Zorras

Malas decisiones y soledades que como para no iluminarme con tanta mierda junta.

Y lo que pasan son los años. Y tú ahí dentro, tan dentro que no te encuentras. Entre capas y capas de desesperación, anhelos y olvidos. Entre recuerdos, gritos y llantos. No estás, aquí ya no queda nada de ti.

Dejar tu dolor en manos de alguien es el mayor acto de amor que existe. El placer se entrega fácilmente, a cualquier persona, en cualquier momento, pero el dolor... Eso cuesta, por eso acabas amando a quien se lo ofreces.

Evolucionamos. Y ahora nos toca ser unas zorras.

¿A dónde van a parar los sueños cuando ya no se tienen?
Dime, dónde están.

No hay excusas. No hay marcha atrás. A lo largo de la vida somos diferentes personas. Evolucionamos. Y ahora nos toca ser unas zorras.

Atisbo un universo lleno de posibilidades, de oportunidades, de sensaciones. No son normativas ni están aceptadas por la sociedad. Me la suda. Quiero saber qué hay más allá.

¿A dónde van a parar los sueños cuando ya no se tienen?

No tengo ni puta idea de a dónde voy. Lo que sí que tengo claro es dónde estoy. Estoy en mi vida.

—Las rupturas son dolorosas, tía. Crean un vacío que antes no existía y sientes que nada puede tapar ese agujero... (...) ...pero al final te das cuenta de que tú eres suficiente para cubrirlo. E incluso te sobra para ofrecer y regalar. Ahora no lo ves, es normal, pero esto es una oportunidad. La oportunidad de volver a encontrarte. De saber dónde estás, quién eres y qué quieres de ti.