InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
Las mejores frases de Cerca del corazón salvaje (5)

Ferrer
Ferrer 19 September 2021
El fin de la lucidez de Juana se mezcló con el navío escorado sobre las olas moviéndose. Bastaba mover la cabeza para que las olas la acompañaran. Pero ella había tenido algo, lo había tenido. Un marido, senos, un amante, una casa, libros, cabellos cortados, una tía, un profesor.
Comentar  Me gusta         10
Ferrer
Ferrer 19 September 2021
La musica era de la misma categoría que el pensamiento, ambos vibraban en el mismo movimeinto y especie. De la misma calidad del pensamiento tan íntimo que, al oírla, éste se revelaba.
Comentar  Me gusta         10
Ferrer
Ferrer 19 September 2021
Súbitamente había sentido la necesidad de encontrarle, de sentirlo firme y frío. En cierto modo le parecía que con la boda traicionaba toda su vida pasada. Quería volver a ver al profesor, sentir su apoyo.
Comentar  Me gusta         10
Sandragama
Sandragama 19 October 2022
Deseaba más todavía: renacer siempre, cortar con todo lo que había aprendido, lo que había visto, e inaugurarse en un nuevo terreno donde todo pequeño acto tuviera un significado, donde el aire fuera respirado como por primera vez. Tenía la sensación de que la vida corría espesa y perezosamente dentro de ella, burbujeando como una caliente sábana de lavas.
Comentar  Me gusta         00
Macabea
Macabea 04 June 2020
Dio una carrerita y se paró, mirando sin curiosidad las pare‑ des y el techo que rodaban y se desmoronaban. Anduvo de pun‑ tillas pisando las tablas oscuras. Cerró los ojos y empezó a an‑ dar con las manos extendidas hasta encontrar un mueble. Entre ella y los objetos había siempre alguna cosa, pero cuando cogía aquella cosa con la mano, como si fuera una mosca, y después la miraba —tomando grandes precauciones para que no se esca‑ pase—, encontraba solo su propia mano, rosa y decepcionada. ¡Ya lo sé, es el aire, el aire! Pero no servía de nada aquello, nada explicaba. Ese era uno de sus secretos. Nunca se permitiría con‑ tarle a nadie, ni siquiera a papá, que no conseguía nunca agarrar «aquella cosa». Lo que de verdad más le interesaba no lo podía contar. Solo decía tonterías cuando hablaba con las personas. Cuando le contaba, por ejemplo, algunos secretos a Rute, luego la odiaba. Lo mejor era callar.
Comentar  Me gusta         00


    Comprar este libro en papel, epub, pdf en

    Amazon ESAgapeaCasa del libro