El señor de las moscas

Aunque, como me imagino que muchos, la leí con la película en la cabeza, me gustó más la versión escrita; por los personajes y la fuerza de los hechos más que por el lenguaje. Otra fábula moderna, hobbesiana, que debería leerse más.

Leí El señor de las moscas hace unos años y desde entonces forma parte de esos libros que considero que todo el mundo debería leer. Como si de una metáfora se tratara, un grupo de niños náufragos representan diferentes tipos de sistemas políticos.

Aunque comencé la lectura por obligación y algo dispersa, rápidamente consiguió absorverme de tal manera que como os comentaba, lo acabé en un día.

Es increíble la manera que tiene el autor de describir el intento de establecer un orden, aún desde la mente de un nió, con cierto toque democático y cómo se desmorona en el momento de seguir al lider equivocado por ignorancia o interés egoísta.

El autor mediante la metáfora de los ni'ños náufragos platea profundas cuestiones acerca de la dualidad entre civilización y kaos o barbarie.

Es bastante cruda, cruel y fuerte, con descripciones constantes que han conseguido que el libro se leyera solo.
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La caracola manda. Y manda sobre todo y sobre todos.
Sinopsis reducida: Una treintena de muchachos son los únicos supervivientes de un naufragio en el que perecen todos los adultos. Enseguida se plantea cómo sobrevivir en tales condiciones, y no tardan en crearse dos grupos con sus respectivos líderes.
Qué simpleza y a la vez qué complejidad hay en esta novela. Y el caso es que esta fábula nos narra el eterno conflicto del género humano: un grupo, en principio todos camaradas, que comienzan juntos y unidos frente a la adversidad, pero que deriva al poco hacia el caos, hacia la rivalidad, hacia la desconfianza, en definitiva hacia la destrucción del ideal social que no se puede mantener en el tiempo. Algo que se repite constantemente, ya sea en un pequeño grupo de niños, como aquí se cuenta, o extrapolandolo a otro nivel más mayor, repitiéndose las situaciones, los errores, una y otra vez.
Una obra clásica, que no se puede dejar de leer, que hace pensar, totalmente recomendable, y que es uno de mis imprescindibles "Fondos de Armario".
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Un clásico cuya lectura es recomendable para todos los públicos. Pese a ser sencillo tanto en su forma como en el lenguaje que usa, la apasionante historia que nos cuenta William Golding no deja indiferente a nadie por la velocidad vibrante a la que se produce la acción y por algo tan poco habitual en este tipo de novelas como hacer protagonistas de una historia de supervivencia a unos niños indefensos que representan, cada uno con sus peculiaridades, la propia naturaleza humana.

Simplemente, maravilloso. No es tan solo una narración que te mantiene pendiente hasta la última palabra del texto, si no que, también cuenta con una temática para nada cliché y 100% propia del autor. Una obra que te hará reír y querer llorar hasta el último momento.

En una clase universitaria un profesor recomendó ésta novela,que yo conocía de título y siempre veía en la biblioteca.Comentaba mi profesor ¿qué creen que pasara si unos niños se quedaran abandonados en una isla desierta? ¡ se matarían todos ente ellos! Afortunadamente me percaté al acabar la novela que no fue así. Quizá la historia es una pesimista visión del "mundo civilizado" en el que vivimos del que no pocos impulsos faltan para sacar el estado salvaje y de supervivencia del ser humano.Un grito desgarrador contra la supuesta cultura y civilización occidental,un recordatorio de nuestra condición animal.
El personaje de Piggy me cautivó bastante,hasta llegué a sentir pena,todos hemos conocido alguien como él,un niño despreciado por su físico, lo que hoy día se le llama "bullying" .Hay algunas escenas con cierto homoerotismo,como las descripciones de los cuerpos de los niños.
Por último,mucho tiempo después supe que uno de los nombres del demonio Belcebú es "señor de las moscas"

El libro es crudo y tiene toques de naturalismo que lo duro, como; el ambiente condiciona al ser humano, la negativa del romanticismo, el que está bien y el que está mal, y también la libre elección. Es una novela en donde el personaje adulto y severo no está presente, por lo que, el personaje inocente e infantil del niño se toma la ley por su propia mano.

William Golding tiene una forma de transmitir fría, ya que rechaza los sentimientos de los niños, al igual que tiene una forma de narrar limpia y directa. En cuanto al vocabulario, tiene algunos términos complejos, pero la compresión de la novela no supone mucho esfuerzo.

No le he dado todas las estrellas, porque en el fondo es un libro que no me convence del todo. Me ha entretenido y ha saciado mi curiosidad por la condición humana, pero me faltaban más momentos existenciales de los personajes. Sin embargo, es un libro que recomiendo por ser un clásico que trata la parte oscura de la inocencia de los niños y por la constante acción.
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Tengo una sensación agridulce con esta lectura. Dulce porque ha sido un viaje sorprendente y maravilloso, la lectura me ha parecido amena, el tema muy interesante y la forma de plantearlo también. Terminaba un capítulo y ya quería leer el siguiente para ver qué es lo que iba a ocurrir. Y agrio porque, a medida que iba avanzando, veía cómo se avecinaba la tragedia. La balanza se inclinaba hacia el lado equivocado irremediablemente. El bien perdía en ese tira y afloja, la lógica era derrotada por la sinrazón y la oscuridad le ganaba la batalla a la luz. Los capítulos finales me dejaron perpleja y la tristeza se apoderó de mí al terminar la última página.

¡Realmente son un grupo de niños perturbadores en El Señor de Las Moscas! No sabía qué esperar cuando comencé a leer este clásico, y en serio no esperaba la manada de salvajes maníacos que incluyen aproximadamente la mitad de los personajes principales de este libro. Tuve unos cuantos momentos alzando la ceja mientras leía sobre las acciones de Jack y su equipo ... Y lo que es aún más complicado es que de alguna manera no podía sentir simpatía por Ralph, Piggy y los pequeños. Y esos supuestamente serían los buenos ... de todos modos, es una lectura entretenida si no te importan algunos momentos bastante espeluznantes y disfrutas del género de terror.