Son los momentos preciosos como este los que compensan todo lo feo del amor.
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Son los momentos preciosos como este los que compensan todo lo feo del amor.
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En cuanto abrió los ojos y me miró, lo supe. Supe que sería la persona que acabaría conmigo o la que me devolvería al fin a la vida.
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Llegará un momento en que mis labios no podrán tocar los suyos sin que las palabras se derramen por encima del muro, colándose entre las grietas y ascendiendo por mi pecho hasta que sostenga su cara entre mis manos, la mire a los ojos y deje caer todas las barreras que aún se alzan entre nosotros y nuestros corazones rotos.
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-Miles. Me estás mirando como si hubieras perdido la cabeza y el corazón por mi. -No lo perdí, Tate. Salieron volando hasta las nubes. |
No, Miles. Yo te sigo. Nosotros funcionamos así. Tú eres sólido y yo líquida. Tú separas el agua y yo soy tu estela
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Estoy en su agenda, pero no es eso lo que quiero. Quiero ser un plan, un mapa. Quiero formar parte del mapa de su futuro.
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-¿Te sería más fácil si establecieramos reglas? -Tal vez -¿Cuáles? -No me preguntes por el pasado. Y no esperes que tengamos futuro. |
Inpira entrecortadamente mientras me mira la boca. Haces que me cueste respirar. |
El amor no siempre es bonito. A veces te pasas la vida esperando a que cambie, que se convierta en otra cosa, algo mejor. Pero, cuando quieres darte cuenta, has vuelto a la casilla de salida, y por el camino has perdido el corazón.
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Gregorio Samsa es un ...