Una Carta es una máscara; detrás de ella está la mentira. Un pueblo que acepta una Carta es una máscara; detrás de ella está la mentira. Un pueblo que acepta una Carta abdica. El derecho sólo es derecho vuando no se le recorta nada
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Una Carta es una máscara; detrás de ella está la mentira. Un pueblo que acepta una Carta es una máscara; detrás de ella está la mentira. Un pueblo que acepta una Carta abdica. El derecho sólo es derecho vuando no se le recorta nada
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Nada lo extrañaba, porque para él los accidentes eran lo previsto; se tomaba la mala suerte con serenidad y sonreía cuando lo hacía rabiar el destino como persona que sabe entender una broma
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Era ya hombre, pero aún parecía un niño. Sus veintidós años parecían diecisiete. Era de temperamento serio, no parecía estar enterado de que hubiera en la tierra una criatura llamada mujer.
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No tratar con la gente permite atribuirle todas las perfecciones
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Vio brillar unos astros, Mirabeau, Vergniaud, Saint-Just, Robespuerre, Camille Desmoulins, Danton, y amanecer un sol: Napoleón
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Leyó Le Moniteur, leyó todas las historias de la República y del Imperio? El Memorial de Santa Elena, todos los demás memoriales, los periódicos, los boletines, las proclamas; se lo leyó todo ansiosamente. La primera vez que se encontró con el nombre de su padre en los boletines del Gran Ejército estuvo con fiebre una semana entera
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Digno hasta la dureza; puro hasta la ferocidad
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No hay que negar ni de la patria pasada ni de la patria presente. ¿Por qué no aceptar la historia completa? ¿Por qué no aceptar la historia completa? ¿Por qué no querer a Francia completa?
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(Los ultras) encantados de volver a su patria y desesperados de no ver en ella a su monarquía; la nobleza de las cruzadas escarneciendo a la nobleza del Imperio, es decir, a la nobleza de la espada; las razas históricas perdiendo el sentido de la historia; los hijos de los compañeros de Carlomagno desdeñando a los compañeros de Napoleón
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Los señores estaban embalsamados; y los criados, disecados. Una marquesa vieja, emigrada y arruinada, que ya sólo tenía una criada, seguía diciendo: El servicio
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¿Cuál de los siguientes libros fue escrito por Gustave Flaubert?