Tú y yo, invencibles

Con él baje todas mis murallas

Porque te hará reír hasta que te vuelvas adicta a ese golpe de felicidad. Y notarás la complicidad; le mirarás, te mirará y los dos os entendereis sin palabras

La droga es un disfraz para el alma. Te desinhibe, te alza, te relaja, te irrita... Te cambia.

No pediría permiso a nadie para coger lo que me correspondía: mi libertad.

La admiración es el abono del que se nutre una buena relación

Llegué a pensar que era como una muñeca defectuosa a la que le faltaba alguna pieza clave que alguien había olvidado colocar junto a las pilas

Me hizo sonreír y pensar, las dos mejores cosas que alguien te puede regalar de forma altruista

Pero entonces apareció una flecha de la nada y, ¡Pum!,. Se clavo hasta el fondo en el pequeño corazón. Ya no hubo manera de sacarla de ahí

Me prometí que jamás tendría que preparar el terreno para decir lo que me apeteciese. No dejaría que un hombre tuviese el control de mi vida ni tampoco de mi dinero. No pediría permiso a nadie para coger lo que me correspondía: mi libertad

El odio es un sentimiento muy infravalorado. La gente siempre lo asocia a cosas negativas, pero ¿Qué pasa con todo el poder que palpita dentro de esa palabra?