Lucy es una joven popular en el instituto, sus padres se han ido a pasar el fin de semana fuera y aprovecha para dar una gran fiesta. Sin embargo, termina con Lucy muerta. Era despiadada y cruel, se la vio pelearse con un par de amigas, cualquiera querría vengarse de ella. La inspectora Lottie Parker se debe hacer cargo de la investigación, pese a rozar lo personal, puesto que su hijo Sean también estuvo en la fiesta. ¿Es inocente, culpable o, peor aún, es la próxima víctima? Se trata de un nuevo caso de la inspectora Parker, debo confesaros que no he leído los anteriores y me parece bastante imprescindible hacerlo. La trama se puede seguir bien, puesto que la autora te va ubicando y contando que ocurrió en los anteriores, pero hace menciones a hechos del pasado que pueden suponer un spoiler si tienes intención de leerlos, o al menos descolocarte en algunos momentos. No obstante, he disfrutado mucho de esta lectura donde la investigación policial es el epicentro de toda la narración. Una investigación detallada, extenuante, con interrogatorios, pistas falsas y mucha acción. El hecho de que todo transcurra en una fiesta adolescente lo hace bajo mi parecer aún más atractivo, son jóvenes repletos de secretos que aportan giros a la trama que no ves venir. Me gusta además que la vida privada y familiar de la inspectora Parker también tenga protagonismo en la historia. El handicap de la culpabilidad o inocencia de su hijo en el asesinato de Lucy lo hace todo aún más emocionante para el lector. Una obra que os recomiendo a los amantes más fieles del género negro, pero que sin duda tenéis que empezar por la primera entrega para disfrutarla como se merece. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |