Tres, dos, uno... ¡En el aire!

Buenos días infinitos, esta la terminé de leer la noche del 11 de septiembre. Es una historia que me sirve para el reto del Juani de septiembre.

Es una historia corta, aunque me ha durado más de lo que esperaba, también es cierto porque he leído menos. En esta historia los secundarios tienen más actividad que los protagonistas.

He encontrado una trama de segundas oportunidad, de volver al primer amor, de amistades y mucho más.

Conoceremos a Norah y Owen, dos personajes que tienen mucho que decir, con un pasado en común y que tendrán que descubrir los errores del pasado para poder continuar con el presente.

Sobre los secundarios, deciros que mi personaje favorito es Samantha, una chica que aunque adolescente y a veces un poco desquiciante sabe llevar el ritmo de la novela y hacer que esos puntitos que más abajo contaré se hagan llevaderos.

También toca el tema de la radio, un lugar dónde todo es posible. Es una novela romántica, donde los protagonistas también deberán lidiar con adolescentes.

La portada nos llama mucho la atención. Con una narración fluida, ágil, sencilla y bien contada. En alguna ocasión tanto pensamiento se me ha hecho pesado, sobre todo cuando habla Norah.

En resumen, es una historia para leer tranquilamente, dejándonos seducir por las letras y el amor en esta historia. Muy recomendable. Mi nota 7/10.

Está es la primera novela que leo de la autora. Para mí este libro ha sido toda una sorpresa, no me esperaba mucho de él y la verdad, no sé porqué.

La historia nos cuenta la segunda oportunidad entre Owen y Norah, que fueron pareja de jóvenes y ahora vuelven a encontrarse veinte años después.

Ellos fueron pareja en el instituto, crearon un programa de radio y seguuan juntos en la universidad. Pero Owen cometió un error que hizo que la relación se rompiese y ambos cometiesen más errores.
Ahora Owen no está pasando por un buen momento y vuelve al pueblo que lo vio crecer. Allí se reencontrará con Norah, que también ha pasado lo suyo. Y como su amor quedó algo inconcluso, algo vuelve a arder entre ellos.

Además, el padre de Owen debe tomar descanso de sus actividades y obliga a su hijo a sustituirlo. Entre esas obligaciones se encuentra dirigir la emisora y presentar el programa matinal. Por supuesto Owen no quiere saber nada de eso, pero no va a tener muchas opciones.

A mayores y como contrapunto tendremos a unos jóvenes adolescentes que darán mucho juego y agilidad a la novela.

Creo que en parte me sorprendió la edad de los personajes principales, que no son jóvenes adultos, sino personas ya asentadas, aunque acaben de sufrir un revés en sus vidas.

La narración es muy amena y entretenida, narran varios personajes dependiendo de lo que necesite la novela, habitualmente lo hacen Owen y Norah. Cada uno nos irá mostrando su visión del pasado, sus sentimientos antiguos y los nuevos.

Y quitando un par de cosas como que en Estados Unidos no se llama al 112, la novela es muy ligera, sencilla de leer y rápida. Por un momento temí que acabase con un final abierto, pero me gustó como termina. Es de esos que te dejan con una sonrisa tonta en la boca.
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