- ¿Que quería el niño, señora? - Mi mano- dijo Mamá - ¿Su mano? - Tenía miedo - ¡Ah! La Domi relajó su expresión y en sus ojos brillo una chispa de ternura: - A saber que tendrá la mano de una madre- dijo. Mamá adoptó un gesto duro para replicar: - Lo malo es luego- dijo-, el día que falta mamá o se dan cuenta de que Mamá siente los mismos temores que sienten ellos. Y lo peor es que eso ya no tiene remedio. |