Siete agujas de coser

Esta novela me llamó mucho la atención, porque siempre me ha parecido que el coser tus propias prendas es como una artesanía, algo muy bonito, he hecho mis pinitos pero nada del otro mundo. Quería entrar en ese mundo y también en el Madrid de finales del siglo XX, cuando yo contaba con 12 años y no era consciente de todo lo que tenían que luchar las mujeres en esa época por hacerse un sitio y tomar sus propias decisiones, aunque ya se había avanzado algo, pero quedaba mucho por hacer, por eso me ha parecido increíble lo que lograron las mujeres protagonistas de esta novela. Ha sido una gozada descubrirlas.

Las protagonistas, a grandes rasgos son las siguientes:

Julia, que siempre soñó con tener su propia academia para compartir con otras mujeres el amor por la costura que su madre le transmitió desde pequeña.

Amelia, que acaba de quedarse viuda tras permanecer toda la vida a la sombra de su marido. Cuando decide ayudar a Julia a cumplir su sueño rompe con los corsés que la sociedad le ha impuesto.

Sara, una hija que cuida de su madre y necesita un respiro. Entró en la academia buscando un modo de evadirse de una vida monótona y anodina que la había alejado de sus sueños.

Catherine, que llegó a España en los años sesenta y es la voz de la sabiduría. Coser y compartir las historias de toda una vida la ayudarán a conectar con su juventud.

Margarita es mexicana, está casada con un diplomático, tiene dos hijos y, aunque lleva una vida cómoda, a veces se siente una extraña lejos de su hogar.

Laura, madre estresada, es una de esas mujeres que necesita demostrar al mundo que puede con todo, que es una gran profesional y una madre excelente. Pero también necesita tiempo para sí misma.

Marta, moderna y pizpireta, un poco alocada es la más joven de todas. Entró en la academia alentada por su abuela aunque sus intereses son muy distintos a los del resto de sus compañeras.

Amelia es la señora de Julia, ya empezó a servirle de pequeña aprendiendo junto a su madre tanto las tareas como la costura que a su madre se le daba como a los ángeles, y Julia heredó su don, tiene unas manos de oro para coser. Cuando su madre fallece, Julia pasa a seguir junto con la señora Amelia, que pese a tener una vitalidad envidiable, siempre ha estado supeditada a su marido, una hombre de una educación férrea, que no se llevaba bien con su hijo porque no compartían ideas y esto hizo que su hijo se marchara lejos, algo que siempre ha llevado Amelia como una herida en su corazón, perder a su hijo por culpa de su marido. Como Julia siempre estuvo a su lado, se convirtió un poco en esa hija que necesitaba, y paso a ser su costurera y acompañante. Ahora el marido de Amelia ha muerto, y lejos de hundirse, la mujer ha sacado toda la fuerza que tenía guardada y quiere encarar una nueva vida, hacer todo lo que ha dejado de hacer y recuperar a su hijo.

Amelia se encuentra con una fortuna en herencia que la sobrepasa, y no quiere hacer lo que las demás, obras de caridad por doquier. Es por esto que cuando Julia le habla de que quiere buscar un pequeñito local donde emplear sus ahorros para hacer arreglos y dedicarse por entero a la costura, aunque lo que más le gustaría sería montar una academia de costura, la veterana mujer ve una oportunidad para ambas. le propone hacerse socias, usar parte de la herencia para alquilar un local mucho más grande y de prestigio y así lograr su sueño, a ella le basta con la vidilla que le dará todo el movimiento de arreglar el local, decorarlo, estar en las clases, recomendar a sus amigas el trabajo de Julia para que le salgan muchos encargos... La muchacha piensa que es demasiado pero ve que Amelia está tan ilusionada o más que ella, parece que fuera al revés y el favor se lo hiciera ella aceptándola como socia. Y así, con este unión de dos mujeres de generaciones distintas, comienza esta bonita historia.

Primero empiezan los encargos que ya tenía Julia y después de tenerlo todo preparado con un gusto precioso (es una delicia leer como van encargando las telas, las máquinas de coser, el material, como pintan el local que es super conocido en el barrio), deciden ir un paso más allá y abrir plazas como escuela. No es fácil porque el trabajo que viene es mucho, pero deciden ir poco a poco y coger a 5 mujeres interesadas, de ellas Sara será la primera, y será junto con Julia y Amelia nuestra protagonista principal. Las otras mujeres son secundarias, sabremos sus vidas, sus intereses, compartirán secretos entre ellas, habrá algún tropiezo, se unirán cuando deban y se formará una amistad de esas tan bonitas que sólo puede haber entre mujeres de distintas generaciones, con distintos gustos, vidas y circunstancias. Como os digo, Sara será quien lleve el peso de la historia. Después de que ocurriera algo entre sus padres, ella, la soltera de los hermanos aunque tiene novio, Manu, un galán en toda regla, pero que le da bastantes plantones y no se compromete del todo, asumirá el papel de cuidar de su madre, abandonando así la carrera que estudiaba y quedándose a su cargo, intentando devolverle la alegría de vivir porque está sumida en una profunda depresión. Pero Sara por todo esto está desencantada de la vida y necesita nuevos alicientes. Un día de casualidad visita el local de Julia, que llama la atención por lo bonito que es, y decide apuntarse a sus clases. Todo cambiará para ella y para sus compañeras, que al final se harán una gran familia.

Entre patrones, medidas y zurzidos iremos conociendo las historias de todas estas mujeres, también los cambios de la época, los derechos femeninos, recordemos que estamos en 1991, año en el que la autora se mudó a Madrid, por lo que conoce muy bien ese momento, donde faltaba aún tanto por hacer por las mujeres. Pero más que eso, es muy bonito de leer como enseña Julia a sus niñas, como explica todo, como lo hace ameno, practican pronto, hace falta teoría, pero lo bonito llega pronto, y es empezar a cortar y confeccionar tus propias telas. Todo el que haya ido a clases de este tipo, sabrá que pueden ser super aburridas si sólo te ponen a hacer ojales, o a dibujar patrones, lo que quieres es meterle mano a la tela, y con Julia es todo tan ameno que te puedes imaginar perfectamente entre esas paredes, oyendo el ruido de las tijeras cortar y la máquinas trabajar. Y es que en el personaje de Julia la autora ha querido transmitirnos su amor por la costura.

Sara va a pasar por momentos difíciles, muchos nos traerán añoranza de nuestras propias abuelas, de ese pueblito que todos tenemos, otros momentos serán muy emotivos y nos aflorará un nudo en la garganta, pero la autora lo cuenta bonito, y dentro de un momento triste te deja reconfortada. Podremos empatizar con ella, y desearemos que todo le salga bien, que descubra lo que hay detrás de gente que la rodea, que aunque nosotros lo vemos muy claro, parece que ella no se da cuenta, y la comprenderemos cuando tome algunas decisiones que incluso afectarán a su familia y a las mujeres que la acompañan en su nueva pasión: la costura.

Es un libro delicioso, amable, bonito, de esos que te reconfortan y te sacan una sonrisa aunque estés leyendo que a las protagonistas les pasa algo dramático, porque de todo sacan una enseñanza y lo encaran de la manera más positiva, buscando el lado bueno de lo que les trae la vida, o lo menos malo, "podría ser peor" es su lema. Hay un momento en el que la academia peligra, y pueden perder todo lo que han construído. Después de muchas preocupaciones, deciden dejarse en manos del destino, porque si eso es lo que va a suceder, no pueden hacer nada por evitarlo por más noches en vela que pasen. ¿Qué ocurrirá finalmente con este precioso negocio? Porque aunque todas las mujeres que componen esta historia se han acercado a la costura por distintos motivos, al final lo que prevalecerá es esa amistad tan bonita que han creado, y que les sirve como terapia, para evadirse de sus preocupaciones y problemas y conocerse más a sí mismas, decidirse a dar grandes pasos que por ellas mismas no hubieran sido capaces.

En definitiva, en esta novela que cuenta con unas 560 páginas, nos vamos a encontrar a un grupo de mujeres que se descubren entre ellas y también se descubren a sí mismas entre telas, máquinas de coser y tazas de café y chocolate. En donde serán ellas mismas, podran desahogarse y conocerán la magia de la amistad entre mujeres. Si eres una apasionada de este mundillo, o te gustan las manualidades en tela, te encantará, porque te meterás de lleno en esas clases. Con una prosa bonita y detallista, la autora nos introducirá en un mundo que quizás sea nuevo para el lector, pero al que le cogerá como poco cariño. Quizás podríamos haber tenido una protagonista con un poco más de fuerza, porque a veces se me queda un poco como sin sangre en las venas, demasiado tranquila, pero es innegable que le cogerás apego a todas las mujeres y en especial a Sara. Para mí esta lectura ha sido un bálsamo entre medias de otras lecturas más bestias y eso lo agradezco!
Enlace: https://losauguriosdelaluna...

“Coser era mucho más que unir piezas. Con ilusión, telas e hilos, íbamos construyendo algo que de verdad nos importaba. Coser era compartir, crear, soñar. Sí, coser se parecía cada vez más a vivir”

Esa cita encapsula a la perfección el espíritu de “Siete agujas de coser”, primera novela de Lucía Chacón, conocida por sus canales de YouTube en los que comparte tutoriales de costura. En ella, la autora nos ofrece una historia que aúna su pasión por la costura con la emotiva historia de un grupo de mujeres fuertes (aunque alguna no lo sepa) y la amistad que se crea entre ella en torno a una máquina de coser.

Siete mujeres coinciden a principios de los años 90 en una pequeña academia, “El Cuarto de Costura” y, a la vez que aprenden sobre patrones, hilvanes o costuras, aprenderán también acerca de sí mismas, encontrando allí un espacio seguro en el que poder ser y compartir sin miedo sus temores e inquietudes, descubriéndose más fuertes de lo que habían imaginado, lo que les llevará a encontrar su lugar en el mundo.

El sueño de Julia era abrir una academia para poder trasmitir esa pasión por la costura que desde niña le inculcó su madre. Amelia acaba de quedarse viuda y, después de una vida a la sombra de su marido, decide empezar a vivir por y para ella, viendo en el sueño de Julia la oportunidad perfecta para hacerlo. Sara abandonó su carrera para dedicarse al cuidado de su madre enferma, buscando en la costura esa vía de escape que le permita evadirse, aunque sea por unas horas, de una vida anodina que le ha hecho olvidar quién es realmente. Catherine es una mujer inglesa que llegó a España hace décadas, y la voz de la experiencia dispuesta a compartir su sabiduría con las nuevas generaciones. Margarita, esposa de un diplomática mexicano y recién llegada a Madrid que, a pesar de su vida acomodada, se siente sola. Laura, médico, madre de dos niños y recién separada que, empeñada en demostrar al mundo que puede con todo, ha olvidado cuidar de sí misma. Y Marta, una joven que llega a la costura animada por su abuela.

Aunque son mujeres completamente diferentes entre sí, con historias de vida que no tienen nada que ver, se complementan a la perfección, creando un conjunto en el que es fácil verse reflejado en alguna de las experiencias vividas por alguna de ellas. Cada una llegó a “El Cuarto de Costura” por diferentes motivos, pero sea cual sea la razón que las llevó hasta allí, encontrarán en las demás ese tipo de amistad que no solo les ayudará a evadirse de los problema de su día a día, si no que les servirá como acicate para dar ese paso que no se habían atrevido a dar hasta ahora.

Sara es la narradora principal. En ocasiones resulta demasiado inocente (lo que puede llegar a ser un poco frustrante), consecuencia de la vida que ha llevado y de todo aquello que siempre le han enseñado que podía esperar de la vida. Es por eso que resulta tan satisfactorio presenciar el cambio que se va obrando en ella a lo largo de la historia, abriendo los ojos a una realidad que le estaba gritando desde hace tiempo pero a la que ella estaba haciendo oídos sordos.

No tengo ni idea de costura (aunque después de más de 20 temporadas de realities de costura ya se me podía haber pegado algo), pero siempre me ha fascinado cómo a partir de un simple trozo de tela se pueden crear auténticas maravillas. Las clases a las que asisten los personajes lo son también para el lector. Está explicado de forma tan didáctica y sencilla que, incluso sin tener ni repajolera idea del tema, al cerrar el libro uno se siente capaz de intentarlo. Y ahí es donde se demuestra el amor de la autora por aquello sobre lo que está escribiendo. Lo que podría haber sido algo tedioso se hace tan ameno que se despertó mi interés por el mundo de la costura.

“Siete agujas de coser” es una historia bonita, amable y reconfortante (como una taza de chocolate caliente en un frío día de invierno), narrada de forma tan cercana que contribuye a crear con el lector ese clima de confianza y complicidad similar al que se establece entre las protagonistas, mostrando que, por diferentes que seamos, al final es más lo que nos une que lo que nos separa, y que incluso de las dificultades y los contratiempos se puede sacar algo positivo que nos ayude a avanzar.

En unas semanas se publicará la continuación, “Los días que cosemos juntas”, y yo estoy deseando volver a asistir a clase.

Lucía Chacón es conocida por internet gracias a su web "Menudo numerito" y a sus dos canales de youtube donde comparte tutoriales de costura con una comunidad de más de 1.300.000 seguidores. Su andadura en este mundo comenzó en el 2011, cuando decidió convertir una de sus aficiones, la costura, en su modo de vida. "Siete agujas de coser" es su primera novela y leyéndola se puede ver el amor y la pasión que la autora siente por las telas y los hilos.

"Siete agujas de coser" es una historia emotiva, de mujeres fuertes y valientes que deciden no rendirse y coger las riendas de su vida, ser las dueñas de su destino.

Lucía Chacón tiene una prosa muy suave y delicada. Resulta muy ameno y gratificante leerla, de tal manera que van pasando las páginas casi sin darte cuenta. Resulta también un tanto cercana, gracias a ciertos detalles y pensamientos que narra a lo largo de la historia. En parte es como si alguien a quien conocemos nos contase su historia. También puede influir los recuerdos que narran las protagonistas, de recordar a sus madres, tías y abuelas, entre hilos, agujas y máquinas de coser.

La disparidad entre las diferentes mujeres que salen a lo largo de la historia es lo que la hace tan especial. Cada una tiene su personalidad y una peculiaridad que la diferencia de las demás. La autora ha cogido diferentes situaciones de la vida cotidiana para formar a sus personajes y que todo el elenco encaje a la perfección. de tal manera que el lector se pueda ver reflejado de alguna manera en alguna de ellas, un divorcio, un cambio de país o una vida dedicada a los demás sin pensar en uno mismo, son algunos de los ejemplos. Independientemente de la situación actual, todas tienen en común un pasado complicado por el que han sufrido, pero también del que han aprendido y del que se están recuperando.

"Siete agujas de coser" está llena de enseñanzas y de pensamientos que pueden conectar de alguna manera con el lector e incluso ayudarlo a reflexionar o a decidir algo sobre su propia vida. La vida se parece a la costura, como se dice en el libro "coser y descoser es como caerse y levantarse"; las mujeres de esta historia es lo que hacen, seguir adelante a pesar de las dificultades.

Lucía Chacón aprovecha la costura para unir a las mujeres, para demostrar que entre ellas se tienen que ayudar y apoyarse. La costura es solo un ejemplo de crear, de soñar, de distraerse, de dedicarse un rato a sí mismas, de buscar ese rato de charla, de desahogo, de complicidad entre mujeres. Lo cierto es que se puede aplicar a más ámbitos y no solo a la costura, lo importante es buscar lo que te gusta y con lo que te sientes bien.

Pero, a pesar de todo ello, no he llegado a conectar directamente ni con Sara, la narradora, ni con el resto de las protagonistas. Quizá haya influido la manera de narrar la historia, ya que, aunque está contada por Sara, en algunas partes, sobre todo al principio, quedaba más desdibujada la voz narradora, dándome la sensación de que era más desde el punto de vista de Julia y Amelia. Cuando Sara apareció en escena tuve que revisar algunas de las páginas anteriores para entenderlo un poco. Además, en algunos momentos, era como si la narradora supiera más que el lector y se anticipase a ello.

Otro aspecto es que la historia, a pesar de ser bonita y muy emotiva, me ha resultado un tanto edulcorada. Dentro de tanto drama la solución queda un poco en agua de borrajas, de manera demasiado idílica y complaciente para todos los puntos de vista. Ciertas cosas no me han resultado del todo reales, ya que, aparte del amor también existe la ira y el rencor. Me ha faltado un poco más de carácter en muchas escenas para resultar más creíbles.

En resumen, "Siete agujas de coser" es una historia bien narrada, de superación, de las que emocionan y llena de reflexiones.
Enlace: https://anikaentrelibros.com..

🧵La historia ambientada en un Madrid de posguerra comienza presentándonos la vida de Julia con sueños por cumplir, siendo durante muchos años la asistenta de la Sra Amelia.

🧵Ambas con el paso del tiempo forjaron una gran amistad tanto es así que Amelia tras permanecer a la sombra de su marido y enviudar, decide ayudar a Julia a crear "El cuarto de costura"

🧵El taller será formado por un grupo diverso de mujeres cada una con sus problemas existenciales y acabará convirtiéndose en un refugio para el alma dónde compartir sus experiencias, abriendo sus corazones ♥ a luchar por sus sueños, aprender a escucharse y darse cuenta que cada despertar es un regalo que nos ofrece la vida.

🧵Es una historia cálida y reconfortante cargada de reflexiones que nos muestra que la costura al igual que la música o la pasión por la lectura puede llegar a ser un gran salvavidas.

🧵Trata temas importantes y necesarios cómo la soledad, el amor propio, el no sentirse valorada cómo mujer en un mundo dominado por hombres...
De ésta forma los personajes irán adentrándose en el universo de otras mujeres forjando una gran complicidad a través del poder de las palabras.

♡ Para ser el debut de @menudonumerito ha retratado una bonita oda a la costura y a su poder de sanación que invita a soñar e imaginar un mundo mejor.

La premisa del libro me llamó. Siete mujeres muy diferentes contando sus vidas mientras le dan vida a su ropa... El problema fue que lo que me encontré no fue exactamente lo que esperaba ya que creía que iban a remontarse en la historia mediante la narración de sus vidas y no es así.

El libro está narrado desde la perspectiva de una de estas mujeres, creo. Digo creo porque hay partes del libro narradas en primera persona por ella, pero otros lo están en tercera contando lo que les sucede a las dos que se embarcan en la aventura de montar el taller de costura en el que convergen las vidas de todas. Y esas partes son demasiado detalladas como para suponer que es esta primera chica la que las cuenta. Así mismo, estos cambios de narrador, que a veces se producían a mitad de un párrafo sin más separación que un triste punto, no me gustaron puesto que me descolocaban bastante.
Además la historia de cuatro de las mujeres es más bien anecdótica; para encajar con lo que le pasa a estas otras tres. Y he de decir que para mi gusto es bastante predecible y pastelosillo...

La parte que más me gustó fue la que menos me esperaba; cuando se cuentan cosas del mundo de la costura: patrones, telas,... se nota el amor de la autora por este mundo y lo mucho que le gusta compartirlo con los demás.

Es un libro que si hubiese sabido un poco mejor de qué iba realmente no habría leído, pero que no me importó haberlo hecho... es el típico libro que no permanecerá en mi memoria, pero me ayudo a desconectar de otros que leí con él.