Una lágrima de arrepentimiento que cae de los ojos del culpable basta para apagar un lago de fuego
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Una lágrima de arrepentimiento que cae de los ojos del culpable basta para apagar un lago de fuego
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Satán permite que, por una hora, sus fantasmas pueblen la noche, y que esta sombra permanente se llene de alegría y ruido |
Somos gente de honor en el infierno
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Don Juan me dejó por otra mujer; esperé a su nueva amante y la golpeé. Mi crimen y mi muerte son de Don Juan.
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Has pasado en mis noches como yo pasé en las tuyas; y, si iluminé tu sueño, tú quemaste el mío
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¿Por cuál magia adivina usted mis más secretos pensamientos?
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Es la necesidad de amar y de ser amada; son los latidos de un corazón de dieciocho años lleno de sangre española; es la percepción todavía vaga de estas emociones deliciosas que el amor despertará más tarde en su alma; son presentimientos de una felicidad venidera que le parecen recuerdos perdidos de un pasado dichoso
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Si la contrario, el mundo que dejó le permanece presente con todas sus promesas, todos sus encantos, todas sus delicias; que, si su claustro le parece desierto, su celda estrecha, su vida desencantada, confíe en ti ...
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¡Estos caballeros orgullosos, creen, porque llevan una espada al costado, que solo ellos pueden vengarse, y que solo el hierro da la muerte!
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Si este hombre no es el demonio, es al menos la criatura humana que más se le parece
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¿Cuál de los siguientes libros fue escrito por Gustave Flaubert?