El señor de las moscas

Sinceramente, había leído tan buenas críticas y lo ponían tan duro que mis expectativas estaban demasiado altas, he visto los símiles que refleja el libro entre la razón y la fuerza bruta pero, sinceramente, el libro no me ha llegado en absoluto. La narración es fluida, pero nada más. No es un libro de los que me dejarán huella.

Una gran novela acerca de que pasaria si, y la eterna discusion acerca de si la maldad es innata o se aprende, la formacion de facciones, la necesidad de un asidero que justifique moralmente el actuar,

El Señor de las Moscas, al igual que muchos clásicos, es un libro corto, ideal para trasportarlo, al contrario de los títulos más actuales que últimamente parece que se lancen al peso.



El comienzo del libro nos plantea un escenario en el que varios niños parecen perdidos en una isla y sin presencia alguna de adultos, según avanza la trama se va interpretando el porqué de esta situación de los niños.



Inicialmente Ralph y Piggy intentan reunir a todos los chicos que parece haber en la isla, a los cuales no conocen, desde los "peques" de aproximadamente 6 años a los mayores, de 12 años, y lo que parece que en el mundo "exterior" era un coro que ahora se convertirá en el grupo de "cazadores" capitaneados por el solista y que ahora se alza como líder "Jack", pero con la rivalidad propia de Ralph el cual ha sido elegido como jefe por la mayoría.



Los primeros días el sentido común y las ganas de imitar lo que harían los adultos les lleva a convocar asambleas con la llamada de una caracola que se encontraron Ralph y Piggy (la cual representará el poder, el que la tiene en sus manos tienen el turno de la palabra y con su sonido se convoca a todos los de la isla), esto llevará a la necesidad de buscar comida y mantener el fuego para que los barcos que pasen cerca de la isla puedan divisar la señal del humo.

Posteriormente el esfuerzo del cumplimiento y las responsabilidades de estas normas, harán que los chicos comiencen a flojear y así a divertirse y todo acrecentado por la rivalidad entre Ralph (que representa el orden) y Jack (que representa el libertinaje) y una situación penosa de hambre, suciedad, miedo....

El desenlace de la obra es una gran crítica del autor a la sociedad, donde los instintos básicos afloran en las situaciones que no controla el miedo a las normas y a las consecuencias, y donde el aflorar de este salvajismo hace que incluso los niños puedan esconderse en la "manada" y desembocar en las acciones más pueriles.




CONCLUSIÓN:



Un libro pesimista donde los haya, con poca o nula esperanza en la sociedad y que te hace tener poca fe en la raza humana.



Personalmente me da la razón en algo que yo creo: por muy civilizados que nos creemos en el siglo XXI, nos mantenemos a raya mientras hay consecuencias, el tiempo es cíclico y en épocas como la actual de cierta permisividad, volveremos a optar normas de tiempos más pretéritos, ya que no todos sabemos gestionar estas libertades.



En general el libro está bien, pero no es bonito de leer, ya que te deja una sensación muy negra, lo cual es un punto a favor del autor el saber trasmitir a través de este cuento, su crítica a la sociedad, y plantear la disyuntiva si las malas acciones y la moralidad es algo con lo que se nace o se adquiere.



Como curiosidad, decir que al terminar el libro tuve la sensación de que esta novela había sido fuente inspiradora de la serie de televisión y éxito "Perdidos".
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Que les puedo decir, es que es uno de los mejores libros del mundo, que grandeza la de Golding al escribir este libro, sinceramente yo lo consideró uno de los mejores clásicos,uno de los mejores libros. Me hizo sentir la furia que sentían los personajes, la tristeza, felicidad y miedo, es simplemente asombroso este libro, terminándolo de leer exactamente hoy no pude esperar a contárselos hasta otro día, si algún día tienen la oportunidad de leerlo háganlo, les aseguro que les va a fascinan tanto como a mi

El señor de las moscas en un libro que está en el término medio; no me disgustó pero tampoco me encantó. Los personajes están bien caracterizados pero de los treinta niños solo llegamos a conocer verdaderamente a cuatro de ellos. La narración es muy rápida, lo que hace que la historia no sea tan pesada, pero también hace que notes que faltan cosas. Aun así, es un libro que por su manera de estar contado parece muy realista y hace que te cuestiones que los niños no necesitan ayuda en todos los aspectos.
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Un libro que he visto mencionado hasta en la sopa, desde Corazones en la Atlántida de Stephen King, pasando por las listas de libros que no hay que dejar de leer. Por lo cual no podía seguir sin leerlo.

Un grupo de niños británicos que van desde los 6 a los 12 años, llegan a una isla luego de que el avión en que viajaban se estrellase, no hay adultos, y están solos. En una primera instancia se organizan en democracia, con un líder, y toman como símbolo de organización una caracola, la cual les permite hablar si la tienen en sus manos. Poco a poco se irán perfilando los personajes, tenemos a Ralph, Piggy, los mellizos Sam y Eric, que pasaran a formar un grupo con algunas neuronas funcionando, luego estarán Jack y Roger, con el resto de los niños que formaban un coro. Todo parece dentro de todo ser el reflejo de la sociedad humana que se espera de gente civilizada, pero la falta de adultos, la falta de control y censura, termina por desbocar en una situación sin control, en el lado más salvaje del ser humano, uno sin reglas, sin respeto y que se rige por los más bajos instintos.

Una historia atrapante, que te va sumergiendo en la isla, en compañía de los niños, explorando cada rincón, haciendo frente a la oscuridad y los monstruos que en ella se esconden y que a veces esos monstruos pueden ser el propio ser humano.


Lo que sí se me complicó un poco de entender fue lo de Simón y El señor de las moscas... Siel niño sufría alucinaciones, o que era realmente lo que pasaba allí, puesto que la cabeza de cerdo había sido estacada allí por Jack y los otros cazadores. Si la presión de todo lo que estaba ocurriendo, había hecho que Simón desdoblara su personalidad y asumiera ser El señor de las moscas...

"El señor de las moscas" narra la odisea de un grupo de niños ingleses que tras un accidente aéreo quedan atrapados en una isla sin ningún adulto, es decir, sin ninguna figura de autoridad. Es precisamente la forma en que se organizan estos chicos el verdadero punto clave de la obra. ¿Imitarán la sociedad que conocen y han dejado a atrás? ¿Reinará la anarquía y el desorden?
El libro es realmente bueno, pero no para mentes débiles, hay escenas realmente perturbadoras que te hacen plantearte si la sociedad tal y como la conocemos es realmente la mejor sociedad posible y si los seres humanos somos buenos por naturaleza o no. Por otro lado, tiene como trasfondo la II Guerra Mundial, consecuencia de las propias vivencias del autor, y hasta me atrevería a afirmar que el mismo se ve influenciado por la teoría política liberal de John Locke.

Este libro me gusto pero no lo “sentí”. Lo que quiero decir es que me interesó la historia y los personajes pero siento que algo faltó.
Es aterrador presenciar ese descenso del comportamiento aceptado en la sociedad a una manera de ser completamente salvaje. Ahora, que los que ejerzan esa violencia sean niños le da una dimensión nueva al salvajismo.
Tal vez deba leerlo nuevamente en alguna ocasión porque recuerdo que cuando lo leí estaba pasando por un momento estresante que pudo haber influido en mi disfrute de esta lectura.