- Así es - suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventando.
|
- Así es - suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventando.
|
La ilusión no se come -dijo ella. -No se come, pero alimenta - replicó el coronel.
|
Era tan menuda y elástica que cuando transitaba con sus babuchas de pana y su traje negro enteramente cerrado parecía tener ma virtud de pasar a través de las paredes. Pero antes de las doce había recobrado su intensidad, su peso humano. En la cama era un vacío.
|
«Desde que hay censura los periódicos no hablan sino de Europa», dijo. «Lo mejor será que los europeos se vengan para acá y que nosotros nos vayamos para Europa. Así sabrá todo el mundo lo que pasa en su respectivo país.»
|
- La ilusión no se come - dijo ella. - No se come, pero alimenta - replicó el coronel. |
El coronel comprobó que cuarenta años de vida común, de hambre común, de sufrimientos comunes, no le habían bastado para conocer a su esposa. Sintió que algo había envejecido también en el amor.
|
Así es -suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventado.
|
—Dime, qué comemos. [...] —Mierda. |
Lo peor de la mala situación es que lo obliga a uno a decir mentiras.
|
Durante cincuenta y seis años -desde cuando terminó la última guerra civil- el coronel no había hecho nada distinto de esperar.
|
¿Con qué frase empieza esta novela?