El coronel comprobó que cuarenta años de vida común, de hambre común, de sufrimientos comunes, no le habían bastado para conocer a su esposa. Sintió que algo había envejecido también en el amor.
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El coronel comprobó que cuarenta años de vida común, de hambre común, de sufrimientos comunes, no le habían bastado para conocer a su esposa. Sintió que algo había envejecido también en el amor.
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—La ilusión no se come —dijo ella. —No se come, pero alimenta —replicó el coronel—. Es algo así como las pastillas milagrosas |
Así es -suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventado.
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Era tan menuda y elástica que cuando transitaba con sus babuchas de pana y su traje negro enteramente cerrado parecía tener ma virtud de pasar a través de las paredes. Pero antes de las doce había recobrado su intensidad, su peso humano. En la cama era un vacío.
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«Desde que hay censura los periódicos no hablan sino de Europa», dijo. «Lo mejor será que los europeos se vengan para acá y que nosotros nos vayamos para Europa. Así sabrá todo el mundo lo que pasa en su respectivo país.»
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Así la vida es un soplo.
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Varias veces he puesto a hervir piedras para que los vecinos no sepan que tenemos muchos días de no poner la olla.
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- Así es - suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventando.
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La ilusión no se come -dijo ella. -No se come, pero alimenta - replicó el coronel.
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La ingratitud humana no tiene límites.
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¿Con qué frase empieza esta novela?