Hoy acabo de terminar el único libro escrito por la actriz Carme Elias. Desde que me enteré que sufre Alzhéimer, sentí muchísima curiosidad por leerme su libro y poder empatizar más aún con la gente que sufre de esta silenciosa pero efectiva enfermedad. Son once capítulos, más su "poesía Alzheimérica" y un epílogo; acompañados de unas fotos que recorren desde su niñez hasta su vida adulta. Yo sabía que iba a tocarme la fibra sensible, pero no pensé que tanto. El capítulo 2 y el 11 para mí fueron los más desgarradores; llorando como una descosida... Que yo sepa, no he conocido a nadie (famoso o no) que escribiera un libro teniendo principio de Alzheimer; y para mí fue toda una revelación. Soy la primera en reconocer que no conozco a esta actriz porque no soy mucho de ir al teatro o de cine español, así que por eso no he podido dar todas las estrellas, ya que cuenta su vida como persona y como actriz de vocación llena de otros compañeros/as de oficio, directores y un largo etcétera. He llenado el libro de posits porque muchas cosas que dice llegan al fondo de tu alma. No quiero destripar nada, por lo que no sé si podría seguir escribiendo sin que se convierta en un spoiler, pero lo intentaré. Carme Elias deja su testimonio de lo que fue y es, ya que el "será" cada vez se irá desvaneciendo poco a poco por culpa de quien ella llama "su amigo Al" (Alzheimer), y preguntaréis "¿Por qué lo llama amigo si es algo malo ir perdiendo la mente?"; Porque ella piensa que tiene que convivir con él hasta que su mudanza en su memoria se complete. Lo llama de muchas formas a esa acción, "okupar su mente", "conviviendo con mi okupa" y otros títulos que tienen un sentido especial y nada agresivo. Es consciente de que su lucha es inútil, que es desigual y que saben todos quién acabará ganando, pero aún así pide a su compañero de piso al que se lleven bien, que su invasión aunque no sea tan agresiva y tenga tiempo todavía para ser ella misma (con ciertos despistes que siempre se perdonan pero que agradecería que la corrigieran), "él" acabará por engullir cada uno de sus recuerdos hasta que se quede en un cascarón vacío o uns actriz de mirada sin alma. Siento que para mí, Carme Elias cede un trozo importante de sus recuerdos y de su vida a la gente que compra su libro. Tenerlo en físico me hace pensar que soy su guardiana de la memoria, y por eso estoy agradecida de que haya decidido compartir su convivencia con al en el formato de la palabra escrita. El Alzheimer es discreto, pero me ha enseñado que no es un enemigo, porque tristemente tarde o temprano tu amigo al (si está presente en tu vida) será el que te arrebate tu sentir, tu pensar y tu ser. No conviene llevarse mal, porque igual así su okupación avanza con más lentitud, y te permite disfrutar más con quienes puedas. Elias es un claro ejemplo de superación y persistencia. Y reitero lo que dijo: Vivamos la vida con valentía, honestidad y claro que sí, mucho amor. + Leer más |