Momo

Nadie parecía darse cuenta de que, según ahorraba tiempo, estaba ahorrando en realidad cosas bien diferentes. Nadie quería admitir que su vida cada vez era más pobre, más monótona y más fría

No hay que pensar nunca en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Solo hay que pensar en el siguiente paso, en la siguiente inspiración, en el siguiente barrido. Y una y otra vez, tan solo en lo siguiente

Todo el tiempo que no se percibe con el corazón está tan perdido como los colores del arco iris para un ciego o el canto de un pájaro para un sordo.

-- No te molestes - dijo-, no puedes medirte con nosotros.
Momo no cedió.
-- ¿Es que acaso a ti no te quiere nadie?- preguntó en un susurro.

Tenéis un corazón para percibir el tiempo. Y todo el tiempo que no se percibe con el corazón está tan perdido como los colores del arco iris para un ciego.

En su opinión, todas las desgracias de este mundo provenían de las muchas mentiras: tanto de las intencionadas, como también de las involuntarias, las que se debían a las prisas o a la imprecisión.

Cualquier cosa no quiere decir nada.

Algunas cosas necesitan su tiempo, y tiempo era la única riqueza que poseía Momo.

El tiempo el vida. Y la vida reside en el corazón.

Lo mas peligroso que existe son las ilusiones que se cumplen