Marianne vive con su abuela en Bath, pero está bastante aburrida allí. Un día recibe la invitación de su hermana gemela Cecily, para pasar un tiempo en una gran casa de campo. Pero lo que ella piensa que va a ser un tiempo relajado, le llevará a vivir aventuras, intriga y amor. Además conocerá a un hombre misterioso, con el desarrollará una profunda amistad.
La pluma de la autora es bastante delicada, dándonos las descripciones necesarias, pero dejándonos en todo momento con ganas de seguir leyendo. La ambientación en el período de Regencia me ha encantado, es una época que me atrae mucho en las historias. Las normas que regían a la sociedad, protocolos, lugares,... hace de ella una lectura deliciosa.
La protagonista, Marianne, me ha gustado, es una chica a la que le encanta el campo, sencilla, pero con muchos traumas en su vida. En algunos momentos me ponía un poco nerviosa, ya que es un tanto indecisa e inocente. Su relación con su hermana me ha parecido un poco rara, ya que llevan tiempo viviendo separadas y Marianne vela por los intereses de Cecily, pero ésta mira más por sus propios gustos. En general, no he soportado las actitudes de Cecily, pero creo que la autora ha retratado muy bien su papel.
El personaje masculino me ha descolocado en algunos momentos, pero al ir conociendo mejor la razón de sus decisiones, me ha gustado más. Nos presenta a un hombre enamorado, que aunque no lo planeaba, le ayuda mucho a vencer algunos de sus problemas.
Una historia preciosa, con una ambientación ideal, unos personajes distintos pero nos ofrecen escenas muy bonitas, llena de aventuras, secretos, problemas del pasado,...
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