Mañana y tarde

Ustedes habrán oído infinidad de veces esa leyenda que cuenta que en el último instante de nuestra vida esta pasa por nuestra mente como si de una película se tratase. Algo así le ocurre a Johannes, el protagonista de esta historia, del que su autor nos narra en poco más de diez páginas el momento de su nacimiento —el nerviosismo del padre, los dolores de la madre, las preocupaciones de ambos, la ilusión por la nueva vida que comienza— para pasar de inmediato a reproducir esa película postrera que va a ocupar las setenta y cinco páginas restantes y que solo el bello estilo del autor consigue mantener a flote: Johannes es un hombre con una vida tan libre de altibajos que solo unos pocos y corrientes sucesos parecen ser dignos de ser recordados.

«Mañana y tarde» termina siendo como uno de esos cuentos infantiles escritos con el fin de ayudar al niño a superar un problema o afrontar un miedo. En este caso se trata del miedo a la muerte, a lo que pueda o no haber tras la muerte, y Fosse lo resuelve de una forma muy inocente... aunque quizás no haya una forma mejor para muchos de afrontar ese miedo si nos atenemos al éxito que en este asunto han tenido siempre las religiones, cosa que el autor debe pensar también pues su solución no es muy distinta de la que estas ofrecen.

La personalidad de Johannes también era proclive a estas formas de escape, y quizás por eso no se llevaba bien con su padre, que el día de su nacimiento decía:

“El niño vendrá al frío de este mundo y aquí estará solo, separado de Marta, separado de todos los demás, estará solo aquí, siempre solo, y luego, cuando todo haya acabado, cuando llegue su hora, se descompondrá y volverá a la nada de la que salió, de la nada a la nada, ese es el curso de la vida”

Yo, en cambio, creo que me hubiera llevado bien con él, y solo habría añadido a sus palabras aquello que decía el ínclito y maravilloso, el de los dedos vertiginosos, el gran portento que era Javier Krahe: “Tranquilo puedo vivirme mi historia / sabiendo que a las puertas de la gloria / mi nariz no se asoma / la muerte no me llena de tristeza / las flores que saldrán por mi cabeza / algo darán de aro-o-ma.

Tienes que leer a Jon Fosse, piensa Johannes. Tienes que leer al Premio Nobel de Literatura 2023, piensa Johannes. Hay gente que ama mi escritura y gente que la odia, dice Jon Fosse. Yo la he amado, dice Aitor Castrillo. Ha sido una novela muy original que me ha sorprendido, dice Aitor Castrillo. Las frases cortas y la musicalidad de las repeticiones me han trasladado a otra dimensión, dice Aitor Castrillo.

“¿Y adónde vamos? dice Johannes. Ay, ya estás preguntando como si aún vivieras, dice Peter. ¿A ninguna parte? dice Johannes. Allí adonde vamos no es ningún lugar, y por eso tampoco tiene nombre, dice Peter ¿Es peligroso? dice Johannes. No, peligroso no, dice Peter. Peligroso es una palabra, no hay palabras allí adonde vamos, dice Peter”.

Me ha gustado conocer a Johannes, dice Aitor Castrillo. Me ha gustado leer a Jon Fosse, dice Aitor Castrillo.

Autor noruego, último premio Nobel, del que yo no sabía nada. Y qué gran descubrimiento ha sido. Según dicen, merecedor del galardón por su capacidad de innovar y "dar voz a lo indecible". Y realmente en esta novela breve lo consigue.

Mañana y tarde, dos momentos. Vida y muerte, dos suspiros. Inicio y fin, y en medio la vida. Dos capítulos, pocas páginas, para contarnos una inmensidad.

Con el relato de un parto se inicia la novela, y los pensamientos del padre proyectan el futuro, los miedos, la incertidumbre. Lo sigue el relato de ese hijo, Johannes, después de una vida ya pasada. En él nos cuenta su rutina, de forma desordenada, envuelto en recuerdos, añoranza, melancolía, soledad, vejez. La cotidianidad de un día igual a todos pero en el que se percibe algo distinto. Su flujo de conciencia vuela libre por las páginas, una bruma imperceptible lo envuelve. Sus pensamientos son confusos, repetitivos. En ellos pesan los detalles, la sencillez de lo vivido. Un sutil halo de misterio se enreda entre las palabras, se intuye y se percibe algo que no encaja, te mantiene alerta, te hace dudar de lo leído.

Con un estilo minimalista, descripciones precisas y una atmósfera típica de los pueblos nórdicos y escrito en una tercera persona que se siente cercana, íntima y llena de emociones, consigue hablarnos del sentido de la vida, de lo efímero de nuestra existencia, de la belleza que hay en el nacimiento y en la muerte. de la magia que envuelve los dos momentos más importantes de nuestra existencia.
Hace fácil lo difícil.

Una escritura innovadora, poco convencional, con ausencia de puntos, uso peculiar del diálogo, saltos de línea y un uso restringido de las mayúsculas, que se percibe extraña al inicio, pero que llena de musicalidad el texto y consigue un ritmo hipnótico que envuelve al lector de principio a fin. Una pequeña joya que no debéis dejar escapar.

Después de haber leído hace poco a otro autor nórdico, Knut Hamsun, siento que tienen algo en común provocado quizás por esos inhóspitos paisajes y el carácter introspectivo de sus gentes.

«Dios para nada omnipotente»
 
Esta lectura llega seis años tarde.
 
El 30 de marzo de hace seis años mi padre y yo pasábamos nuestras últimas horas juntos en el hospital, el cáncer se lo llevaba tras tres años de conversación, de oportunidad. Él lo sabía y yo también. No sé en qué momento de la noche me preguntó, ¿mañana dónde estaré?
                Las veinte primeras páginas me parecen la más hermosa declaración de amor, ¿Estás bien, Marta?, dice Olai. Hay miedo en el texto, un pensamiento recurrente, todo en la vida le ha sonreído, pero el mal existe, y si ahora hace presencia, se atormenta con escenarios terribles, se reconduce, pero se boicotea, asume el peor de los casos, la muerte de Marta «… este mundo tiene que gobernarlo en gran medida un dios inferior, o el mismísimo Maligno…». ¿Cuántas veces dice que la ama? El texto está lleno de amor. Estas páginas solo crean la atmosfera que desea que entendamos, el nacimiento de Johannes está rodeado de amor, es un hijo más que deseado, no hay ni una grieta por la que se cuele la soledad. Marta estuvo acompañada por Olai.   
                Jon Fosse tiene una prosa cargada de emociones y sentimientos, el amor, la perdida, la soledad… Lo importante no es la vida de Johannes, lo que hizo durante todos esos años o lo que dejó de hacer, nos dice de corrido que no se hablaba con su padre, que discutió con Erna la noche de antes, pero no se para en esos sentimientos, prosigue, ¿qué es lo importante para Fosse? ¿Qué nos quiere contar? Lo importante son las primeras horas, sí, pero también las últimas, el texto tiene algo de tiempo límite. ¿Qué papel desempeña la hija menor? La ausencia de soledad. Soledad. Soledad. La casa desde que Erna se fue esta fría, por mucha leña que eche, oscura, por mucha luz que ponga, soledad, que lo devora todo, el calor y la luz, las ganas de levantarse, el miedo a que tras esta vida solo quede soledad. SOLEDAD. 
¿Mañana y tarde está escrita para el lector o para él?  
Más que recomendable. Reconozco el miedo a la soledad, lo huelo desde lejos, es el mismo que yo tengo, no quiero morir sola. 
 

El Premio Nobel de Literatura del 2023 narra en escasas 100 páginas el nacimiento y muerte años después de una persona, Johannes. Lo primero que me ha llamado la atención es la forma de escribir, sin prácticamente puntos. Frases enormes, pensamientos repetitivos y extensisimos. Me ha resultado desde luego llamativo y algo chocante. Me gusta, sin embargo, como Johannes recuerda ya muerto, no lo importante de su vida, sino lo más cotidiano. La belleza de la vida, la rutina y los seres queridos . Un libro peculiar.

“Padre Johannes siempre prefería estar solo, el mejor consuelo es estar solo”
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Vaya incursión con Fosse he tenido con esta novela. A ver, de entrada me llamó muchísimo la atención la sinopsis, que me leí, y para mi gusto creo que elimina el factor sorpresa del libro. Os recomiendo que vayáis a ciegas.

El libro lo compré en un arrebato porque quería leer algo de Fosse. Sí, había oído que su estilo era muy particular, y efectivamente lo es. Cuando leí el primer capítulo dije “pero esto qué es… ”, pero una vez que te despojas de todas las ideas preconcebidas sobre la escritura y te dejas llevar por donde quiere el autor, todo fluye.

Desde ese momento te adentras en esa cabeza, que escribe igual que piensa, que transita por diferentes momentos y lugares sin apenas darte cuenta. Es un estilo narrativo repetitivo (en el mejor de los sentidos) y que casi desvela la obsesión del protagonista.

Una de las cosas que más me han llamado la atención de su estilo es la forma en la que cambia la voz narrativa, pasando de esa primera persona a una tercera persona. Transita así entre el mundo interior de su protagonista con una narración en primera persona, y lo externo, con un narrador omnisciente. Pero es que me ha sorprendido la forma en la que tiene de hacerlo, que apenas se percibe y, cuando te das cuenta, estás leyendo la historia desde otra perspectiva.

Me ha sorprendido y me ha gustado mucho descubrir a Fosse.

Esta reseña puede contener SPOILERS (parecidos a lo que dice la sinopsis).

Nada más terminar el año pasado Blancura, la primera novela que leía de Jon Fosse, lo primero que hice fue ir al catálogo de ebiblio a ver qué más tenían de él para seguir leyéndolo. Mañana y tarde ya lo tenía fichado, así que ese fue el elegido (también porque era el único, no nos vamos a engañar 😅).

No suelo hacer reseñas con spoilers y esta no sé si lo es porque ya en sinopsis oficial lo dice todo, pero si no os gusta saber demasiado antes de leer, os recomiendo ir sin saber nada.

En mañana y tarde veremos el nacimiento y fallecimiento de Johannes. Empieza con el día de su nacimiento, narrándolo de una manera peculiar, para, en el capítulo siguiente, mostrarnos su último día de vida.

Si Blancura me encantó por su estilo, aquí es prácticamente el mismo, estilo directo, "simple", redundante, que crea una atmósfera atrapante en la que no sabes muy bien por dónde van a ir los tiros al principio, pero que poco a poco te va guiando hacia ese final que ya ves venir, pero disfrutas de su camino. Es verdad que ya no me ha sorprendido tanto su escritura pero aún así he seguido disfrutando de su buen hacer, leyendo páginas y páginas del tirón casi sin enterarme.

Otra novela de la que salgo encantado del reciente ganador del Premio Nobel de Literatura, al que os animo a conocer con alguna de sus novelas breves para adentraros en su estilo.

Pues sí, no había ni oído hablar de Jon Fosse hasta que le han dado el Premio Nobel y tuve que preguntarme ¿y este quién es? Generalmente no es que corra a comprarme los libros de los premios Nobel (ni cualquier otro premio) pero le eché un vistazo y me llamó, la verdad. Y gran acierto al menos esta novela de “Mañana y tarde”.

Una novela breve (102 páginas, se despacha en nada y menos) que sin embargo condensa la vida entera de Johannes aunque solo narra el día de su nacimiento y el de su muerte. Es una vida sencilla, pero Fosse reflexiones sobre esa brevedad en la existencia y la importancia de lo que realmente dejamos: el amor, la amistad, la familia y también el espacio físico conocido y amado precisamente por ser una constante vital. En el caso de Johannes, pescador, el barco, el puerto, el mar, su cocina…

Un relato conmovedor que ensalza los detalles con una técnica narrativa brillante. Y es que Fosse genera un diálogo interior continuo, fluido, natural, en el que más que atrapar hipnotiza al lector, diluye al propio lector en Johannes, en la voz del padre de Johannes el día de su nacimiento o incluso en la hija de Johannes. Y salta de uno a otro con maestría, sin perder brío, en un equilibrio y sincronía de precisión asombrosa.

#MañanaYTarde de #JonFosse (2000) | @nordica_libros y @deconatus 📚

En este libro, de no mucha extensión, Fosse nos lleva a una vida, nos presenta el nacimiento y también la muerte de Johannes. Algo que puede mostrarse de multitud de formas, pero Fosse consigue impactar y también emocionar al lector con una sencillez pasmosa, con gran belleza y peculiaridad en su narración. de forma aparentemente simple, sin serlo realmente, se lanza a contar con un formato singular y un narrador en tercera persona que nos lleva a todo lo que piensa y siente el protagonista. Vamos danzando por un texto sin puntos, donde se enlaza idea con idea; así nos lleva de manera maravillosa, muy emotiva y sin parecer intentarlo —como si le saliera solo—, a la llegada al mundo de este hombre (en ese principio accedemos a este acontecimiento a través de su padre) y luego, nos conduce a su salida y a cómo va siendo consciente de la misma.

Se nos cuenta un despertar mañanero un tanto extraño que tiene Johannes, él no sabe bien qué ocurre, todo a su alrededor parece estar como ha de estar, como siempre, pero no, no del todo... Empiezan a pasar cosas raras, se siente distinto, se encuentra con personas con las que en teoría no debería encontrarse; parecen darse saltos en el tiempo e incluso visiones. ¿Estará alucinando? No lo sabe, quizás su cabeza le está jugando una mala pasada, pero parece tan real... La cosa es que todo parece estar como de costumbre, aunque sin llegar a estarlo.

Curiosísimo como el autor nos lleva a esta vida, a sus experiencias, a sus relaciones familiares, a sus personas y momentos vitales importantes de una manera tan especial, tan espiritual, tan emocional, con tacto y belleza, todo a la vez, me ha gustado mucho. Se habla de amor y de amistad, de familia, de soledad, de vejez, de la vida y la muerte... del paso del tiempo. de la mañana y la tarde.

Fosse no tiene un estilo enrevesado, ni complicado, son más complejos los temas, pensamientos y sensaciones que transmite, que cómo nos los transmite —y supongo que ese es su mayor talento, esa facilidad con la que expresa lo difícil—.

Seguiré leyéndolo, sin duda. 💯
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