Los siete maridos de Evelyn Hugo

- Evelyn, no eres capaz de renunciar a todo. Y nunca lo serás. Y la tragedia de mi vida será que no puedo quererte lo suficiente para hacrte mía. Que no te alcanza el amor para ser de nadie.

Tienes una jaqueca feroz. Te duele el corazón.
Pero casi estás en la línea de llegada.

En esa parte me había quedado estancada, en la parte en la que aceptas las disculpas porque es más facil que abordar la raíz del problema.

-¿Entiendes lo que quiero decirte? Cuando te dan una oportunidad de cambiar tu vida, debes estar dispuesta a hacer lo que sea con tal de lograrlo. El mundo no te da cosas: tú debes de tomarlas. Si vas a aprender algo de mí, probablemente debería ser eso.

-Aquí tienes una oportunidad de esas que se presentan una vez en la vida, Monique. Te das cuenta, ¿verdad?
-Claro que sí
-Enotnces hazte un favor y aprende a agarrar la vida por las pelotas , querida. No te esfuerces tanto en hacer lo correcto cuando resulta dolorosamente obvio cuál es la decisión inteligente.

Creo que ser una misma, sin esconder nada, siempre será como nadar a contracorriente.

Hay un diferencia entre sexualidad y sexo. Yo usé el sexo para conseguir lo que quería. El sexo no es más que un acto. La sexualidad es una expresión sincera de deseo y placer.

No puedo vivir siempre con el corazón medio roto.

Creía que la gente venía a este mundo a encontrarse con otras personas, y que era mi destino encontrarte a ti.

La gente piensa que la intimidad tiene que ver con el sexo.
Pero tiene que ver con la verdad.
Cuando te das cuenta de que puedes contarle tu verdad a alguien, cuando puedes mostrarte a alguien, cuando te desnudas delante de alguien y su respuesta es "Conmigo estás a salvo". Eso es intimidad.