Cuenta a las abejas que me fui

Pero la guerra es la guerra, Sassenach. El honor sólo te hace un poco más fácil soportarte a ti mismo después.

A William lo habían educado para mostrarse cortés incluso en las circunstancias más desfavorables, y por eso se limitó a pinchar con el tenedor un poco de carne de conejo en lugar de utilizarlo para clavarselo a Fungo en la garganta...

Les diré una sola cosa a todos ustedes, a charaidean. Y no es una frase mía, sino algo que decían nuestros antepasados, hace cuatrocientos años.- (...)
mientras queden al menos cien de nosotros con vida, jamás nos someteremos al dominio inglés. No es en verdad, por la gloria, ni por las riquezas, ni por los honores por lo que luchamos (...) sino por la libertad, sólo por ella, que ningún hombre honrado entrega salvo con la vida misma.

Vosotras cuidaréis de ella, ¿verdad? - dijo por fin, hablándoles a las abejas en voz baja-. Si ella acude a vosotras y dice que yo me he ido, le daréis de comer y le prestaréis atención? (...)
- Os la confío - concluyó por fin, y se dio la vuelta para marcharse, sintiendo el corazón más ligero en el pecho" (...)

Si el autor consideró importante escribirlo, valdrá la pena leerlo. No quiero perderme ni una sola palabra.