La brutalidad de la adolescencia convertía a las chicas de entre trece y quince años de mi pueblo en unas fanáticas que robaban crin, algodón y lana
|
La brutalidad de la adolescencia convertía a las chicas de entre trece y quince años de mi pueblo en unas fanáticas que robaban crin, algodón y lana
|
"No hay palabras para cantar ni recuerdos concretos para ilustrar esos periodos, que desde la distancia tan sólo puedo comparar con destellos de un sueño feliz".
|
Una mujer enfurecida nos resulta imprevisible: nunca sabemos si nos tratará de "patán" con un aire de gran dignidad, o si intentará arrancarnos más uñas, o dejarnos sin nariz de un mordisco. Ni siquiera ella lo sabe, la furia le viene de muy atrás
|
Se perfectamente que entre amantes basta cualquier nimiedad para ensombrecer un ambiente electrizado
|
No hay palabras para cantar ni recuerdos para ilustrar esos períodos, que desde la distancia tan sólo puedo comparar con destellos de un sueño feliz.
|
¿No entiende por qué? No comprende que preferiría cualquier cosa antes que pelearme con una mujer, o con dos... Un combate de boxeo o incluso la guerra nos provoca menos miedo a los hombres, un miedo menos atenazador que el furor de una mujer.
|
No alejò su cuerpo del de él, sino que permaneció sumisa, solicita, y aún tuvo tiempo de murmurar las manidas palabras del rudimento amoroso que más muchachas balbucean a la espera de que el hombre les enseñe otras, o de que ellas mismas inventen palabras más bellas
|
Me impacientaba no comprender nada de una chiquilla que de noche corría por los bosques conmigo, pero que al oír los pasos o la voz de su madre se ponía pálida, le temblaban las rodillas y huía de mí como del fuego
|
Todo ha cambiado, ¿comprende? Tengo hambre, me despierto pensando en la mantequilla fresca, en la crema de leche, en le café, en el jamón ...
|
A veces Masson nos leía en voz alta el folletín de un diario, una novela pródiga en marquesas altivas, fiestas de disfraces en jardines de invierno, cupés arrastrados "al triple galope" por purasangres, muchachas expuestas a mil peligros, pálidas pero decididas
|
¿Cuál de los siguientes libros fue escrito por Gustave Flaubert?