Apericuentos: Bocados de letras

¿Sabríais decir cuáles son los sabores de vuestra vida?

Los míos: el pollo al curry, la tarta de la abuela, el conejo guisado, el pavo relleno de Navidad… Todos sabores y comidas que me transportan a momentos de mi vida. Porque, si lo pensáis, la comida siempre nos acompaña en momentos cruciales de nuestras vidas.

En “Apericuentos” la autora a través de relatos cortos, agrupados por sabores, relata no solo sensaciones, vivencias y experiencias relacionadas con alimentos o platos, sino que se vale de sabores como amargo, dulce o ácido para relatar los sentimientos de sus múltiples personajes.

Relatos en los que encontramos comidas y sabores de la infancia, experiencias más adultas, sensaciones relacionadas con la gastronomía que todos hemos vivido.
Son relatos de diversa temática, que no solo hacen un recorrido por la gastronomía y los sabores internacionales, sino también te hacen viajar por el mundo.

Es un libro dinámico, de fácil lectura, perfecto para leer con una copa de vino al lado y un buen jamón recién cortado. Encontrarás relatos con los que te identifiques más, y otros con los que te identifiques menos pero, como os decía, la comida está siempre en los momentos más importantes de nuestra vida.

Recordad el colegio, los recreos y sus míticos bocadillos de nocilla, las Navidades y sus tradicionales comilonas interminables, vuestra boda, con ese menú soñado y pensado al milímetro, la primera tarta que hicisteis o el primero guiso que conseguisteis cocinar.

Lo que más me ha gustado de los relatos de Alba ha sido transportarme a distintas etapas de mi vida, a mi infancia, a mi adolescencia, a esas Navidades familiares (que hoy parecen tan lejanas), o al primer brownie que conseguí hornear.

Porque, seamos sinceros, somos amantes de la lectura pero, ¿la comida? La comida es lo mejor del mundo mundial.

Creo que es un libro perfecto para superar un bloqueo lector así como para revivir sensaciones y recuerdos que tenemos ligados a nuestros platos y sabores favoritos. Me he sentido identificada con muchos de los relatos, he saboreado cada palabra, me ha transmitido mucho más que hambre, porque al fin y al cabo, todos los momentos especiales están acompañados de buenas comidas.

Hay sabores que permanecen con nosotros toda la vida. ⁣
Hay momentos que están aderezados con las especias más especiales. ⁣
Hay instantes que se sienten mejor con el estómago lleno o situaciones que se curan a base de fuego y cocina. ⁣
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Apericuentos es una selección de historias cortas en las que sentimos, desde la primera a la última, el poder de la comida: esos olores que nos hacen viajar por recuerdos de la infancia, o esos sabores que nos recuerdan a personas queridas, que incluso que puede que ya no estén, pero que siguen impregnadas en cada rincón, como esos olores que no se van de la cocina. ⁣
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Cada relato es especial, y está lleno del olor a pan recién hecho, de momentos compartidos en los fogones con personas especiales o de esas veces en las que la comida ha sido el ingrediente perfecto de una velada inolvidable. ⁣
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Algunas son historias divertidas, otras están llenas de emoción y nostalgia, pero todas nos llevan a la reflexión de que la vida sabe mejor con un buen acompañamiento, con momentos compartidos en familia mientras haces "magia" con lo que encuentras en la nevera o simplemente disfrutando de una buena copa de vino porque te lo mereces. Hay sabores que siempre nos recuerdan a nuestro hogar, sabores difíciles de olvidar. Y la comida siempre nos une a los demás, nos conecta de una manera difícil de olvidar. ⁣
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Me ha encantado impregnarme del olor de estos relatos, sentirlos como si estuviera cerca de una cocina, disfrutando de cada plato o de cada sabor mencionado. Me ha impresionado la capacidad de la autora de crear historias con una temática variadísima y con una forma muy original de relacionar el argumento con la comida. Ha sido una delicia leerlos. ⁣
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Lo recomiendo muchísimo y una advertencia: les entrará mucha hambre y les apetecerá meterse en la cocina a experimentar. ⁣
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Cuando te adentras en cada uno de estos relatos, divididos en cinco sabores (ácidos, dulces, salados, picantes, amargos y umamis) te das cuenta de que no se trata solo de comida, que al leer la experiencia sensorial es completa, porque al fin y al cabo la comida es algo que va mucho más allá del sentido del gusto. Y sí, empiezas a tener hambre, mucha hambre...
Cada relato, introducido por una frase de un chef famoso, te hace saborear cada alimento, oler su aroma al cocinarse, contemplar la magia de los colores en el plato, tocar su textura e incluso oír en tu imaginación el ruido (o música) de una cocina o el de la voz de una abuela que canta mientras cocina. Pero lo que es más importante, es que cada uno de estos intensos relatos conlleva en ellos una serie de emociones y recuerdos asociados a la experiencia culinaria, desde el origen de los alimentos hasta su degustación.
Los protagonistas son cualquiera de los roles que se pueden desempeñar en el mundo culinario: los comensales, los camareros, los cocineros y los pinches de cocina (profesionales o no), los dueños de restaurantes y el potencial creativo y de disfrute de la comida que envuelve todo.
Mi relato favorito, por su ternura y porque me encanta preparar mermelada y adoro cuando toda la casa me huele a fresas es La mermelada de Nana.
Y también dentro de los dulces (no puedo evitarlo porque es mi sabor predilecto) me quedo con El Helado mágico.
Y por cierto, ¿sabes lo que es el sabor Umami? Yo no lo sabía antes de leer este libro, así que ya estás tardando en lanzarte en descubrirlo.

Un montón de relatos diferenciados por sabores que te hacen soñar, reir e incluso ponerte triste.

La autora ha conseguido con pocas palabras que nos podamos imaginar perfectamente las situaciones (reales y ficticias). Usa todos los sentidos para hacer la experiencia mucho más compleja: un olor lo que evoca un recuerdo y se convierte en una historia; un color o el tacto de un alimento que genera un relato; a veces una comida en sí o la profesión del protagonista sirve de detonante para crear algo.

He disfrutado de varios de los relatos, especialmente entre los amargos y los picantes pues me han parecido los más cercanos y reales. Pero lo bueno de este libro es que cada persona puede identificarse con uno distinto y por tanto la vivencia es diferente según la propia experiencia.
De hecho, este libro llegó a mis manos gracias a una lectura conjunta y precisamente me encontré que a otras de mis compañeras les gustaban más los relatos del sabor dulce y sin embargo a mí no me parecían tan cercanos. Así que es cierto que, al tratarse de muchos pequeños relatos, cada persona puede encontrar uno que le recuerde a algo vivido o le represente porque toca su profesión o algún momento de su vida.

Se nota que la autora ha cuidado con mimo cada historia y que más de una tiene parte de ella pues hay detalles que se nota que le pertenecen.
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