—No todos los guardias son buenas personas, princesa. Entorné los ojos. —Ya lo sé. Valentía y fuerza no equivalen a bondad. —En eso estamos de acuerdo. |
—No todos los guardias son buenas personas, princesa. Entorné los ojos. —Ya lo sé. Valentía y fuerza no equivalen a bondad. —En eso estamos de acuerdo. |
Desde su llegada, más de una vez había acabado oculta en recovecos oscuros para observarlo entrenar con los otros guardias. Aparte de las sesiones semanales del Consejo de la Ciudad que se celebraban en el Gran Salón, esas eran las únicas ocasiones en que lo veía. Mi interés podía deberse solo a que Hawke era... bueno, era bello. |
Todo el mundo en el castillo de Teerman se había fijado en la llegada del guardia del Adarve desde Carsodonia, la capital, hacía unos meses. Yo no había sido una excepción.
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Darle vueltas a lo que estaba por venir, y no podía cambiarse, no servía de nada.
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El dolor físico era casi siempre caliente, pero ¿el que no podía verse? Ese casi siempre era frío. |
𝐋𝐞 𝐬𝐨𝐧𝐫𝐞í, 𝐲 𝐧𝐨 𝐟𝐮𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐞𝐱𝐩𝐫𝐞𝐬𝐢ó𝐧 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐬𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚𝐠𝐫𝐚𝐝𝐚𝐛𝐥𝐞. 𝐋𝐨 𝐡𝐢𝐜𝐞 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐚𝐥𝐞𝐠𝐫𝐚𝐛𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐮𝐩𝐢𝐞𝐫𝐚𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐫𝐚 𝐩𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐨𝐬𝐚.
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Eres tan increíblemente violenta. Creo que me gusta.
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"No importaba si los dioses me encontraban indigna, porque era digna de esto. De las risas y la excitación, de la felicidad y la anticipación, de la seguridad y la aceptación, del placer y la experiencia, de todo lo que Hawke me hacía sentir. Y él era digno de cualesquiera consecuencias que esto trajera, porque no se trataba solo de él. Eso lo supe desde el momento en que le pedí que se quedara. Se trataba de mí. De lo que yo quería. Mi elección".
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"Te enfrentas a Demonios sin miedo - Rozó mis labios con los suyos -. Pero te sonrojas y tiemblas cuando menciono cuán húmeda y maravillosa te siento contra mí".
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"Doncella o no, buena o mala, Elegida o rechazada, me merecía vivir y existir sin estar enclaustrada por unas reglas que nadie me consultó y con las que nunca me comprometí".
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¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?