En busca del unicornio

Esta novela corta la encontré hará un par de años en plena calle a dos manzanas de mi casa sobre el respiradero de un garaje. Supongo que alguien la había dejado allí para que la cogiera el primero que se interesara por ella. Estaba medio lloviendo. Me picó la curiosidad, miré la contraportada y me la llevé. Todavía hoy huele a humedad. Leyéndola se siente uno trasladado al siglo XV, pero no sólo por la historia que cuenta, que es más que entretenida, sino por el lenguaje y las expresiones que utiliza el autor al escribir, que parecen salidas de la humilde pero florida y graciosa pluma del protagonista, Don Juan de Olid. Una auténtica y singular delicia.

Bonita novela que nos narra las aventuras de Juan de Reolid en el siglo XV, en un viaje que le encarga el rey Enrique IV de Castilla, desde España hasta el sur de África, donde pasa multitud de aventuras, calamidades, amores, desencuentros, peleas...
Algo que nos puede hacer la novela un poco más pesada es el modo de escribir Juan Eslava haciendo que el personaje nos narre en primera persona y acercándonos al lenguaje utilizado en esa época, pero a su vez es una forma brillante que tiene el escritor de acercarnos aún más a esa época.
Una gran novela que, sin duda alguna, era merecedora en su día del Premio Planeta. Os la recomiendo a los amantes de la novela histórica.
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Durante el reinado de Enrique IV de Castilla (el impotente) se envía una expedición a África en busca del cuerno de un unicornio, para hacer una pócima que haga que el Rey tenga un heredero varón, ya que la legitimidad de su hija Juana (la Beltraneja) está en entredicho. Una historia vista desde los ojos de un personaje ficticio: Juan, que nos hará ver las costumbres de la época, las supersticiones, hipocresia y miserias. Además de su mano iremos descubriendo África y sus tribus y entre risas y llantos llegarás a un final sorprendente. Esta novela ganó el premio planeta en el año 1987.. Cuando la leáis entenderéis el porqué.

Buen libro escrito por un historiador.
Una historia picaresca narrada en un estilo muy siglo XVI; la historia de un joven que parte en busca del unicornio para su Rey y Señor quien padece de una baja de su virilidad.
El hombre se lanza en una aventura en el continente africano que va a durar 17 anos !
Pasa por tantos y tantos percances y sufrimientos que no es imaginable decirlo. Y vuelve a España con un cuerno de rinoceronte pero ha pasado tanto tiempo y tanta gente ha muerto que ha vivido todo esta cruenta aventura por NADA sacrificando su vida, su fortuna y su salud por una quimera.

El libro empieza muy bien, con mucho humor incluso, pero a medida que transcurre la historia se van haciendo los acontecimientos (al menos, bajo mi percepción) cada vez más repetitivos, es una aventura que, siempre bajo mi punto de vista, se ha hecho demasiado larga y hace que pierdas el interés. Tampoco me ha gustado el final pero no digo nada por si lo leéis.

Elegí esta edición por la portada. Los tapices de la Dama del unicornio son una maravilla y el objetivo de este libro es conseguir el cuerno del unicornio. de los seis tapices de la colección, el de la portada del libro, representa el sentido de la Vista, con una diferencia con respecto a los demás: que la Dama está sentada. También, en este, el unicornio cobra más protagonismo al posar sus patas delanteras en las rodillas de la Dama y ésta, a su vez, hace el gesto de acariciarlo con la mano para que el animal se vea reflejado en el espejo. Aunque también podría valer el tapiz que representa el sentido del Tacto, porque en este se representa la Dama acariciando el cuerno del unicornio. En fin, me pregunto qué motivos habrá tenido el autor para elegir esta portada, que bien podría ser porque en ellos se representan las dos figuras indispensables para conseguir el cuerno: el unicornio y la dama.
En cuanto al contenido del libro, la narrativa es acorde a la época en que está situada la historia y al mismo tiempo es fácil de entender. Es una lectura muy amena, con momentos que te harán reír de verdad y otros no tanto. Las penurias del pobre Olid no tienen desperdicio. ¿Tanto sacrificio mereció la pena? Lo descubriréis al final.
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