar tiempo juntos y las cosas se calman entre ellos, un secreto sale a la luz haciendo que todo el mundo se crispe, la situación se vuelva insostenible y alguien boicotee la empresa de Cameron y con ello, su sueño.

La historia es genial, tiene un todo distendido y divertido desde el principio. Tiene varios altibajos durante la historia, haciendo que sufras con los personajes. Además, de los momentos de aventura, la ruta turística por la isla y los momentos románticos; tenernos ese punto de misterio con los boicots que nos sorprenderá hasta el final. Y es que hay mucha chicha en esta novela por parte de varios personajes.
Me hubiese gustado que en el momento dramático entre Martina y Cameron a él le resultase un poco más difícil resolver el conflicto, pero Cam es un amor al que una no se puede negar.

Los personajes son de lo más variopinto: Martina es muy lógica y con mucho sentido. No le gusta meterse en problemas, pero tampoco va a dejar que nadie la pisoteé. Tiene mucho carácter, pero normalmente no lo saca, menos con Cameron, que siempre saca lo peor de ella.
Cameron es muy bueno y trabajador, pero tienen un muy mal enfado y le pierde la boca. Skye está loca y es una inconsciente, también es muy cabezota y siempre termina metida en algún lío, pero por eso mismo se la quiere.
Malcom es el mejor amigo de los hermanos y trabaja en la granja con ellos.

La novela es amena, divertida, entretenida y engancha, así que me ha gustado y espero poder seguir leyendo novelas de la autora pronto.

Un libro ideal para pasar el domingo, un domingo lluvioso y ventoso en el que no puedes salir a dar una vuelta.
Es una historia fácil de amor, amistad, lealtad eso sí en las Highlands. Y como son las Highlandas, pues hay tíos buenorros.
Skye y Martina son amigas de la universidad. Martina va a pasar unas vacaciones a las isla de Sky, donde Skye y su familia vive en un castillo. Martina llega de noche al castillo y ahí se encuentra a Cameron, el hermano de Skye.
Y ahí comienza todo... Recomendable para una tarde de lluvia, si no sabes bien qué quieres leer.

Una historia muy bonita que empieza como un enemies to lovers, aunque la atracción entre Martina y Cameron se ve patente desde el principio, a pesar de que no se llevan bien. Tengo que decir que hay una escena (la del dormitorio de Skipe) que no tiene ningún desperdicio; quien haya leído el libro sabrá a lo que me refiero. Lo he disfrutado mucho. Es una novela cortita que se lee muy rápido.

6/10

Ha sido una historia entretenida y ligera de leer.

El romance me ha gustado, aunque en cierta situación el protagonista, Cameron, me ha caído fatal. No digo más porque sería spoiler.

Tiene escenas divertidas, y unos plot twist que no me he visto venir.

En general, una lectura agradable, interesante y perfecta para pasar el rato.