Dos jóvenes de 23 a 24 años (Δύο νέοι, 23 έως 24 ετών)
Desde las diez y media estaba en el café
esperando que pronto apareciera.
Llegó la medianoche —y aún seguía esperándolo.
Dio la una y media; casi del todo vacío
había quedado ya el café.
Se cansó de leer maquinalmente
los periódicos. De sus tres chelines solitarios
le quedaba sólo uno: con tanta espera,
en cafés y coñac los otros dos había gastado.
Había fumado todos sus cigarrillos.
Tan larga espera lo agotó. Pues
además, solo como estuvo tantas horas,
presa en él hicieron
importunos pensamientos de su vida desviada.
Pero cuando vio entrar a su amigo, al instante
el cansancio, la tristeza y los pensamientos se esfumaron.
Su amigo traía una noticia inesperada.
Sesenta libras había ganado en el garito.
Sus rostros hermosos, su juventud maravillosa,
el amor sensual que entre ellos existía,
revivieron tonificados por las refrescantes
sesenta libras del garito.
Llenos de gozo y energía, sensualidad y belleza,
se marcharon —no a las casas de sus familias honorables
(donde, por cierto, ya nadie los quería)—:
a una que ellos conocían y muy especial,
a una casa de vicio se marcharon donde pidieron
habitación para dormir, bebidas caras y de nuevo empezaron a beber.
Y cuando las bebidas caras terminaron,
cuando eran cerca de las cuatro,
al amor, felices, se entregaron.
De: Poemas canónicos III (1920-1933), 1927. Traducción de Pedro Bádenas de la Peña ("Cavafis. Poesía completa" Blu. Ed. Almuzara, 2017)
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