Cuando acabe el invierno y volvamos a volar

A veces, un cambio radical de vida es lo único que necesitamos para comenzar de nuevo.

El duelo es amor que no tiene a donde ir.

Cuando un ser querido se va para siempre deja un hueco dentro de nosotros y similares que no existe es un error, porque ignorar que hubo alguien capaz de conseguir hacerse memorable en nuestra vida.

Una vez leí que lo más peligroso no es que en este mundo existan bombas nucleares, sino que existan personas con el poder y la maldad suficientes para activarlas.

Una vez leí que la muerte solo es un síntoma de que alguna vez hubo vida. Supongo que debería qiedarme con eso, con el recuerdo de la largar vida que tuvo mi abuela.

Cuando se trata de una persona a la que quieres tanto, no te paras a pensar que un dia va a faltar. Sería insostenible que todos los seres humanos vivieramos con el pensamiento constante de que nuestros seres queridos van a marcharse. Ni habría cuerpo o alma capaz de soportar tanto sufrimiento. Por eso duele tanto cuando llega la hora, porque, aunque sabemos que es ley de vida, no estamos preparados.

Dicen que las heridas sanan con el tiempo. No estoy de acuerdo. Hay heridas que, con el tiempo y las palabras adecuadas, sangran como si acabarán de abrirse.

A menudo, las cosas mas rutinarias de nuestra vida son las cosas que de verdad importan y merecen la pena.

La gente habla de la alegría y la tristeza, pero no todo el mundo habla de las ilusiones. Es raro porque se encargan de llevarte a un lado u otro de las emociones. Las ilusiones hacen que tengas algo por lo que levantarte. Crean metas que alcanzar y generan nuevas ilusiones.

La vida no va sobre mentirnos y sentirnos valientes cuando no es así. La vida va de seguir adelante cuando piensas que no puedes más. Sobre todo entonces. Cuando sigas adelante con dolor, rabia y el alma a medias, sabrás realmente lo valiente que eres; cuando el miedo rompa tus alas y vuelves más alto que nunca.