Todo el mundo sabia que no confiaba en nadie. Salvo, quiza, en su angel
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Todo el mundo sabia que no confiaba en nadie. Salvo, quiza, en su angel
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Era la soberana de una nacion resplandeciente, pero rodeada de reyes ambiciosos que deseaban ampliar su territorio
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¿Cómo podría sobrevivir en Gorlian? Siempre había creído estar por encima de los seres humanos. Ahora tendría que aprender a vivir como un animal: chapoteando en aquel barrizal, durmiendo en agujeros pestilentes, alimentándose de sapos y peces viscosos o de carne de engendro, viviendo entre delincuentes embrutecidos… No, nunca podría. Se miró las alas con tristeza. Caían por su espalda, lacias y sucias, sin menor gracia. Se preguntó si algún día volvería a alzarlas para volar de nuevo, blancas como la espuma de mar. |
«Somos grandes, alitas. Y nada…» -Nada podrá pararnos -susurró Ahriel, con los ojos llenos de lágrimas. |
No. Ahriel ya no era un ángel porque podía elegir su destino y tomar sus propias decisiones. Y entonces comprendió que ya no debía preocuparla el hecho de ser o no ser un ángel o una humana. Porque ella era, simplemente, Ahriel.
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¿De qué nacionalidad es la autora?