Las heridas no duelen menos cuando te obsesionas con repartirlas entre sus posibles causantes.
|
Las heridas no duelen menos cuando te obsesionas con repartirlas entre sus posibles causantes.
|
Las aventuras se tienen para vivirlas. Juntos se sale para seguir juntos y tal vez algún día llegar a vivir juntos en buena armonía.
|
Mi hogar eres tú.
|
Yo no soy una mercancía que le pertenece a uno y por tanto no puede pasar a ser propiedad del otro. Yo me pertenezco a mí misma. A mí y a nadie más. No soy algo que le puedas quitar a nadie, y ningún marido del mundo puede quedarse conmigo. Solo yo me quedo y me quito. Algunas veces también me doy. Y otras veces me entrego. Pero solo raras veces. Y no a cualquiera.
|
Es sumamente contraproducente y también un poco mediocre dejar escapar el tren de un hombre, para luego poner por los suelos a la mujer que va sentada con él en el nuevo compartimiento.
|
Todo fin también es un principio.
|
Después de hacerle pagar algo a alguien, siempre te vuelves todavía más pobre de lo que eras.
|
La huida nunca es el final, solo su retraso.
|
Lo que tú me importas a mí, me importa tanto o más que lo que te importo yo a ti.
|
El único final sensato para un entrañable no encuentro es el encuentro.
|
Gregorio Samsa es un ...