La segunda venida de Hilda Bustamante

Qué sorpresa cuando de nuevo me encuentro con otra abuela y su nieta, esta vez adoptiva, regalándonos otra bella historia, entrañable, además de original y diferente.

¿Que harías si vuestro ser querido volviera a la vida después de muerto? ¿Qué sentiríais si pudiérais volver a abrazarlo, decirle todo lo que no dio tiempo? Una segunda oportunidad para volver a querer, para compartir de nuevo el tiempo, el amor.

Un año había pasado desde la muerte de Hilda, una mujer de 79 años, cuando desde su tumba un aliento de vida le hace notar la boca llena de gusanos y la estrechez de un espacio cerrado que sin ser consciente del lugar en el que se encuentra logrará salir a la superficie y regresar a su casa. al hogar donde se encuentra Álvaro, el amor de su vida, y Gabriela y Amelia, su hija y nieta postizas y por supuesto sus amigas, las "chicas de la iglesia".

Momentos emotivos salpicados de humor. Momentos sazonados de realismo mágico con extraños sucesos que acompañarán la resurrección de Hilda. Momentos de segundas oportunidades para recuperar vínculos afectivos en el punto en que se dejaron. Momentos para que el recuerdo de Hilda que nunca murió se haga realidad.

Una historia llena de contrastes que es alegre y triste a la vez, que habla de duelo y muerte, pero también nos habla de amor, de buscar la felicidad en los pequeños detalles, de recuerdo y esperanza. de los vínculos afectivos que nunca mueren.

Una lectura que en su sencillez transmite magia. Una historia con un inicio muy sugerente y un final que te deja con un pellizco en el corazón. Una narración con personajes entrañables y capítulos cortos, que se lee en un suspiro y en su brevedad esconde el embrujo de la sutileza, que aún tocando temas con los que hubiera podido profundizar no le es necesario.

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Hay novelas que te atrapan. Apenas comienzas las primeras líneas, ya estás dentro. Todos tus sentidos pertenecen a otra realidad, la suya. Y la desconexión con el mundo durará lo que se tarde en llegar a la última página.

La segunda venida de Hilda Bustamante (Sigilo, 2023), de Salomé Esper posee una trama tan bien entretejida, que te será imposible dejar de leer. Antes de que te des cuenta te estarás preguntando: "Pero..., ¿esto está sucediendo?" Y te habrás enamorado de unos personajes maravillosos y, sobre todo, de la música. Esta es una novela tan musical que late al ritmo del corazón de su protagonista. Los lectores bailamos, nuestras emociones bailan porque la vida y la muerte es una eterna danza.

Con elementos que la unen al realismo mágico, unos capítulos breves y la genialidad de las notas color sangre, Esper logra el milagro y nos eleva, quién sabe a dónde, del duelo al reencuentro, del amor a la pérdida, para dejarnos con la historia dentro, tarareando lo imposible.

💬 ¿Te ha llegado su ternura?
💬 ¿Quién desearías que tuviera una "segunda venida"?
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Una ópera prima divertida y fresca. Otra historia de nietas y abuelas entrañable, en esta ocasión sin lazos consanguíneos para hacerla aún más admirable. Reconciliación, una "segunda" oportunidad para establecer los vínculos afectivos, una nueva ocasión para limar situaciones en el punto justo donde se dejaron, donde la muerte cortó de tajo la oportunidad de sanar. Hilda resucita, sale de su tumba, toca las campanas de su iglesia y la puerta de su casa, se presenta frente a sus seres queridos y estrechan esos lazos que su pronta muerte no les permitió estrechar. Una muerte que trae vida. Una historia de una segunda ocasión, esa que todos alguna vez queremos.
Plagada de realismo mágico, sorpresas y humor. Frases bien construidas, completitas de sentido y humanidad.
¿Y tú? ¿Qué harías si la vida te da la oportunidad de regresar a alguien desde la muerte? ¡A alguien muy querido! ¿Qué harías si el abrazo no dado, el beso que se quemó en la mejilla, las palabras no dichas, el tiempo no compartido, pudiera volverse a experimentar? Es una historia de amor a la vida y de redención, repleta de símbolos. Un pasaje onírico con un final que traerá agua a tus ojos y florecillas a tu corazón. Bonita, simpática e ingeniosa. Pasé un rato agradable.

"Rasgan, empujan, quiebran, corren, hasta encontrar su lugar, ahí donde pueden nutrirse sin esfuerzo, con uno o dos abrazos al día".

¿Qué harías si tuvieras la posibilidad de revivir o de volver a encontrarte con ese ser querido que tanto anhelas, sentir su aliento o simplemente un abrazo? Leer a Salome Esper es sentir que las segundas oportunidades existen.

A sus 79 años, Hilda Bustamante despierta de su tumba y se reencuentra con sus seres queridos. Álvaro su marido y Amelia, su nieta, no dan crédito a la situación, y lo que al principio les aterra, acaba convirtiéndose en un revoltijo de emociones y sentimientos.

Es inevitable ponerse en la piel de Álvaro, un marido que ha perdido a su compañera de vida y ese sufrimiento que trae consigo, lo transmite muy bien la autora. Aunque los habitantes del pueblo no dan crédito a los rumores que corren, a través de un realismo mágico, Salomé hace una reflexión sobre la vida, esos momentos que no aprovechamos con nuestros seres queridos o los instantes que se desvanecen y lamentamos no haber dado más de nosotros.

¿Qué harías si pudieras volver a estar con un ser querido?

Hilda tiene 79 años y un día le tocó morir.
Lo insólito es que tiempo después revive en su tumba y regresa a su casa para conmoción de Álvaro, el amor de su vida y su pequeña nieta adoptiva Amelia.

Con ésta original premisa nos adentramos en la vida de Hilda ♡♡♡
Mi querida Hilda con su piel delgada, Hilda, la de los ojos color caramelo, Hilda, la que no tuvo hijos y es abuela.
La chica Devota.

Qué bonito viaje emotivo y tan sensorial de reencuentros, anhelos , culpabilidades y también de mucho dolor por la pérdida de un ser querido y la extrañeza de ésa segunda oportunidad que nos brinda la vida para volver a estrechar lazos o bien saldar cuentas pendientes.

La prosa está dotada de una dulzura particular junto a toques de humor en ése vaivén entre lo onírico y la realidad.
La autora nos invita a reflexionar sobre la vida, la muerte, el duelo... Lo que implica la envoltura de un abrazo pero lo más insólito es encontrarse con las cosas en su sitio pero sin tener ningún recuerdo.
Visualizar los cambios en los que se quedan, como las cosas y personas con vida siguen creciendo y evolucionando cuando uno ya no es testigo de ello.

"Mamá Hilda" me ha recordado que debemos aprovechar y vivir cada instante de nuestra vida pero sobretodo lo más bello de la historia reside en ése final.

Viajamos al cementerio donde se encuentra el cuerpo de nuestra protagonista Hilda Bustamante. Una mujer que falleció a los 79 años y que un año después vuelve a la vida.

Rompe el ataúd y completamente aturdida regresa a su casa. Su esposo Álvaro y su adorada nieta adoptiva Amelia no entienden que ha pasado pero la alegría de tenerla de vuelta es tan grande que dejan a un lado esas preguntas, al menos por el momento.

La resurrección de Hilda sorprende a todo el pueblo, también a sus amigas que reaccionan de maneras diferentes ante el hecho de tener a Hilda de vuelta.

Una historia original, diferente con una narración que me ha sorprendido. Bien es cierto que no esta del todo castellanizado pero en este caso no ha sido un inconveniente y he podido disfrutar plenamente de la lectura.

Un libro corto que consigue transmitir tanto, con reflexiones que me han encantado y un final que no me esperaba.

Como es lógico, habla abiertamente de la vida y de la muerte, de lo que esperamos que pase y las consecuencias de nuestros actos. ¿Que pasaría si cuando todo se acaba tuviéramos una segunda oportunidad? ¿Cambiaríamos algo?

Una lectura de la cual he disfrutado, me ha sorprendido y sin duda os recomiendo.

La premisa de la que parte este libro es un deseo muy humano, casi universal: ¿quién no ha querido poder volver a disfrutar un poco más de esa persona a la que hemos perdido, poder volver a abrazarla, hablar algo más con ella?

Y así empieza esta novela: Hilda, una mujer que había fallecido hace unos meses, despierta inexplicablemente en su tumba y vuelve a su casa para estar con los suyos.
Con una prosa que es pulcra, cálida y sugerente, la autora va desgranando esta historia cuyos protagonistas reales son los sentimientos, los afectos, las ausencias... Y lo humano visto desde el anciano, el niño, el amigo, desde el religioso y desde el que no cree en nada, desde el que necesita y desde el que es necesitado.

Pero no es una historia triste. Hay tristeza, claro, pero mezclada con momentos llenos de humor, como la vida misma. No es una historia descorazonadora, aunque si deja de alguna manera el corazón encogido.

Para mi, La segunda venida de Hilda Bustamante ha sido una lectura tremendamente emotiva. Me ha parecido original, tierna y muy humana. Ya pienso en la relectura. Y ya la recomiendo a todo aquel que quiera escucharme…

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📚 La segunda venida de Hilda Bustamante
♀ Salomé Esper
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Cuando vi este libro, me llamó muchísimo la atención. La postrada con esos colores y además una mujer se levata de su tumba. Llevaba mi nombre. Cuando un libro se hace tan viral, intento alejarme para no caer en las altas expectativas, pero @citasy_letras me insistió en leerlo, en parte con ganas y parte con pánico, porque como muchos sabéis nuestros gustos no coinciden. Pero está vez , si &#xNaN
Así que un puntito en la boca para mí, porque he disfrutado mucho de la historia.

Hilda Bustamante se levanta de su tumba, un año después de ser enterrada, toca las campañas de la iglesia de su pueblo y entra por la puerta de su casa. Me ha gustado muchísimo ese humor negro durante la novela y esa segunda oportunidad que se le brinda a Hilda para poder despedirse correctamente de las personas que amó.

¿ Quién no ha deseado una segunda oportunidad para despedirse de alguien al que amamos una vez y no volverá? Tengo que reconocer que este libro me hizo pensar mucho en eso. ¿Qué le diría, que hablaría con ella? ¿Cómo vería esa persona la vida desde que no está? ¿Cómo se tomarían su regreso solo para despedirse?

El realismo mágico de la novela está muy bien contado. No es exagerado, que personalmente me molesta cuando de magia pasa al absurdo, en este caso me ha encantado. La parte que más disfruté fue el final. Me rompió un poco el corazón. Es bastante realista y creo que si pudiéramos, todos dejaríamos notas como la niña de la historia.

Así que si, lo recomiendo, se lee en nada. No le sobra ni le falta una coma, y este es un claro ejemplo de que una buena historia no necesita 500 páginas. Así que si buscáis una historia cortita, relacionada con la muerte pero muy suave este es un libro perfecto.

✴ ¿ Lo habéis leído?
✴ ¿ Como os sentís al leer este tipo de libros? ¿Os afectan mucho?

Confieso que lo primero que me cautivó de la novela fue su colorida y alegre portada. Pero, además, me he encontrado una historia muy bonita a la par que insólita.


Hilda falleció con 79 años. Llevaba un año muerta cuando súbitamente despertó, como si de un gran sueño se tratara, y una vez tomó conciencia de dónde estaba y porqué puso todo su empeño y fuerzas para abandonar su tumba.


Cuando sus seres queridos la descubren, tras la conmoción inicial, la reciben con los brazos abiertos. Especial y emotivo fue el gran abrazo que le dió su marido, Álvaro.


Al mismo tiempo en el entorno empiezan a ocurrir otros hechos extraños que de algún modo están relacionados.


Conoceremos a lo largo de los cortos capítulos que estructuran la novela, con una prosa sencilla y muy clara la historia de la vida adulta de Hilda. Especialmente, ahonda en los lazos de amor y amistad que ha ido forjando. Donde, además, se abordan el tema de la muerte y el duelo, cómo cada uno lo ha ido afrontado y cómo ello repercute en el modo de interpretar el despertar de Hilda. También se suscitan las normales preguntas de si ha vuelto para siempre, si estará bien por dentro, si tendrán que cambiarse de pueblo..


Una novela muy emocionante y emotiva, con pinceladas de humor. Pero también conmovedora y tierna al referirse a aquellos lazos forjados por el amor que perduran más allá de la muerte.


Y las dos últimas páginas no pueden ser más emocionantes y bonitas. Preciosa historia, hermoso libro.

Me encanta cuando de repente descubro una historia original y diferente, que se sale de lo común y te ofrece algo distinto y con personalidad. Es lo que me ha pasado con este libro, que habla de muerte y duelo, sí, pero desde una perspectiva un tanto peculiar.


Hilda falleció hace ya un tiempo pero, súbita e inesperadamente, abre los ojos, despierta y se da cuenta de que vuelve a estar viva. Ese primer capítulo de ella tomando consciencia de dónde está y lo que ha sucedido es brutal y muy impactante. Como puede, y tras un angustiante esfuerzo, consigue salir de su sepultura y regresar con su familia. 


¿Qué pasaría si volvieras a casa tras tanto tiempo mientras todos pensaban que nunca más regresarías? ¿Qué puede haber ocurrido en la vida de tus seres queridos en tu ausencia? ¿Cómo habrán vivido el duelo y ahora afrontarán tu inesperada vuelta? Todo esto es lo que plantea e ilustra esta historia. Y es a través de los distintos personajes que rodean a Hilda como vamos conociendo las distintas experiencias y formas de actuar frente a la pérdida que han tenido cada uno de ellos.


Podría pensarse que este es un libro triste, dramático, duro, pero mi asombro vino cuando fui descubriendo que para nada es así. Aunque sí tiene momentos un poco más amargos lo cierto es que la narración es de lo más entretenida y llena de toques de humor. Y eso es, sobretodo, gracias a Hilda, una protagonista que irradia luz y naturalidad. Es de esos personajes que se te meten dentro y no olvidas. Por su personalidad, su carácter, su forma de hablar y actuar, su espontaneidad y frescura.

Aunque también por todos los que la rodean, cada uno a su manera aporta algo especial a la narración y sirven como "excusa" para tratar también temas como la amistad, el matrimonio, la fe, el amor, la familia...


Una historia sencilla, entrañable, diferente y con ese toque de realismo mágico tan característico de la literatura latinoamericana pero esta vez luminoso y acogedor. Y con un final... ay qué final. Sin duda voy a seguir muy de cerca a Salomé Esper.