La disciplina de Penelope

La disciplina de Penelope de Gianrico Carofiglio

Esta obra es la puesta de escena de una nueva figura en el género de la literatura negra o el género giallo en Italia. Este personaje es Penelope Spada ex-fiscal en el norte de Italia, más concretamente en Milán. Un personaje bastante atormentado tanto en lo profesional como en lo personal, pero que la aparición de un caso en sus manos, la intenta reconducir por una senda más constructiva en los dos ámbitos que la afectan.

Esta obra ha sido escrita por Gianrico Carofiglio, que profesionalmente se desarrolló en la magistratura, por lo que los procedimientos por los que pasa Penelope Spada resultan verosímiles y ayudan a crear una atmosfera más veraz, pues el escritor es un gran conocedor de los vericuetos que inundan los juzgados.

El ritmo y el tamaño de la novela hacen que se lea muy rápido, pues apenas supera las 200 páginas (algo que también solía hacer Andrea Camilleri con la novelas de la serie Montalbano), centrándose en el caso en cuestión y también la historia de nuestro personaje. Siendo este tamaño ideal para este tipo de novela. Personalmente soy muy fan de la máxima de “un libro, un caso”, a diferencia de otros autores del género que un caso les parece poco, e intentan meter otros subcaso añadido, además de otro en el pasado, completamente diferente que no fue resuelto, con el objetivo de aumentar el grosor del libro sin más. En este caso lo que nos presenta Carofiglio es más que suficiente, aunque debo decir que me he quedado con ganas de más y espero que en la siguiente novela nuestra investigadora tenga más tiempo de dedicación al caso, que a presentarse.

El género giallo en Italia es un género dominador y en España cada vez va ganando más terreno, pero existen dos tipologías bien diferenciadas. Una de ellas en la que podemos encuadrar la disciplina de Penelope es aquella en el que el interés se centra mucho en el personaje principal, su historia, su carácter, sus antecedentes, motivaciones los cuales refleja en el caso a resolver y todo queda impregnado con el perfume del personaje principal el investigador estrella. Y por otro lado tenemos obras en los que el caso es sobre el que gira todo el texto, sigue existiendo un personaje principal, pero el ritmo y carácter lo marca el caso y el escenario, buscando, quizá, dar una relevancia especial a la temática que queda reflejada en el crimen, en este caso la historia del principal investigador pasa a segundo plano, y en algunos casos incluso es totalmente desconocida al lector.

El titulo de la novela es curioso pues la aparición de la palabra disciplina contrasta mucho con el carácter de Penelope, y el modus operandi con el que actúa en la resolución del caso, en el que hay una disciplina, pero muy adhoc con la personalidad de la señorita Spada.

La geolocalización de la novela en Milán me parece un gran acierto, pues esta ciudad ofrece un marco muy interesante, porque no deja de ser una ciudad muy “Económica” (industrialmente) y al mismo tiempos acoge una historia y un legado artístico maravilloso con edificios de singular belleza como la fortaleza Sforza o el Duomo, lo cual permite al autor utilizarla de una forma que al lector que conoce la ciudad se sienta más dentro de la acción.

¿Podría recomendar la novela?Si, pero me gustaría leer la siguiente novela para ver realmente, una vez conocida Penelope, lo que Gianrico Carofiglio puede aportar al género.

La novela negra italiana es uno de mis subgéneros favoritos, así que cada vez que un nuevo libro o autor italiano es traducido al castellano ahí que voy de cabeza. “La disciplina de Penélope” es el primer volumen de una nueva serie protagonizada por la ex-fiscal Penélope Spada, una mujer en apariencia fuerte pero al mismo tiempo muy frágil.

Algo que ocurrió en el pasado apartó a Penélope de su trabajo como fiscal. Desde entonces sus ex-compañeros no la miran igual, pero ella, lejos de agachar la cabeza, decide hacer lo que mejor sabe, investigar, ahora como detective privado, el caso de una mujer asesinada un año antes y que fue sobreseído por falta de pruebas. Ahora, el marido de la víctima busca limpiar su nombre y para ello acude a Penélope para descubrir la verdad.

“La disciplina de Penélope” es una buena novela de detectives, pero su corta extensión hace que uno se quede con la sensación de que podía haber sido mucho mejor. No me malinterpretéis, el personaje principal es bueno, con el background suficiente como para intrigar al lector, y la trama es lo suficientemente interesante como para querer continuar leyendo. El problema viene porque, al tener poco más de 200 páginas, es imposible que todos esos aspectos de la novela que son atractivos, puedan desarrollarse como merecen.

Sabemos que algo ocurrió en el pasado de Penelope que acabó con su carrera como fiscal, pero apenas se dan un par de pinceladas acerca de ello, lo que dificulta que el lector pueda llegar a entender del todo al personaje. Así mismo, la corta extensión hace que la trama tenga que avanzar muy rápidamente, llegando a ciertas pistas casi por casualidad, dando la impresión de que fue todo demasiado sencillo.

Por otra parte me gustó una de las reflexiones que hace Penelope acerca de la forma que tenemos de percibir el mundo por defecto (ya sean cuestiones fundamentales, ya sean cosas de la vida cotidiana), y que fue una de las claves que le ayudó a resolver el caso.

Con una prosa fluida y elegante, Carofiglio da vida a un personaje lleno de contradicciones (come orgánico, pero bebe y fuma como un carretero; se mata a hacer ejercicio, pero se atiborra de psicofármacos), que resulta atrayente tanto por sus fortalezas como por sus debilidades, y de la que me he quedado con ganas de saber un poco más.

Ha sido una lectura muy ágil, ya que además de ser una novela corta de poco mas de 200 páginas, ademas atrapa desde el comienzo y es difícil soltar.

Una trama interesante, con un caso que resolver y una verdad por descubrir. Con una protagonista peculiar que me ha gustado conocer.

Ha sido un libro que he disfrutado, que me ha durado una tarde y que ha sido mi primer contacto con el autor y del que espero poder leer más pues me ha gustado mucho su pluma y la historia.

Hace poco llegó a mis manos uno de los libros que circulan en préstamo por mi círculo familiar de vez en cuando y que suelen ser de novela negra. de este autor italiano había leído hacía tiempo otros dos libros, ambos de este mismo estilo, pero con protagonistas diferentes. Y digo esto porque parece que Penélope, la protagonista del libro que reseño hoy, podría protagonizar una serie dentro de la obra del autor.

No sabemos muy bien qué fue lo que pasó, pero Penélope tuvo que dejar su carrera como fiscal en Milán y actualmente acepta algunos trabajos sencillos al estilo detective privado (aunque sin licencia). Un padre de familia acude a ella tras el asesinato de su mujer; la investigación de oficio se ha cerrado sin encontrar la culpable, pero en el informe se indica que, aún no habiendo encontrado pruebas, lo más probable es que hubiera sido el marido. Este le dice a Penélope que quiere encontrar al verdadero culpable por su hija, para que cuando pregunte por su madre en el futuro no llegue a pensar lo mismo que suponía dicho informe.

De entrada Penélope no quiere aceptar el encargo, pero tras hablar con un amigo periodista y otro policía nace en ella esa curiosidad o esa necesidad de descubrir la verdad. Descubrimos durante el transcurso de su investigación que Penélope es una mujer peculiar, que se mantiene en forma y trata de cuidar al máximo su alimentación pero que, al mismo tiempo, tiene un ligero problema con el alcohol. En cuanto a su trabajo, es concienzuda y sabe tocar las puertas correctas, aunque también la suerte se pone de su parte.

Me ha parecido un libro entretenido, de esos que se lee en un suspiro, pero al mismo tiempo se queda un poco cojo en comparación a otras novelas de género policíaco que he leído.

Penélope Spada es una exfiscal de Milán que ha dejado el cargo de modo traumático, aunque en ningún momento sabemos qué es lo que realmente pasó, a pesar de ser ella misma quien nos cuenta la historia en primera persona. Tocada está y eso la hace tener unos hábitos extraños como mínimo: corre, come sano, es muy escrupulosa en eso, alimentos orgánicos y vegetales, pero sin embargo se harta de fumar, bebe mucho para acompañar sus ansiolíticos, y suele acabar la fiesta en la cama de algún desconocido, o sea es una auténtica bomba de relojería y algunos de sus conocidos intentan que eche el freno. Lo que pasó ha sido lo suficientemente duro como para no querer ver a ninguno de sus compañeros, ni tampoco pisar los juzgados.
Un periodista amigo suyo, Filippo Rinardi, le manda a un pobre hombre que intenta limpiar su imagen a ver si con su investigación puede conseguirlo. Se trata de Mario Rossi, hace un año su mujer Giulia desapareció, apareciendo después muerta de un disparo en un descampado, lo que podría haberse tratado de un robo no cuadra ya que el asesinato fue cometido en otro lugar. La policía investiga y descarta todas las opciones y deja como único posible culpable a su marido, aunque no tiene ninguna prueba al respecto. al final el caso se archivó, pero una palabra del juez deja marcado a Rossi y este necesita una investigación que limpie su nombre, para que el día de mañana su hija no lo odie, y para que consiga saber qué ocurrió de verdad. Ella, investigadora sin licencia le dice que no hay nada que hacer, aunque luego se lo pensará. Llevará a cabo una investigación a la vieja usanza, clásica sin más que sus propios medios.
No hay más, una investigación sencilla, dinámica y algo tediosa por el método, que refleja la realidad, y que incide en los prejuicios y los valores preconcebidos que tenemos todos, haciendo que no veamos más allá de nuestras narices.
Me ha dejado bastante fría, esperaba más tanto del personaje como de la trama. Quizá las expectativas que llevaba eran demasiado altas. Si no hubiese leído antes al autor probablemente me hubiera gustado más.
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