Verano del 99

Esta ha sido una de esas lecturas que te dejan una sensación extraña en el cuerpo. No sabría cómo definirlo y, como muestra, lo que he tardado en poder escribir la reseña (aparte de que he tenido que madurarla un poco dentro de mi cabeza, he tenido ciertos problemas técnicos, lo que, en cierto modo, ha ayudado a que pueda pensar más sobre el libro).
Lo primero que quiero destacar es la ambientación. Creo que es lo más potente de Verano del 99. La época está muy bien recreada.Yo soy una niña criada en los 2000, pero creo que la forma de hablar de los personajes, el cómo actúan, cómo hablan, todo en general, se ajusta muy bien al imaginario que tengo de esa época que, al final, tampoco me queda tan lejos.
Me ha resultado curioso cómo ha sido capaz de introducir con naturalidad las expresiones y la forma de hablar de la época sin que suene rancio o forzado. Es verdad que me chocó al principio, porque creo que no estoy costumbrada a leer historias así. Creo que estamos demasiado acostumbrados a que todos los personajes hablen con gran corrección y siguiendo las normas a rajatabla cuando eso no es así, y aunque a veces este recurso queda mal o forzado en este caso lo he visto todo muy natural, ayudando a crear esa atmósfera envolvente que caracteriza el libro.
También me ha gustado mucho cómo ha reflejado el pub y el ambiente gótico que lo rodea. Me ha recordado a los lugares a los que iba en mi adolescencia y en mi etapa más gótica (aunque reconozco que siempre fue más heavy que otra cosa) así que ese es otro punto a favor, al menos para mí, porque reconozco que para personas un poco ajenas al ambiente puede que le parezca todo muy sobrecargado y agobiante, aunque creo que esa es una de las intenciones del libro, sentir el agobio que siente Leo.
Por lo que respecta a los personajes…No he podido empatizar mucho con ninguno. Sí que es verdad que Leo me ha dado algo de ternura, pero en general me han dado la sensación de un poco planos, sin evolución. Como digo, Leo, el protagonista, quizá sí que sufre un cambio aunque no sé si a mejor o a peor. Su amiga Sonia me parece un ser bastante egoísta y aunque es una amistad de toda la vida creo que es una de esas relaciones que, antes o después, debe terminar. Aquí sí que me ha parecido un poco cliché la historia, tengo que reconocerlo: el chico gótico y marginado que es amigo de una chica ser de luz y que discuten porque no tienen cosas en común…No sé, su relación se me ha quedado un poco coja y me hubiera gustado que se relacionaran un poco más, porque al principio sí que interactuan pero luego llega un momento en el que Leo parece que se olvida de su amiga y ella tampoco muestra mucho interés. Su trama creo que queda un poco flotando en el aire y creo que al principio se le da la suficiente importancia como para que queramos saber más.

Respecto a los amigos de Sonia no hay mucho que decir, ya que aparecen de manera anecdótica y siempre para hacer quedar mal a Leo, así que no voy a detenerme en ellos.
En el pub el protagonista conoce a bastante gente: hay una pandilla con la que gana granconfianza muy rápido, son ellos quienes le ponen sobre aviso de lo que está pasando en el bar y le acompañan, más o menos, en sus peripecias.
También están los dueños del bar: Gabriel, Tania y Sebastián. de los tres, Sebastian será el más importante y, a mi parecer, el más interesante.
En lo que respecta a la trama en sí…Reconozco que me esperaba otra cosa. En la sinopsis se habla de Marina, una chica que ha desaparecido y que parece tener relación con el pub y con todo lo que pasa dentro. Y haberla la hay, pero es más bien anecdótica. A Leo no puede importarle menos Marina, la verdad, más allá de que aparece en las noticias y en el bar se oye hablar de ello…No muestra ningún interés en su historia, así que a mí tampoco me lo ha provocado, ya que estaba viviéndolo todo a través de Leo.

Con lo que pasa en el bar…enseguida atas cabos, ya que no se esconde ni se disimula lo que pasa ahí dentro (aunque Leo necesita que alguien se lo diga claramente y luego verlo él mismo).
También aparecen dos personajes que tienen algunos capítulos: un investigador que quiere sabe qué ha pasado con Marina y con otra mujer y que pretende descubrir lo que pasa dentro de ese antro y una amiga suya, médium y con un programa de radio sobre lo paranormal, que no sabes muy bien a qué está jugando.
Me ha parecido una trama un tanto caótica y con un final tan precipitado que cuando se acaba te deja una sensación extraña. Realmente no me parece que ninguna de las historias que se nos plantea tenga un final real y siento que he leído muchas cosas que luego no me han aportado nada.
Es verdad que se leer muy rápido y que entra todo solo, pero que el final te deja una sensación amarga.
Creo que este es un libro perfecto si estáis buscando historias queno os hagan pensar mucho, si os gustan los temas sobrenaturales con aire noventero (pero sin ser tan rancio como lo era la época) y pasar un buen rato.
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Verano del 99 es una novela juvenil, con los elementos característicos de este tipo de obras: un lenguaje no muy complejo, descripciones moderadas y rica en diálogos. Lo que da lugar a una lectura ligera y sin muchas complicaciones, ideal para leer en momentos en los que tienes la mente muy saturada y quieres desconectar.

Una historia que aúna muchos géneros, como si estuviéramos ante un cuadro negro con pinceladas de color. Bien de misterio, leves toques fantásticos y alguna que otra pizca de romance son los principales ingredientes de esta obra de trama sencilla pero envolvente.

La parte de misterio es la que predomina y la que te mantiene dentro del libro, despertando en el lector esa curiosidad que te insta a seguir leyendo. Aunque la parte fantástica va ganando más fuerza hacia el final del libro.

Sí debo decir que el final me ha parecido un poco abrupto. Con un desarrollo que va a más tras cada página hasta que, de repente, se termina. Personalmente, hubiera agradecido un desenlace más suave, dándome algo más de tiempo para digerir toda la información final.

Un libro perfecto para los lectores que busquen una lectura fácil y envolvente en la que la intriga se mantiene hasta el final, y que puede ser también una buena opción para empezar a meter pequeñas notas de fantasía en las lecturas de aquellos que no estén habituados al género fantástico.

Leo va a pasar el verano con su mejor amiga, pero ambos no pueden ser más opuestos. A Sonia le encanta salir de fiesta y la playa. Leo es gótico y fan de lo oscuro. No apunta un verano demasiado interesante para Leo, hasta que descubre la existencia de un bar, tan siniestro como él.

Leo conocerá a otros góticos y empezará a sentir que encaja en ese lugar. Sobre todo cuando conozca a uno de los dueños que volverá su mundo del revés. Pero en ese bar hay algo extraño y todo el mundo habla de la desaparición de una chica, Marina, tras acudir a una de sus fiestas. ¿Qué secreto esconden las fiestas? ¿Qué le pasó a Marina?

Bueno, bueno, me he bebido, literalmente, este libro. Me ha durado un suspiro y
No sólo porque sea cortito, sino porque me ha tenido completamente enganchada.

La historia de Leo se entremezcla con el misterio de la desaparición de Marina. Todos tienen sospechas, pero nadie sabe nada y eso me encanta. ¿Satanismo? ¿Bebedores de sangre? ¿Sectas diabólicas? Tendréis que leerlo para saber...

Volvemos a las andadas con la editorial y con la autora, que ya había leído varias obras suyas con anterioridad y todas me han ido gustando mucho, pero diría que esta se posiciona en mis favoritas por goleada. Es de esos libros que no me dura ni un día completo, porque lo comencé por la mañana de camino al trabajo y cuando llegué por la tarde ya me lo había terminado. Totalmente adictivo.

Lo que todo parece unas vacaciones normales para nuestro protagonista Leo con su amiga Sonia, se tuerce en una historia llena de oscuridad, s*angre, secretos y un túnel de cócteles y música de la que ya no podrá escaparse tan fácilmente.

La historia transcurre practicamente en el pub, donde nuestro "inocente" Leo conocerá a un grupo de chicos y chicas con los que por fin se siente cómodo, con gustos afines y un lugar donde no se siente como un bicho verde. Todo ello, mientras no deja de repetirse la noticia de que una de las chicas del pueblo ha desaparecido sin dejar rastro.

En la época en la que está ambientada la historia había muchos prejuicios sobre estas tribus urbanas llenas de ropa negra con rejillas, pelos de colores, piercings y música oscura que se pensaba que provenía del mismo infierno. Me ha gustado ver que algo que vemos tan normal hoy día, hace años no lo era tanto, por lo que este grupo de variopintos personajes se mantiene casi todo el tiempo en sus dominios.

Sin duda, me ha encantado ver como el mito vampírico sigue presente y ver como Yolanda se desenvolvía con él, porque es una completa entendida del tema. A mi me ha encantado y no solo por haberme sentido totalmente unido a Leo, porque eso ha hecho que me lo tomase todo de manera literal y personal, como si yo fuese ese mismo personaje y todo lo estuviese viviendo yo, si no que a pesar de no ser un libro donde haya acción, mantiene en vilo al lector, pegado a sus páginas hasta que llega a su fin.

Yo ya os lo digo, no me ha durado ni 24h, es de esos libros que se degustan en una tarde, haciendo que te dejes llevar por las brumas de la oscuridad, conociendo a sus personajes con secretos.
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