-Por desgracia, lo único que yo puedo ofrecerte es un regalo de dudoso gusto..., algo deslustrado y ajado, y de un valor muy dudoso. yo mismo. -¿Quieres aceptarme, Caroline? |
-Por desgracia, lo único que yo puedo ofrecerte es un regalo de dudoso gusto..., algo deslustrado y ajado, y de un valor muy dudoso. yo mismo. -¿Quieres aceptarme, Caroline? |
¿Con qué frase empieza esta novela?