El ruiseñor

Este se puso en pie y la abrazó. Vianne quiso embotellar la sensación de seguridad que tenía en aquel momento para poder beber de ella más tarde, cuando la soledad y el miedo la dejaran sedienta.

La primera mitad me resultó un poco plana, lenta y repetitiva, después se vuelve más emocionante y tiene un final muy bonito pero duro.

Los jóvenes de hoy quieren saber todo sobre todos. Piensan que hablar sobre un problema lo resolverá. Vengo de una generación más tranquila. Entendemos el valor del olvido, el atractivo de la reinvención.

Pero el amor tiene que ser más fuerte que el odio, o no hay futuro para nosotros.

... el amor tiene que ser más fuerte que el odio, de lo contrario no habrá futuro...

... ambos supieron que había algo peor que besar a la persona equivocada.
Y era desearlo.

Si algo he aprendido en mi larga vida es esto: en el amor descubrimos quiénes queremos ser; en la guerra descubrimos quiénes somos. Los jóvenes de hoy quieren saberlo todo de todo el mundo. Creen que hablando de un problema lo resolverán. Yo procedo de una generación más reservada. Comprendemos el valor de olvidar, el aliciente de reinventarnos.

“Es fácil desaparecer cuando nadie te está mirando”.

La mejor cita que tiene el libro, sin duda alguna, la de la portada:
En el amor descubrimos quienes queremos ser.
En la guerra descubrimos quiénes somos en realidad.

Els homes expliquen històries. Les dones tiren endavant