Fuera tentaciones, un alfil colgado en una celda no podía aconsejar al rey ni a la reina
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Fuera tentaciones, un alfil colgado en una celda no podía aconsejar al rey ni a la reina
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He aprendido a renunciar a lo que no puedo conseguir, y la renuncia, sorprendentemente, ha convertido mi vida en algo mucho más ligero. Ya no pido lo que sé que no se me puede dar, querido tío. Ya no lo pido |
Actúa como un león, ellos no lloran por sus presas. Arremete como un águila, siempre desde arriba. Ejecuta como un escorpión, su aguijón es selectivo y solo inocula veneno al enemigo digno de su ataque.
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—Deberías casarte con un barón aquitano: lo que es de Aquitania, que permanezca en Aquitania —le dije—. Y atiéndeme. A partir de ahora has de vestir siempre como una reina. Usa chapines que eleven tu estatura, encarga vestidos de cola larga. La envergadura también es importante, exagera los hombros, cuellos siempre elevados, tienes que imponer autoridad. Haz que tu presencia sea siempre soberbia, usa la riqueza de nuestra familia a tu favor. Viste como no puede vestir ninguna otra mujer. No te quites nunca la corona ducal, ni frente a tus damas, ni cuando duermas o te bañen. Todos, siempre, cercanos y lejanos, han de recordar que tú gobiernas Aquitania. Exagera todas tus apariciones, que sea unespectáculo verte. Que tu séquito supere siempre en número a los de tus rivales, rodéate siempre de ruido y música, que los trovadores te precedan y que cierren tus apariciones. Atúrdelos con los cinco sentidos. Los colores de los vestidos de tus damas han de ser los más vistosos. Y que lancen flores a tus pies, deja una estela a tu paso cuyo perfume perdure. Usa la exuberancia de nuestra tierra para alzarte sobre los demás. No pueden percibirte débil, no van a tener ninguna piedad contigo. Proyecta fortaleza, luz y brillo, que no vean nunca más a la niña muda. No permitas que escriban en las crónicas que un día te negaste a hablar. No pueden atribuirte ni un solo rasgo de debilidad. Si quieres ganarte a los aquitanos, tienes que ser digna sucesora de tu padre y de tu abuelo, aquí estamos acostumbrados a que hombres fieros nos gobiernen. Sé tú más fiera que ellos. + Leer más |
La novela es interesante. Se aprecia la documentación histórica. La autora ha trabajado largamente y se nota. La prosa es muy cuidada. Tengo dos puntos que me parece que hacen desmerecer el trabajo: No hay una coherencia en la inclusión de la mayor parte de los narradores en primera persona. La novela inicia con la presentación de la protagonista. Muy pertinente. Después siguen narraciones de otros personajes que hablan también en primera persona, sin una justificación. El otro punto es la similitud de las voces de los personajes, sobre todo al principio, cuando interviene Rai. Habla igual. Me llama la atención la pluralización del apellido "Capetos". Por lo demás, la obra se lee rápidamente y se disfruta. |
Olvida al enemigo del pasado. No pienses en él, no vuelvas al lugar donde fuiste herida.
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Ejecuta como un escorpión, su aguijón es selectivo y solo inocula veneno al enemigo digno de su ataque.
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Oblígate a ser testigo de las consecuencias de tus decisiones.
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Espero que cuando nos reencontremos en el infierno me dejéis descansar de una maldita vez.
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Si alguna vez fui un bello escorpión para él, una fascinante especie a la que evitar, a partir de entonces guardé el aguijón en su presencia.
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?