La chica culpable

La novela me ha sorprendido mucho por la investigación en sí, compleja y cargada de pistas, muchos sospechosos y un personaje principal fuerte y sin pelos en la lengua, Lottie Parker.

Cuando se disfruta de una historia se nota y con esta lo he conseguido y más. Iba sin ninguna expectativa y todas han sido superadas. La primera parte es más serena, pero a partir de la segunda es un no parar, tiene bastante ritmo y los capítulos cortos ayudan. Consigue despistarte entre tanto personaje y que sospeches de todos para en el siguiente capítulo cambiar de opinión, incluso con casi todo resuelto alguna cosa gira in extremis. 

El peso de la investigación recae en Lottie Parker, una inspectora de policía audaz, directa y que no es fácil de engañar. Todo el tiempo surgen cosas en la novela, la cual se desarrolla en tres días, así que va sin freno. El final me ha convencido y me ha parecido el adecuado para la trama y subtramas.

Es el libro número once de la saga Lottie Parker, yo he leído algunos, pero no todos, aun así he podido entender de que iba la novela sin problema, es un nuevo caso y queda totalmente cerrado. Siempre hay cosillas del pasado, pero lo bueno es que la autora solo lo menciona y no hace más hincapié en ello.

Una novela policiaca que merece la pena leer, pero si os gusta hacerlo en orden os esperan unos cuantos libros por delante.

No decae, cómo me gusta esta autora... Esta vez le doy 4 estrellas porque me ha dejado mal cuerpo el libro. Pero tengo que decir que es cosa mía.
En este libro número 11, Boyd está en España cuidando de su hijo de 6 años. Un hijo al que acaba de conocer. Y Lottie Parker está capeando el temporal de su familia como puede. Ya sabemos que su familia es caótica... No sé cómo pueden llegar a sobrevivir.
Todo empieza en una fiesta de adolescentes. Una foto... un móvil... drogas, alcohol y un asesinato. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué Lucy está muerta? ¿Quién es el asesino?
El libro tiene un ritmo trepidante, todo pasa en 2 días, pero menudos dos días.
Recomendable, como toda la serie.

Lucy es una joven popular en el instituto, sus padres se han ido a pasar el fin de semana fuera y aprovecha para dar una gran fiesta. Sin embargo, termina con Lucy muerta. Era despiadada y cruel, se la vio pelearse con un par de amigas, cualquiera querría vengarse de ella. La inspectora Lottie Parker se debe hacer cargo de la investigación, pese a rozar lo personal, puesto que su hijo Sean también estuvo en la fiesta. ¿Es inocente, culpable o, peor aún, es la próxima víctima?

Se trata de un nuevo caso de la inspectora Parker, debo confesaros que no he leído los anteriores y me parece bastante imprescindible hacerlo. La trama se puede seguir bien, puesto que la autora te va ubicando y contando que ocurrió en los anteriores, pero hace menciones a hechos del pasado que pueden suponer un spoiler si tienes intención de leerlos, o al menos descolocarte en algunos momentos.

No obstante, he disfrutado mucho de esta lectura donde la investigación policial es el epicentro de toda la narración. Una investigación detallada, extenuante, con interrogatorios, pistas falsas y mucha acción. El hecho de que todo transcurra en una fiesta adolescente lo hace bajo mi parecer aún más atractivo, son jóvenes repletos de secretos que aportan giros a la trama que no ves venir. Me gusta además que la vida privada y familiar de la inspectora Parker también tenga protagonismo en la historia. El handicap de la culpabilidad o inocencia de su hijo en el asesinato de Lucy lo hace todo aún más emocionante para el lector.

Una obra que os recomiendo a los amantes más fieles del género negro, pero que sin duda tenéis que empezar por la primera entrega para disfrutarla como se merece.
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