Marta está dormida

Marta está dormida presenta a los lectores una protagonista que también cuenta con un pasado familiar bastante perturbador. Empieza en el presente, cuando Nadja se ve involucrada en un delito. En pleno ataque de
pánico, llega a una cabaña vacía en mitad del bosque, pero la misión que le han encomendado resulta ser una trampa. Ella, secretaria de un bufete de abogados con una infancia terrible, se ve arrastrada a una crisis de pareja en la que, al final, todo se reduce a lo siguiente: evitar la pena capital en la escenificación de un falso juicio. Mientras la línea argumental en la que Nadja debe hacer de abogada defensora de una esposa infiel avanza hacia su punto culminante, Hausmann va ofreciéndonos
instantáneas del pasado desde diferentes puntos de vista y, así, nos explica cómo está relacionado todo. Ningún personaje sale ileso, todos están marcados por sus propios traumas, mienten o se esconden, de manera que se ven implicados de una forma más o menos directa o indirecta en la catástrofe de la intrincada trama. Durante muchas páginas no está claro qué es lo que une a Marta, Nadja, Laura, Paul, Nelly y Gero, y también el destinatario de las cartas que se intercalan con la narración resulta un misterio casi hasta el final.

Hace dos años leí Mi dulce niña de esta autora alemana y me encantó. Me pareció un libro original y perturbador. Así que cuando vi que habían traducido otro título suyo me hice con él enseguida.

Marta está dormida sin duda también es original en su planteamiento, su trama y sobre todo su desenlace.

La primera mitad del libro me ha mantenido totalmente descolocada intentando unir las piezas que la autora nos va desgranando mediante diversos personajes que aparentemente no tienen nada en común.

Tenemos un hilo temporal que se desarrolla en el pasado, unos fragmentos de carta cuyo autor se desconoce al igual que el momento en el que están escritas, tenemos capítulos que se desarrollan en el presente.

La idea es buena pero mi sensación como lectora es que todo se vuelve confuso y lioso. No sabes en que momento temporal estas, quien es quien y quien se relaciona con quien.

En la segunda mitad las cosas se van colocando pero permanece la sensación de : ¿Y esto que pintaba?

El final lo arregla un poco y por eso se lleva para un 2,75 que redondeo a 3. Lo cierto es que lo deja todo muy bien hilado y da un par de giros interesantes.

En definitiva, que no es un libro que recomendaría sin dudar pero tampoco puedo decir que no me haya gustado.

¿Seguiré leyendo a la autora? Sí sin duda.

Viajamos a Berlín para conocer a nuestra protagonista Nadja: joven secretaria de bufete de abogados, ha tenido una infancia bastante dura y complicada. Años después todavía arrastrará las consecuencias de su pasado llevándola a situaciones que la pondrán al límite de sus capacidades.
Narrada a dos tiempos (pasado y presente) conocemos la historia de la protagonista.
Una trama adictiva de la que he disfrutado mucho y que al principio iba un poco perdida, por suerte esa sensación se disipó según avanzaba con la lectura hasta llegar el punto de no poder soltar el libro.
Es una novela que hay que leer con mucha concentración para no perder ningún detalle porque hasta lo más mínimo tiene una gran importancia.
Giros previsibles pero muchos otros que no he visto venir y que me han han sorprendido mucho. ¡Algo que me encanta!
Y si hablamos de las últimas páginas... ¡Me ha dejado muda!
Un thriller psicológico que he disfrutado mucho y con respecto al título que tanto me inquietaba la primera vez que lo lei admito que no puede estar mejor elegido.

Nos encontramos ante un thriller psicológico dónde la trama y los personajes van unidos y necesitan presentarse juntos para funcionar.

Escrita en dos líneas temporales; y en dos formatos, uno en forma de carta y otro en forma de narración, dónde nos cuenta la historia de varios personajes. al principio esto me confundió un poco, ya que la historia es bastante compleja, pero a medida que iba leyendo, se iban uniendo las piezas y me atrapó, y no pude soltarlo hasta llegar al final.

La pluma de la autora me ha gustado mucho y me ha sorprendido. Juega con la mente del lector, y le lleva por dónde ella quiere,presentando varias posibilidades.

Los personajes están muy bien construidos y llenos de secretos. He desconfiado de todos porque, como dicen, nada es lo que parece.

Un libro que me ha sorprendido y me ha parecido muy original.

Una trama que quizás, empieza de manera un tanto confusa y eso hace que el principio cueste más y sea más lento pero que luego atrapa totalmente y coge muy buen ritmo.

Ha sido una lectura que me ha encantado, me ha gustado como la autora juega con el lector y como nos va adentrando en este thriller psicológico con una trama un tanto perturbadora y muy bien construida y encajada.

Sin duda, leeré más de la autora.

Esta novela es todo un descubrimiento dentro del género del suspense. Un thriller psicológico dónde personajes y trama van unidos, cada uno necesita del otro para seguir el camino y llegar al final. Es turbio, penetra en las mentes del ser humano y saca lo mejor y lo peor de cada uno de sus personajes.

El inicio de la historia me pareció liado, confuso, y algo lento, pero era la base de esta trama que se va conociendo a fuego lento. No es el típico thriller de acción trepidante y ritmo vertiginoso, sino más pausado, pero a la vez profundo. Construye la historia con una base sólida y consistente. Nada de ases sacados de la manga, nada de resoluciones sencillas.

Claramente, es una historia con un enfoque muy psicológico. La autora juega con la mente del lector y abre varias hipótesis para los sucesos con su trama bien hilada, inteligente y cuidadosa en cada detalle. Tranquilxs que todo queda resuelto y encaja. A mí ha logrado sorprenderme en muchos aspectos y aunque algunas cosas me las figuraba, otras no.

Es un libro que he disfrutado bastante, tanto por la narrativa como por el enfoque. Ya leí "Mi dulce niña", el anterior libro de la autora, y me dejó con ganas de más. Muy recomendado para los amantes de este subgénero.

Aquéllos que leyeron la reseña de su novela debut, "Mi dulce niña", entenderán que haya buscado lo último publicado de esta misma autora. Mi impresión fue excelente.

Me gusta cómo escribe, cómo estructura la trama, la potencia del personaje principal y de sus antagónicos, con perfiles muy bien trazados, cómo juega con los giros inesperados, cómo será imposible que resuelvas el rompecabezas hasta el final, aunque intuyas, aunque imagines. Romy Haussman, maneja con auténtica maestría los elementos esenciales del trhiller psicológico clásico: proponer un juego mental entre los personajes y del autor con el lector.

Hausmann, también consigue crear un universo completamente cerrado en el que, como lectores, no seremos capaces de abandonar la trama y en el que alguna subtrama sólo sirve para profundizar en aspectos psicológicos de los personajes protagonistas. La realidad, en cuanto a hechos cotidianos, no existe. En ese momento, como lectores, quedaremos atrapados en un ambiente asfixiante y claustrofóbico del que no podremos huir por la necesidad imperiosa de resolver las dudas, el misterio. Tendremos, para ello, que esperar a las últimas páginas. Hasta que Hausmann de por terminado el juego y decida contarte todas las claves de la historia.

Nadja, acusada cuando tenía 15 años de matar a su madre, tras vivir una infancia traumática, hechos que nos irá revelando con sus recuerdos del pasado, se verá involucrada ahora en una historia compleja en la que podría ser acusada nuevamente de un crimen. El problema es que, sometida a terapia y tratamiento por los problemas que arrastra, no puede confiar ni en sí misma.

Contaros también que nos movemos en varios espacios temporales con un narrador en primera persona, Nadja, y un narrador omnisciente para el resto de personajes. Una carta, además, convenientemente fragmentada se une a una estructura narrativa compleja que, en ningún momento, le resta agilidad a la lectura.

¿Merece la pena afrontar este nuevo juego de Romy Hausmann? Sin duda. Sus dos novelas están entre mis mejores lecturas de este verano. No os la perdáis.

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Nadja ha tenido una infancia horrible. Una madre que recibía demasiados invitados mientras ella no podía dormir e intentaba que su hermanito. Pero algo terrible sucedió que marcó su vida y ahora sólo quiere tener una vida normal hasta que un asesinato desbarata todos sus planes.

Ella intentará ayudar pero entrará en un juego complicado en el sólo saldrá impune si el juez del bosque lo considera y si su cabeza deja de ponerle las cosas aún más difíciles. Será difícil decidir si ella es una inocente víctima o una inteligente asesina.

Es un libro que te adentra en una trama original, macabra y psicológica. Tienes que estar atento a los personajes para no perderte nada de este hilo complicado que poco a poco se va desenredando y que te dejará alucinando con como funciona la mente de las personas por salvarse.

Tenemos el romance de Nelly y todo lo que ocurre con la pobre chica, las cartas que poco a poco vamos descubriendo de quién son y para quién se escriben y la trama de Nadja que es sin duda la más trepidante y sorprendente. Aunque todo parezca inconexo, al final, todo se une formando un todo y se meterá en tu mente hasta enredarte en su juego.

“En lugar de observar la casa, levanto la mirada hacia el cielo e intento encontrarlo bonito. No lo consigo. Laura tendría que haber llegado hace rato. ¿Y si no viene? ¿Y si algo ha salido mal?
Entonces, la culpa sería mía.
Otra vez” ~ Marta está dormida de Romy Hausmann.

Cuando leí el primer libro de esta autora, “Mi dulce niña”, tuve claro que repetiría. “Marta está dormida” es su segundo libro así que aquí estoy con él. Lamentablemente no os puedo contar mucho de la historia porque no saber nada es el quid de la trama. Y que de todas maneras no sabría hacer una sinopsis de este libro. Solo algunas puntualizaciones.

¿Me ha gustado? Sí. Y eso que más o menos hasta el 40% del libro estaba hiperperdida. ¿Mejoró a partir de ahí? Tampoco pero por lo menos a partir de ese punto pude empezar con mis cábalas de “ah!, lo que está pasando es esto”. ¡Error! “Ah, no, lo que está pasando es esto otro”. ¡Error! Es que no acerté ni una. Con todo no sé si es un libro para recomendar porque o te gusta o te das el batacazo. Como yo estoy en modo “cosas diferentes” reconozco que me ha gustado.

Hoy os traigo por aquí “Marta está dormida”, un título que me llamó la atención cuando lo vi entre las novedades de octubre, pero lo que me hizo querer leerlo sí o sí, fue el nombre de su autora, ya que el año pasado tuve la oportunidad de leer “Mi dulce niña” y fue un libro que me encantó. de esos que juegan con el lector y que te sorprenden cuando ya crees que lo tienes todo claro.

Se puede decir que con esta novela la autora lo vuelve a hacer, aunque diría que en este caso, cuesta algo más introducirse en la historia, así que una de mis recomendaciones, además de leerlo, es que lo empecéis cuando realmente le podáis dedicar un buen rato y darle un buen tirón inicial.

La novela alterna varias subtramas que, obviamente, se acabarán conectando, pero tardarán bastante en hacerlo. Por un lado, tenemos los fragmentos de una serie de cartas que no sabemos quién escribe ni a quién van dirigidas, por otro, tenemos a Nadja, una mujer que está ayudando a otra con un “marrón” tremendo en el que se ha metido y por otra tenemos la historia de Nelly, una joven enamorada de un hombre casado, con el que tiene muchos planes de futuro.

La narración, además, nos llevará del presente al pasado reciente de los personajes y muy poco a poco, con un ritmo medio y casi sintiendo que transitas en la oscuridad, iremos comprendiendo todo lo que está ocurriendo.

“Marta está dormida” es una novela compleja en su construcción, pero si tienes paciencia, llegará un momento en el que ya no podrás dejarla, porque son tantas las preguntas y cábalas que te vas haciendo, que estás deseando conocer las respuestas. Los personajes no son precisamente angelitos, la infidelidad, la mentira, la manipulación, el abuso, el asesinato… se pasean por las páginas de esta inteligente y psicológica novela hasta llegar a un final, que aunque no ha sido el que esperaba, no me ha disgustado.

Si tuviera que elegir entre los dos libros de la autora, me quedaría con el primero, pero la verdad es que he disfrutado con los dos.
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