Él dice: -Antes de ti no sabía nada del sufrimiento... Creía que sabía, pero nada. Repite: Nada. |
Él dice: -Antes de ti no sabía nada del sufrimiento... Creía que sabía, pero nada. Repite: Nada. |
-Ya no puedo hacerte mía. Creía poder todavía. Ya no puedo. Luego se adormece. Luego vuelve a hablar. Dice: -Estoy muerto. Estoy desesperado. Tal vez nunca vuelva a hacer el amor. Nunca más pueda. |
Dice también: -Nada más ocurrirá en mi vida sino este amor por ti. |
Ella le habla, le dice que le quiere para siempre jamás. Cree que le querra toda la vida. Que a él le ocurrirá lo mismo. Que se han perdido los dos para siempre.
|
¿-De qué tienes miedo? ¿De los tigres o de la gente? Ella dice, grita: -De la gente. De ti. De ti. [...] |
[...] la mira muy fuerte y sus ojos se cierran ante el impacto del pensamiento atroz de perder a la niña. Dice: -He empezado a sufrir por la separación contigo. Me vuelvo loco... No puedo apartarte, es imposible, y voy a hacerlo, lo sé. |
-Para cuando mueras... da lo mismo. -Sí. Callan. Ella va a ponerse pegada a él. No pide nada. Dice: -Es cierto que nos dejaremos para siempre. Lo olvidábamos, ¿no crees? |
[...] son heroicos por haber soportado esas cosas. Su locura, ella. Dice que ya no espera nada. Sólo la muerte. La niña calla. Se prohibe llorar. Llora pese a todo. Ella decía que es igual en el mundo entero. Que así era la vida. |
Ella se mira a sí misma -se ha acercado a su imagen. Se acerca aún más. No se reconoce muy bien. No entiende qué ha pasado. Lo entenderá años más tarde: tiene ya el rostro destruido de toda su vida.
|
Es en la mitad que él sostiene sobre ella en la que se adivinaría que va a amarla, que no se equivoca. Él está en una especie de continua emoción, de que ella hable o calle. Para él, el amor habría podido empezar allí. La niña le llena de miedo y alegría.
|
¿Cuál de los siguientes libros fue escrito por Gustave Flaubert?