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Críticas sobre Apegos feroces (37)
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Guille63
 29 April 2024
“Viví en aquel bloque de pisos entre los seis y los veintiún años… lo único que recuerdo es un edificio lleno de mujeres. Apenas recuerdo a ningún hombre”

En efecto, la cosa va de mujeres —los hombres solo sirven de excusas temáticas—, en concreto, de Vivian Gornick, una mujer judía que creció junto a dos modelos que no quería repetir y que odiaba descubrir en sí misma: su madre, para quién el amor era lo más importante en la vida de una mujer, y una gentil casada con un judío que vivía en el mismo edificio y que “no conocía otra manera de sentirse mejor que provocando el deseo a su paso”.

“Nettie quería seducir, mamá quería sufrir y yo quería leer”

Madre e hija nunca se llevaron bien. A pesar de ello, ambas disfrutan de sus paseos por las calles de Nueva York. Mientras conversan y recuerdan su vida junto a aquellas familias judías con las que compartían un bloque de pisos en el Bronx, los lectores vamos descubriendo cuánto se parecen madre e hija a pesar de todo.

“… dos mujeres con inhibiciones sorprendentemente similares unidas en virtud de haber vivido una dentro de la esfera de la otra casi la totalidad de nuestras vidas… llevamos toda la vida confusas acerca de quiénes somos, y cómo llegar a serlo…”

La madre desplegaba una fuerte personalidad, tuvo una juventud muy activa políticamente y, no obstante, eligió, primero, vivir en el AMOR a su marido (“Un sentimiento elevado, de naturaleza espiritual y tinte moral”) y después, tras su muerte, en el sufrimiento sin él. Ahora siente que no vivió la vida que le estaba destinada, una profunda carencia que le lleva incluso a sentir celos de la vida que lleva su propia hija, a no valorar nunca explícitamente sus logros, a criticar constantemente sus relaciones. Como había renunciado a todo lo demás, se aferraba a ese dolor del mismo modo que una parte importante de la comunidad judía vive confortablemente alojada en su “tragedia” (”Somos un pueblo maldito… Periódicamente somos destruidos, volvemos a plantar cara a la adversidad y renacemos. Ese es nuestro sino”), una “tragedia” que, creen, les confiere un halo de superioridad sobre el resto de los mortales.

“Incapaz de obtener lo que esperaba de la vida, lo que pensaba que le hacía falta, lo que sentía que le era debido, mi madre desapareció bajo un manto de infelicidad. Bajo este manto se sentía frágil, inválida y digna de lástima… En secreto, consideraba su estado de depresión como una muestra de sensibilidad, de que poseía sentimientos más intensos y un espíritu refinado.”

Gornick, por su parte, parece culpar a la madre de su estado (“Me siento desolada, sin dirección ni objetivo en la vida… Mi madre se da cuenta de que me he hundido. No dice nada. Seguimos caminando, ninguna de las dos abre la boca”), le echa en cara aquella atmósfera de dolor que envolvió su adolescencia y que dominaba en buena parte sus acciones, tanto que, como acto de rebeldía, buscó la amistad de la tan criticada por su madre vecina Nettie, una mujer que no sabía ni quería ocuparse de la casa ni de su hijo y que solo se sentía segura en compañía de hombres. Tres mujeres que forman un triángulo de amor-odio en el que “cada una identificaba en las otras un repertorio de rasgos indeseables de los cuales se mantenía apartada”, una enganchada a la “práctica diaria de la seducción”, otra necesitada de AMOR pero que encontró su refugio en el DOLOR, y la tercera, Gornick, sublevada frente al destino de tener una “vida femenina ideal y corriente” sin poder desprenderse completamente de esa idea, que no podía procurarse un “matrimonio decente” ni apartarse totalmente de él.

Esta ambivalencia, estos “apegos inadecuados”, iban a marcar sus relaciones con los hombres, a los que echaba la culpa de sus fracasos sentimentales, a los que les reprochaba que tuvieran miedo de mujeres como ella, con los que con frecuencia mantenía relaciones basadas casi exclusivamente en el sexo.

“Si un hombre era bajo o estúpido o inculto o extranjero, me sentía lo suficientemente superior como para arriesgarme a abrirme a la ternura. Podía sentirme incómoda en el ámbito social, pero me hallaba liberada”

En definitiva, un texto valiente y potente sobre las relaciones madre-hija y sobre el proceso de cambio que se ha venido produciendo en las mujeres a lo largo de las últimas décadas a la hora de determinar lo que es importante en sus vidas y de establecer la nueva forma de relacionarse con los hombres.

“No he tenido éxito. Ni en el amor ni en el trabajo, ni en mis esfuerzos por llevar una vida ejemplar. También es cierto que no he tomado decisiones, no he tomado partido, que en mi vida he avanzado a traspiés porque estaba enfadada y tenía celos del mundo que quedaba fuera de mi alcance. Pero ¡aun así! ¿Es que no merezco reconocimiento por haber dado con una buena idea, mamá? ¿La de que una debería intentar vivir su propia vida? ¿Eso no cuenta, mamá? ¿Eso no cuenta nada, mamá?”

P.S. No quiero terminar el comentario sin traer aquí un bello texto sobre Gornick y su proceso de creación y lo que ello significó en su vida:

“Estaba escribiendo un ensayo, un artículo de crítica del doctorado que, sin previo aviso, había dado como fruto una idea, una idea radiante y bien definida. Las frases comenzaron a abrirse camino en mi interior, pugnando por salir, cada una moviéndose ágilmente para sumarse a la precedente. de pronto me di cuenta de que una imagen se había adueñado de mí: vislumbré con claridad su forma y su contorno. Las frases intentaban ocupar la forma. La imagen era la totalidad de mi pensamiento. En ese instante, sentí que me habría en canal. Mi interior se vació para dar cabida a un rectángulo de aire limpio y espacio despejado, que comenzaba en mi frente y terminaba en mis inglés. En el centro del rectángulo, solo mi imagen, esperando con paciencia para depurarse. Experimenté gozo cuando supe que nada más podría igualarlo. Ningún «Te quiero» del mundo podría tocarlo. Dentro de aquel gozo me sentía segura y erótica, emocionada y en paz, a salvo de cualquier amenaza o influencia. Comprendí todo lo que necesitaba comprender para poder actuar, vivir, ser.”
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Laubythesea
 28 November 2021
Una mujer ya anciana camina junto a su hija por las calles de Manhattan. Sus paseos van dibujando un mapa por esa cuadriculada ciudad, perfilando un retrato de sus habitantes, barrios y negocios. al mismo tiempo, estas dos mujeres charlan, recuerdan, discuten.

Décadas atrás, casi una vida antes. Estas dos mujeres viven en un edificio en el Bronx. La hija, la narradora, la autora, es aún una niña. Los sucesos de aquellos años definirán cómo será al crecer. En el momento de formación de su identidad, deberá enfrentarse al fallecimiento de su padre y el eterno duelo de una madre siempre doliente.

Al mismo tiempo, esa niña, luego esa joven, encontrará dentro de ese edificio, que es un universo propio (y del que podríamos hablar largo y tendido), dos modelos de mujer opuestos y no complementarios. Por un lado, en casa, su madre, dura, autoritaria, emigrante, comunista, judía y con una devoción por el matrimonio. Por otro, Nettie, una vecina joven, exuberante, sensual y con una relación con los hombres temporal y física.

A lo largo de su vida, niñez, juventud y madurez, Vivian copia, se rebela y asume que los roles de esas dos mujeres han marcado su vida. En este difícil camino, el lector parece mirar constantemente por un agujerito en la pared de la intimidad de la autora.

La madre es una figura que asfixia, a su hija y al lector. Una mujer con fuertes convicciones políticas, implicada en asuntos sociales que, tras ser madre, es obligada a quedarse en casa y se convierte en el centro de su edificio, su nuevo mundo. Una mujer controladora e insegura, en contra de quien piensa diferente a ella. Y aún con todo esto, llegas a entenderla.

La relación madre e hija se basa en el constante tira y afloja, llevándose siempre la una a la otra hasta el extremo, tiran y tiran, pero no se rompen. Se hacen daño. Se quieren.

Apegos feroces' habla de una relación maternofilial, pero también de mucho más. Es testimonio de una sociedad, de una época; también de la formación de la identidad, el aprendizaje constante, de relaciones frustradas.

Vivian Gornick, de quien voy a leer todo.
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Lady-R
 06 March 2023
Apegos feroces me ha estado revolviendo por dentro durante toda la lectura.
Quizás porque he reconocido a mujeres de mi vida en él, he reconocido actitudes de algunas madres, de la mía propia, y de hijas, de mí misma.

Porque la autora retrata de una forma muy vívida ideas o pensamientos con las que hemos tenido que lidiar muchas mujeres, hacer una vida fuera de lo que te han inculcado durante toda tu vida, en casa y en la sociedad y en sentir a tu madre apoyándote pero juzgándote a la vez en cada movimiento. Porque apegos feroces cuenta la relación de la protagonista con su madre y otras mujeres, pero también su relación con ella misma y su forma de vivir.

Y, por lo menos a mí, me ha tenido todo el rato despertando emociones que me hacían nacer ese apego feroz hacia las páginas.
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lavieenwords
 20 June 2022
Lo que nos separan de nuestros padres cuando somos niños se van difuminando cuando alcanzamos la edad adulta. Aunque no queramos reconocerlo, nos parecemos a los nuestros más de lo que nos gustaría. Pensamos que las diferencias generacionales son un impedimento para la comprensión y tardamos mucho tiempo en darnos cuenta de que, a pesar de nuestra incredulidad, el eje que sostiene el mundo es el mismo para todos.
Y al final esos apegos feroces se traducen en dos mujeres paseando por Manhattan o sentadas frente a frente. Una suplica amor. La otra no quiere que la abandonen.
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Frikicines
 10 December 2022
De verdad os lo digo…hay meses que leo lo que espero encontrar, otros que - por lo general - son un fracaso y otros que me dejan con la boca abierta.

Con APEGOS FEROCES, Gornick nos trae una parte de su biografía y nos deja entrar en su mente y escarbar en ella.

Y es que no sólo se limita a hablar sobre la relación tóxica que tenía con su madre - una mujer fuerte, pero que renuncia a la felicidad para ser la eterna víctima -, sino que nos ofrece un retrato afilado sobre la situación de las mujeres en los 50-60 (contextualizada en la comunidad judía del Bronx), sobre cómo perdían su identidad cuando se casaban y su vida giraba en torno a sus maridos y sobre lo que les quedaba cuando las abandonaban o enviudaban.

Qué maravilla de libro y qué acertada es la visión crítica de la autora - Ella, eterna inconformista, no se conforma con ser parte del rebaño y sucumbir a una tradición femenina eternamente servil.

A través de sus emociones, vivencias y recuerdos, podemos sentirnos acompañadxs, identificadxs y amparados.
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MrWonderBook
 11 March 2022
He leído todo tipo de críticas sobre este libro, hay gente a la que le ha gustado y otras que lo han dejado a medias. Yo me sitúo entre los que les ha encantado y fascinado; he disfrutado mucho, sobre todo con la primera parte de libro y la forma de escribir de Vivian Gornick. Ha dejado el listón muy alto en cuanto a libros favoritos de este año.
Para haber sido un libro publicado en 1987, se trata de una lectura muy actual, donde se deja ver el lado feminista de la autora en una época donde la sociedad patriarcal era lo ‘normal'.
La historia se basa en la relación y el apego que existe entre Vivian Gornick y su madre, ambas con un fuerte caracter, emocionales e impulsivas. Dos mujeres que se odian y aman a partes iguales.
Mientras ambas dan largas caminatas por Manhattan, rememoran los recuerdos de su pasado. Una infancia vivida junto a su familia judía en un antiguo apartamento del Bronx. Me ha encantado cómo describe y critica, con altos toques de humor, a cada una de sus vecinas durante esta época, cada una con sus peculiaridades. He viajado a mi propio pasado para recordar la típica infancia de los años 80-90 donde cada vecina tenía algo peculiar.
La autora auto analiza las influencias recibidas desde pequeña, como es el caso de su madre, una mujer intensa que se quedó viuda con una temprana edad, lo que la llevó a una profunda depresión. Otra transcendental influencia fue Nettie, una amiga y vecina que también quedó viuda siendo joven. En este caso, su vida fue totalmente diferente; tras esta desgracia se siente liberada y tuvo una gran actividad sexual con diferentes hombres, lo que la llevó a ser criticada por la barriada, una vida promiscua y arriesgada para la época en la que vivía.
Vivian Gornick es influenciada por la experiencia de ambas mujeres y se pone de manifiesto en sus noviazgos que nos describe a lo largo de la segunda parte de la novela. Se ve a si misma con cualidades idénticas a las de su madre.
Lo que mas me ha enganchado de las memorias de Gornick es su forma de contarlas. Tras leer unas pocas páginas no pude separarme hasta terminarla. Ha sido uno de esos libros imprescindible de leer, donde la autora nos narra las mujeres cercanas que le han influido a lo largo de su vida.
Enlace: https://www.mrwonderbook.com..
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sylatrbooks
 06 March 2022
Pocas cosas puedo decir de esta magnífica novela autobiográfica que no se hayan dicho ya. La escritura de Gornick, de forma mágica, nos lleva de la mano por esos paseos con su madre, el Bronx y la vida de ambas, siempre unidas pero nunca idolatrándose. Una relación que, de alguna manera, iba a llevarlas a la destrucción. Sin duda, mi parte favorita es la descripción de ese patio de vecinas, siempre en embullicion, en una comunidad en que vivían los hombres pero en los que estos, simplemente, no estaban. Y por eso mismo, la autora se construye como mujer en base a los diferentes modelos femeninos que le rodean. Creo que todas podemos vernos reflejadas en Gornick y a nuestras madres en la madre de esta. Un 10 de libro.
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marta_lo
 30 December 2020
Sin muchas florituras, Gornick nos narra en forma de novela su vida, de una forma que intenta ser más o menos ordenada. No obstante, los viajes al pasado que hace su madre a veces no son del todo ordenados.

Su infancia se vio truncada por la muerte de su padre cuando ella tan solo tenía ocho años, pero podría haber salido mejor parada si su madre no se hubiera visto envuelta en la niebla de la depresión. Una depresión que arrastra toda su vida, y con ella a quienes quieran seguir a su lado.

No obstante, Vivian lucha en muchas ocasiones contra esta marea triste que parece asolar todo lo que rodea a su madre. Se rebela, o eso intenta, discutiendo con ella y queriendo hacerla entender que hay otras maneras de vivir la vida. Solo que su madre no quiere, no le apetece salir de ese pozo al que se tiró hace ya treinta años.

Me ha gustado mucho que con pocas palabras Gornick nos narre su vida, sin intentar decorarla. No obstante, me ha sabido a poco, muy poco. Me hubiera gustado saber más de aquellas vecinas con las que convivían cada día, en cuyas cocinas su madre tomaba café. Es cierto que se habla de ellas, pero esas partes que a mí tanto me interesaban se han quedado cortas para mi gusto.

Quizá leyendo otros libros suyos de carácter también autobiográfico pueda llegar a saber más de estas personas con las que convivió y aprendió a vivir.

Además, me ha parecido que la historia que cuenta es plana. al ser una novela autobiográfica es difícil si no te ha pasado nada trepidante en tu vida que puedas meter algún giro inesperado, pero me hubiera gustado encontrar alguno a lo largo del libro. El libro empieza como acaba, y solo he atisbado un ligero cambio o evolución en los personajes principales.

En conclusión, ha sido una lectura entretenida, que me ha aportado información acerca de la vida e infancia de la autora, de sus pensamientos y sentimientos, pero me ha resultado corta, como si me faltara algo más. Como autobiografía me ha gustado, mientras que como novela me ha parecido, como he dicho, que falta algo.
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Lorexerez
 07 January 2024
APEGOS FEROCES
Hay muchos apegos que dañan, muchas dependencias emocionales que duelen, pero las mujeres solemos estar especialmente atravesadas por la lanza del “amor” de, y “a”, nuestras madres.
Hay muchos tipos de madres, tantos como tipos de hijas, pero hay un hilo conductor entre nosotras que a veces se sobrecarga y puede electrocutarte, otras veces es lo que te mantiene a flote.
Es un contigo, pero sin tí, continuado.
Esto, entre otras cosas, nos contará Vivian Gornick. Sus relaciones con amigas, parejas, con ella misma y su trabajo.
Confieso que tenía muchas expectativas puestas en este libro, y aunque me ha gustado, me ha faltado un poquito más.
Vivian Gornick
📖 Ebook 134 páginas (gratuito en Kindle unlimited)
📚 @sextopisoeditorial
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SamCCRivera
 07 April 2022
Sencillo e inteligente, brutal en lo honesto y lo cotidiano, bello en todas sus formas. Un libro poderoso desde lo humilde y serio desde lo relajado. Con un uso inteligente y sutil del lenguaje, te atrapa y te lleva por toda la historia de principio a fin.
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