Annie en mis pensamientos

Este libro nos presenta la historia de Liza, una chica que está en su habitación de la universidad, pensando como escribirle una carta a Annie. Una chica que conoció un día en la sala del museo que a ella más le gustaba.
Liza entró en una sala del museo donde creía que no iba haber nadie, pero se quedó quieta cuando escuchó a una chica cantar. Cuando está, Annie, la descubrió se quedaron mirándose y sin comprender el motivo querían la compañía de la otra.
Así conocemos su historia desde el principio, relatada desde ese día en el museo hasta el final.

Es una historia muy bonita, que me la he bebido y que sin duda voy a leer muchos más libros de la editorial, porque esta fue su primera publicación y me ha encantado, no me quiero imaginar el resto.
Es un libro que te engancha desde la primera página, y ves las dudas desde un principio sobre la sexualidad, que en algún momento de la vida, mucha gente se replantea y no sabes como afrontarla, contigo misma y con la gente que te rodea. Me ha gustado mucho, que hayan puesto como dos diferentes relaciones, es decir de personas más adultas y de ellas, siendo niñas, afrontando el mismo problema. Podemos ver también la diferencia de mentalidad (gracias a dios) en la época que se escribió el libro con las de ahora. Aun que hay cosas que, por desgracia, siguen sucediendo hoy en día. Ya sean agresiones verbales o físicas homófobas.
Las dos protagonistas me han parecido adorables, y también varios personajes secundarios, me han gustado mucho y me ha gustado la aportación y el giro que le han dado a la historia.
Una lectura 100% recomendable, ya que no hay muchas historias que nuestras protagonistas sean lesbianas, y es importante también darle visibilidad a este tipo de parejas, no solo a los gays.

Este libro nos cuenta como dos chicas, Annie y Liza, se conocen y entablan una gran amistad. Ambas van en el último curso de instituto y sienten nervios por si las cogerán en la universidad que solicitaron, por cómo será. A pesar de pertenecer a distintas clases sociales les gusta estar juntas, visitar museos, jardines botánicos….Poco a poco la relación se va haciendo más intensa y no pueden pasar sin verse o llamarse a menudo, se han convertido en grandes amigas, pero….
Refleja muy bien cómo era la sociedad de 1982 en cuanto a parejas que no fuesen heterosexuales, que todavía hoy hay gente que no acepta. Personas que tenían que ocultar sus relaciones en “amistades” para no ser despreciadas en la calle o en los institutos.
Aunque el libro va dirigido a un público juvenil a mí me ha parecido muy bello, con mucho sentimiento.
Se me hizo corto, me gustaría que Nancy Garden hubiera profundizado más en la historia, aunque supongo que en aquella época ya fue todo un acto de valentía haber escrito esto, la prueba está en que estuvo censurado en algunas bibliotecas.

Annie en mis pensamientos es una novela escrita y publicada en 1982, una época en la cual el libro fue duramente criticado e incluso quemado publicamente. Kakao Books ha traído, casi 40 años después, un clásico de la literatura LGBT y juvenil que, aún tras muchos años, no ha perdido su toque e importancia.

Está historia nos habla de Eliza y Annie, donde chicas que se conocen en un museo y que, poco a poco, su muy reciente amistad irá cambiando, tornandose en algo nuevo para ellas. La novela está narrada, en su mayoría, bajo los ojos de Eliza, sus recuerdos y vivencias del año en que conocío a Annie. Durante la novela las protagonistas sufrirán y vivirán alegrías, miedos, amor... Un sinfín de emociones y sentimientos que, de alguna forma, permiten al lector entender un poco mejor las dudas de chicas y chicos del colectivo.

Este libro trata temas dulces y algunos un poco más duros, mostrándonos la visión que se tenía en aquella época sobre el colectivo LGBT, la cual, desgraciadamente, en algunos lugares del mundo aún se sigue viviendo. Creo que por eso Annie en mis Pensamientos es una novela necesaria aún incluso tras tantos años después de su publicación.

Una de las cosas que menos me han gustado de la novela es el extraño ritmo inicial de la misma, sumado al insta-love y a que, en un principio, casi no conectas con la historia en las primeras páginas, se me hizo muy pesado de empezar.

3,5/5

Liza es una chica de diecisiete años cuyo sueño es ser admitida en el MIT, una prestigiosa universidad, para estudiar arquitectura. Buscando inspiración en el Museo de Arte de Nueva York para un trabajo se topará con Annie, una chica alegre, divertida y con un punto infantil que enseguida atraerá su atención y con quien iniciará una conversación que las llevará a convertirse en mejores amigas. A partir de ese momento se volverán inseparables y comenzaran a pasar mucho tiempo juntas, por lo que pronto se dan cuenta de lo bien que encajan, de todo lo que tienen en común y de lo a gusto que se sienten la una con la otra. Por eso, cuando Liza se percate de que sus sentimientos por Annie van más allá de lo que deberían, no puede evitar asustarse ante su propia intensidad. ¿Qué pasaría si lo que siente por ella no es solo amistad?

Tenía muchísimas ganas de adentrarme en una novela donde la relación principal fuera sáfica porque aunque me encantan las parejas gays, siento que no se le da suficiente relevancia ni protagonismo al amor entre chicas, algo que me parece terrible (a la par que comprensible porque es evidente que dos chicos venden mucho más). Honestamente, cuando empecé este libro tan solo esperaba una relación cuqui entre dos muchachas adolescentes, pero me encontré muchísimo más. La historia está narrada desde el punto de vista de Liza por lo que podemos ver cómo poco a poco se va enamorando de Annie y los estragos que este descubrimiento hacen en ella. En el momento en el que está ambientada la novela (fue publicada por primera vez en 1982), el amor entre personas del mismo género es poco más que una aberración por lo que no será fácil que Liza se admita a sí misma lo que siente. Sobre todo porque ella nunca ha tenido ningún indicio de que pudieran gustarle las chicas, lo que hace que su aceptación sea aún más difícil. Para más inri, sabe que sus sentimientos no van a ser comprendidos y, al mismo tiempo, tiene miedo de lo que pueda pensar la propia Annie. Ambas chicas se enfrentan a su sexualidad desde dos perspectivas diferentes y este contrapunto le da mayor interés a la historia y hace que el lector pueda adentrarse mejor en dos formas distintas de afrontar el hecho de que les guste alguien de su mismo sexo. Por un lado, tenemos a Liza que es la que más tiene que batallar para asumir que le gustan las mujeres. Su proceso de autodescubrimiento es lento y lleno de miedo, miedo ante el qué dirán y cómo reaccionaran los demás y sobre todo miedo hacia sí misma porque debido a los prejuicios no puede evitar pensar que sus sentimientos son erróneos. Además, tiene reflexiones muy interesantes al respecto, tratando de entender por qué lo que ella percibe como algo hermoso (estar enamorado de Annie) a su vez le parece tan "antinatural" e incorrecto. Normalmente, al menos en las novelas que he leído yo con personajes LGTB, aunque los protagonistas pasen por este proceso de autodescubrimiento no suele ser tan traumático, en el sentido de que los problemas de no ser hetero suelen venir del exterior, no del propio protagonista. Sin embargo, aquí Liza es la primera que tiene muchos prejuicios al darse cuenta de que es lesbiana y ver su propia deconstrucción ha sido de lo más interesante de la novela.

Por otro lado tenemos a Annie. Como ella explica, llevaba tiempo intuyendo que no era hetero y que sentía atracción por las chicas, pero no fue hasta conocer a Liza y entablar una amistad tan cercana con ella que no confirmó sus sospechas. al contrario que para Liza, para Annie no es tan problemático aceptar sus propios sentimientos y será ella la que "tire" de su relación y la que lo exprese con más naturalidad. Me ha gustado mucho ver el contraste entre ambas y cómo se ayudan y se enfrentan a sus sentimientos y a su construcción de pareja. Asimismo, de entre todos los mensajes tan bonitos que transmiten, quiero destacar uno que no suele verse en novelas juveniles de romance y es que tanto Liza como Annie tienen sus propios sueños y para realizarlos tienen que separarse. A pesar de ello, en ningún momento deciden renunciar a ellos por la otra ni tampoco se piden mutuamente que lo hagan para seguir juntas. Tienen claro que se quieren y que quieren estar juntas, pero también saben que su amor no debe ser un impedimento para no cumplir sus metas, aunque tengan que estar lejos para ello, y eso es algo que he apreciado mucho porque por lo general en esta clase de historias suele pregonarse lo contario.

Otro tema que toca la autora y que también ha sido de mis favoritos es el sexo. al igual que he comentado acerca de que en otras novelas LGTB que he leído no se profundiza demasiado en los prejuicios que puedan tener los propios personajes del colectivo al descubrir que lo son, en lo referente al sexo normalmente su trato también queda en la superficie, tocando los clichés típicos de la primera vez que uno se enfrenta a ello. No obstante, en esta ocasión contamos con el factor de que a Liza tener sexo con una mujer le parece repulsivo por el simple hecho de que todavía es incapaz de gestionar que le gustan las mujeres, por lo que por más que se sienta atraída por su novia y quiera llegar a un nivel mayor de intimidad, en el fondo le repele ir más allá de los besos porque no deja de sentir que está mal, que es incorrecto a muchos niveles. Así pues, esta novela es mucho más que un romance lésbico; la autora pone sobre la mesa un montón de temas que por ahora suelen pasar bastante desapercibidos en libros dirigidos al público juvenil y que me parecen muy importantes y no entiendo por qué no se tratan más. También es de especial relevancia el hecho de que, pese a ser ficción, está basada en las vivencias de la autora, lo que ayuda a que llegue todavía mejor al lector y podamos entrar con fuerza dentro de sus páginas y empatizar con los personajes, sus pensamientos, sentimientos y experiencias.

Además de Liza y Annie también hay muchos más personajes relevantes en esta historia sin los cuáles no sería la misma. Quiero destacar a dos de las profesoras del instituto de Liza, Ms. Stevenson y Ms. Widmer, de quienes no puedo contaros mucho porque es mejor que las descubráis por vuestra cuenta, pero sí me gustaría deciros que ojala todos los institutos tuvieran maestras como ellas porque serían un lugar mejor. En cuanto a la estructura del libro, se divide en la narración del presente con una Liza adulta que le escribe cartas a Annie y la narración del pasado, donde se nos cuenta cómo se conocieron e iniciaron su relación. La pluma de Garden es dulce y destila inocencia, igual que sus protagonistas y su forma de comportarse y ver el mundo. Es un estilo muy simple y bonito que acuna a la perfección la historia que le está transmitiendo al lector. Debo decir que Annie en mis pensamientos te hace sufrir, y mucho, debido a ciertos acontecimientos nacidos de la intolerancia. Pero, aun así, lo importante es quedarse con el mensaje positivo: que el amor que se profesan es mucho más fuerte que el odio que reciben por ello.

Annie en mis pensamientos es una obra que hay que leer, especialmente si disfrutáis de las novelas con representación o si queréis leer específicamente una historia de amor protagonizada por dos mujeres. Es dura, sí, pero al mismo tiempo deja una sensación cálida en el corazón que seguro que permanece con vosotros por mucho que pase el tiempo.

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Este libro ya tiene unos añicos pero no fue hasta hace un par de años que no lo tradujeron al español, y yo en cuanto leí la sinopsis lo apunte en mis pendientes, hasta el otro día que por fin pude leerlo. Esperaba algo diferente pero me ha gustado.
Dos chicas de conocen por casualidad y desde entonces se van haciendo amigas hasta que se enamoran.
Entre las dos intentan aprender a lidiar con sus sentimientos en una sociedad que no las acepta, aunque luego se dan cuenta de que no están solas.
Es un libro que va de más a menos, empieza tranquilito con dos chicas que se hacen amigas y mientras su relación se intensifica el libro también lo hace, con sus dudas y sus miedos. Tengo que reconocer que en algunos momentos temía un final más dramático.
Ha sido un libro que cuanto más leía más me enganchaba y me ha durado apenas dos días.
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Tenía muchas ganas de leer este libro, así que en cuanto me puse con el me lo leí en una sentada. También tengo que decir que el ritmo de la historia me hacía no parar de leerlo ni un solo minuto. La edición del libro es preciosa, contando primero con una portada lo mas de cuidada en cada detalle, y que para cada capítulo hay una imagen junto a algunas ilustraciones que te llevan al momento en el que ha ocurrido o esta ocurriendo.





La historia nos mete en los recuerdos de Liza, que nos cuenta como fue su historia de amor junto a Annie, entre ambas y sus recuerdos iremos averiguando detalles acerca de lo que ocurrió. Sí que tengo que puntualizar que hay mas recuerdos de la versión de Liza que de Annie, porque es esta la que lleva la voz cantante, pero si que iremos entrando en varios recuerdos de Annie, y hilando la historia del todo. No había leído nunca a la autora, pero su pluma me ha parecido cálida, amigable y sobretodo embaucadora, aunque es verdad que a mí las historias de amor, me vuelven loca.


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Tengo muy claro que esta historia me ha calado muy hondo y que la he sentido como parte de mi. La historia de Annie y Eliza es la calma después de la tormenta. Ambas construyen una relación fuerte que se tambalea, pero que se vuelve mucho más fuerte a medida que superan las adversidades. Es por esto mismo que he disfrutado tanto de su romance y de su forma de ver la vida, porque a pesar de tener 17 años, son dos chicas que presentan una evolución muy grande, sobre todo Eliza.

A lo largo de este año en el que transcurre la historia, Eliza comenzará a darse cuenta de que desconocía una parte de sí misma que parecía estar escondida por miedo. Annie le enseñará que no tiene que tener miedo a lo que siente, sino que tiene que dejarse llevar y hacer lo que realmente desea. del mismo modo, Eliza le enseñará a Annie que su forma de ver la vida y su personalidad es lo que más valora y adora de ella.

Así es como vemos a dos personajes que evolucionan poco a poco, equivocándose, enfadándose y aprendiendo a caminar por sí mismos. Pasan de ser dos adolescentes miedosas y encerradas, a ser dos chicas que saben lo que quieren y lo que no toleran. Y en este punto entra en juego el tema principal del libro; la homosexualidad.

Me ha gustado como se ha tratado el tema, sobre todo su desarrollo. La autora ha narrado a través de varios personajes la percepción que hay sobre la homosexualidad, lo que ha provocado que detestase a algunos personajes por su forma de concebir el amor entre Eliza y Annie. Puedo asegurar que hubo capítulos en los que tuve que cerrar el libro y respirar hondo, porque era tal el realismo con el que se narraba que necesitaba alejarme para volver a centrarme. A esto tengo que sumarle que la historia me ha calado muy hondo, por eso mismo me ha molestado tanto.

Es pocas palabras, me ha gustado mucho que la autora ha sabido reflejar la homosexualidad y las diferentes percepciones que se tiene con respecto a él.

Cambiado de punto, la ambientación de la historia me ha fascinado. El Nueva York de Annie y Eliza es una ciudad bañada en un halo de melancolía y con muchos rincones secretos preciosos. Además de que ambas protagonistas adoran visitar museos, sobre todo Eliza, por lo que también habrá capítulos por donde pasearemos por el Museo Metropolitano de Arte, entre otros.

Por último, me ha encantado que el estilo narrativo de la autora haya conseguido mantener mis emociones a flor de piel en todo momento. Si no estaba suspirando por lo tiernas que eran Eliza y Annie, estaban mordiéndome las uñas por las situaciones tan peliagudas en las que se metían. Sin duda me ha mantenida atrapada desde el inicio y me ha emocionado al final, sobre todo porque la última parte de la historia es cuando descarga toda la tormenta de golpe, y te pilla con la guardia baja.

Es una lectura perfecta para los amantes del amor cocinado a fuego lento y del realismo con ese toque único. Se desarrolla con mucha calma, rompe en la última parte y vuelve a su estado de felicidad al final, provocando que las emociones broten y que desprecies algunas escenas.

Os la recomiendo muchísimo por sus protagonistas bien construidos que destacan por ser como el día y la noche, pero que saben como comprender al otro. del mismo modo, evolucionan y aprenden sobre sus errores, un elemento muy importante para la historia. Así que, sí estáis buscando una historia que te haga estremecerte por su romance tierno y por su historia, en ocasiones, dura, "Annie en mis pensamientos" es tu elección.
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Me encanta poder disfrutar de historias románticas entre mujeres, pero me gusta más disfrutar de clásicos modernos como "Annie en mis pensamientos" que eran todo un referente de la época por visibilizar una pareja lésbica.
Es una historia que creo que ha marcado un antes y un después en la literatura con perspectiva de género que es importante señalar.

Viendo la portada nos indica qué vamos a leer una historia cuqui de dos chicas lesbianas y la verdad es qué no defrauda pero hay mucho más detrás.⠀
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Fue escrito por Nancy Garden y narra la historia de amor de dos chicas de 17 años, Liza y Annie, dos chicas de Nueva York mundos distintos a las que eso no les importa.⠀
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Es una de las relaciones mas bonitas que he leído, desde el momento que se conocen establecen una relación de amistad divertida que en momentos me ha recordado a la imaginación de Anne de las tejas verdes.⠀
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Es una historia humana y emotiva, Annie y Liza son un ejemplo para cualquier pareja, además tienen el reto de descubrirse a sí mismas y aceptarse, primer paso para aceptar a la otra parte de la pareja, pero lo hacen tan bonito.⠀
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Hay frases que se dicen que son de las más bonitas que he leído, pero también hay otras que demuestran lo que es la intolerancia y aunque sea ficción sabes que han sido reales en algún momento e incluso para determinada gente todavía lo son.

Ha sido una historia que me ha gustado mucho. Es muy ágil y amena de leer. Además de que te enganchará desde el principio para que no puedas dejar de leerlo de principio a fin. Lo que más me ha gustado es la forma que tiene la autora de tratar el primer amor de nuestras protagonistas: con sus cosas bonitas, pero con muchas inquietudes.

Esta historia se escribió hace 40 años, pero estoy segura de que hay un montón de personas que han pasado por las mismas inquietudes, dudas e inseguridades que ellas porque la situación puede que haya mejorado un poco pero no por ello tenemos que dejar de luchar por todo eso y que, si a mí, como mujer, me gusta otra mujer, pueda demostrarle mi amor sin ese miedo del qué me dirán o que puedan hacerme y no solo a mí, si no a mi pareja.

La historia está contada a través de tres voces: Liza contando la historia de su adolescencia y su relación con Annie, Liza escribiéndole una carta a Annie reflexionando sobre qué hizo que se distanciarán y una tercera voz que observa a Liza escribir dicha carta y que nos cuenta qué está sintiendo. Dentro de esas tres voces narradores, sin duda alguna la que más me gusta es la primera y en la que más se centra la historia.
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