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Verano del 99 es una novela juvenil, con los elementos característicos de este tipo de obras: un lenguaje no muy complejo, descripciones moderadas y rica en diálogos. Lo que da lugar a una lectura ligera y sin muchas complicaciones, ideal para leer en momentos en los que tienes la mente muy saturada y quieres desconectar. Una historia que aúna muchos géneros, como si estuviéramos ante un cuadro negro con pinceladas de color. Bien de misterio, leves toques fantásticos y alguna que otra pizca de romance son los principales ingredientes de esta obra de trama sencilla pero envolvente. La parte de misterio es la que predomina y la que te mantiene dentro del libro, despertando en el lector esa curiosidad que te insta a seguir leyendo. Aunque la parte fantástica va ganando más fuerza hacia el final del libro. Sí debo decir que el final me ha parecido un poco abrupto. Con un desarrollo que va a más tras cada página hasta que, de repente, se termina. Personalmente, hubiera agradecido un desenlace más suave, dándome algo más de tiempo para digerir toda la información final. Un libro perfecto para los lectores que busquen una lectura fácil y envolvente en la que la intriga se mantiene hasta el final, y que puede ser también una buena opción para empezar a meter pequeñas notas de fantasía en las lecturas de aquellos que no estén habituados al género fantástico. |
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