Agramonte. de Yolanda Camacho
¿Por qué, de los cinco días laborables de la semana, la señora Agramonte había tenido que escoger el viernes? ¿Y por qué a su jefa le había parecido perfecto? ¿Por qué no le había respondido que no podía ser, que en la empresa no trabajaban los viernes por la tarde? ¿No le parecía suficiente que Elena no cumpliese jamás su horario y que de lunes a jueves prácticamente siempre saliese de trabajar una hora u hora y media tarde?
|