Holly

Érase una vez un libro escrito por Stephen King (Portland, Maine, 1947), un renombrado escritor estadounidense conocido por su prolífica carrera en el género de terror, que comenzó su carrera con la publicación de "Carrie" en 1974 y desde entonces ha escrito más de 60 novelas, incluyendo éxitos como "El resplandor" e "It". Su influencia en la literatura contemporánea y la cultura popular es innegable, y ha sido galardonado con varios premios, incluyendo el Premio Nacional del Libro. Además de su trabajo en la escritura, King ha incursionado en la televisión y el cine con adaptaciones exitosas de sus obras.

Érase una vez un libro que gira en torno a la figura de Holly Gibney, una mujer que posee unas habilidades excepcionales para la observación y deducción y un enfoque muy peculiar de la vida, pero también es una fantasía para el lector porque la conocimos como secundaria en otras obras del autor (Mr. Mercedes o El visitante) y ahora se nos presenta como protagonista estelar. En las novelas mencionadas, Holly trabaja como detective para Bill Hodges, un policía retirado que tras su jubilación crea una agencia de detectives, Finders Keepers, tras recibir la carta de un criminal que planea cometer un acto terrorista. En la actualidad Hodges ha muerto y ha dejado la agencia como legado a Holly.

Érase una vez un libro que comienza cuando nos encontramos a Jorge Castro, un escritor residente en el Bell College, que acostumbra a correr todos los días por un parque cercano a su domicilio. Mientras regresa a casa, se cruza con dos antiguos compañeros de trabajo, los ancianos y recién jubilados Rodney y Emily Harris. La pareja parece tener problemas para subir la silla de ruedas de Rodney en su camioneta porque se ha quedado sin batería. al ofrecer su ayuda, Jorge realiza su último acto heroico antes de que le administren el contenido de una jeringa en el cuello, dejándolo completamente inconsciente. Horas después despierta en el sótano de los Harris, confinado en lo que parece ser una especie de jaula. le proporcionan un poco de agua y un trozo de hígado crudo para comer. Aunque agradece lo primero, rechaza lo segundo inicialmente, cediendo más tarde cuando el hambre le vence, sin comprender nada acerca de su situación. Claro que esto ocurre unos años antes de que comience la trama actual.

Érase una vez un libro en el que la trama central se despliega cuando Holly, profundamente afectada por la reciente pérdida de su madre a causa del Covid, se encuentra en un momento de duelo. Su compañero en Finders Keepers también está gravemente afectado por la enfermedad. A pesar de los desafíos a los que se enfrenta, Holly comprende que sumergirse en el trabajo es la única salida viable de su realidad dolorosa. Es así como acepta la propuesta de Penny Dahl para localizar a su hija desaparecida, una joven mayor de edad. al principio, Holly asume que la chica simplemente ha decidido alejarse, dada la tensa relación con su madre, confiando en encontrarla ilesa en poco tiempo. No obstante, a medida que los días transcurren sin pistas sobre el paradero de la joven, la confianza de Holly se resquebraja, temiendo lo peor. A medida que avanza en la investigación, somos testigos de nuevos secuestros perpetrados por la pareja de ancianos, revelando sus verdaderas intenciones. Este magistral despliegue narrativo es un ejemplo inigualable de la destreza de Stephen King, capaz de tejer tramas que dejan al lector estupefacto.

Érase una vez un libro en el que el autor teje un himno a la lucha inconmensurable que constituye la búsqueda ferviente de la verdad, encarnada por la intrépida detective Holly Gibney. Este último trabajo del aclamado autor desentraña la tenacidad de Holly, quien, en un escenario marcado por el telón de fondo del coronavirus, del movimiento Black Lives Matter, los desvaríos de Trump y el asalto al Capitolio, se erige como una voz de protesta contra las injusticias contemporáneas.

Érase una vez un libro que se adentra en las profundidades del suspense con una ferocidad brutal. Quizás la inquietante paradoja radicaba en la imagen aparentemente inofensiva de una pareja de nonagenarios, los distinguidos Rodney y Emily Harris, que, a pesar de su fachada de apacibles profesores universitarios jubilados, tejían sus oscuros planes. En este relato, la candidez y la inocencia se convertían en las herramientas de una malevolencia sin límites, llevando a cabo secuestros y asesinatos con un propósito que es mejor no revelar, porque puede considerarse un mismo giro de esta historia.

Érase una vez un un libro que aborda temas fascinantes, adentrándose en los miedos universales que acechan a la humanidad. Desde el pavor ante los efectos implacables del paso del tiempo sobre el cuerpo y la mente hasta el horror desencadenado por la crueldad y la barbarie humanas. Pero la trama no se detiene ahí; en el telón de fondo se despliega otro temor, el provocado por la sombra del Covid-19, especialmente durante el periodo central de la historia, entre julio y agosto de 2021. En ese momento, Estados Unidos registraba miles de muertes, y el autor buscaba exponer la grieta social generada por el virus entre los estadounidenses. Este abismo, alimentado por teorías conspirativas promovidas por el expresidente Donald Trump, de quien Stephen King se declara ferviente opositor, incluía el negacionismo respecto al coronavirus y la desconfianza en los efectos probados de la vacunación. Con maestría, el autor teje estos temores en una narrativa que desafía y reflexiona sobre los aspectos más oscuros de la condición humana y la sociedad contemporánea.

En definitiva, érase una vez un libro forjado con un estilo inconfundible, directo y fácil de devorar. al tratarse esta vez de una novela policíaca, el autor deja de lado sus habituales elementos sobrenaturales para sumergirse de lleno en el arte del retrato psicológico. Aquí, su destreza radica en la creación de personajes que son como caleidoscopios de emociones, complejos y multidimensionales. La protagonista y su equipo, junto con la mayoría de las víctimas y hasta los antagonistas, son tejidos con trasfondos psicológicos profundos, dando a la trama capas adicionales de realismo y complejidad. No es simplemente una historia de crímenes, es un viaje a través de las mentes y motivaciones que impulsan a estos personajes a la maldad. Además, la descripción detallada del entorno donde se desarrolla esta historia es sencillamente impecable porque este libro no solo se lee, se experimenta, se vive, y cada página revela un rincón más profundo del intrigante paisaje creado por esta hábil pluma.


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